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Primera Jornada
Día 17
Sabiduría
O Sapientia, quae ex ore Altissimi prodiisti,
attingens a fine usque ad finem,
fortiter suaviterque disponens omnia:
veni ad docendum nos viam prudentiae.
Oh, Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo,
abarcando del uno al otro confín,
y ordenándolo todo con firmeza y suavidad:
ven y muéstranos el camino de la salvación.
Llega Jesús, la Sabiduría, la que salió de la boca del Altísimo: “Yo salí
de la boca del Altísimo y cubrí como niebla toda la tierra” (Sir 24,3); la
que impregna y conglutina toda la creación “fortiter” y “suaviter” (Sab
8,1); viene en el seno de María, que camina de Nazaret a Belén, cuando el
empadronamiento ordenado pro César Augusto, siendo gobernador de Siria,
Cirino (Lc 3,2).
Comienzan las Posadas. Abramos nuestro
corazón a estos Peregrinos, José que viene con su esposa María.
Del Verbo divino
la Virgen preñada
viene de camino:
¡si le dais posada…!
(Letrilla de San Juan de la Cruz, que sirve
de estribillo)
I
En la Carroza más bella
viene la Sabiduría,
y esa Carroza celeste
es el seno de María.
Es la Carroza del Rey,
de David la dinastía,
el sucesor que Natán
anunció en su profecía.
II
La Casa de donde sale
¿quién decirlo alcanzaría?,
que viene Dios encarnado,
el Hijo que en Dios vivía.
El Padre, vida y origen,
a su Hijo nos envía,
y el Espíritu de amor
todo su amor esparcía.
III
Muy fuerte, muy suavemente,
el mundo en él se sentía,
que era el Verbo creador
el que todo el mundo unía.
Y ahora humilde, en silencio,
en su reino aparecía;
una Virgen lo llevaba,
su sangre de Dios latía
IV
Virgen Madre venturosa,
manantial de la alegría,
tú caminas con José
a inscribir ciudadanía.
Y el Ciudadano del Mundo
Dios humano se inscribía,
¡oh Virgen de la Esperanza,
mi amor y mi melodía!
Puebla, diciembre 2009
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