LAS POSADAS
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
 

 


Presentación


Nuestra piedad popular enlazada con la Liturgia


En las obras de san Juan de la Cruz encontramos una letrilla navideña enternecedora y purísima. Hela aquí:

Del Verbo divino,
la Virgen preñada
viene de camino:
¡si le dais posada…!


La edición crítica de las Obras Completas de San Juan de la Cruz (José Vicente Rodríguez y Federico Ruiz Salvador, Editorial de Espiritualidad) nos proporciona esta anotación tan significativa:

“Letrilla-estribillo que se cantaba durante la Nochebuena en los conventos donde era superior el santo. De una de estas Nochebuenas en Granada habla el padre Alonso en su biografía sanjuanista: fray Juan de la Cruz ‘hizo poner a la Madre de Dios en unas andas, y tomadas en los hombros, acompañada del siervo de Dios y de los religiosos que la seguían, caminando por el claustro llegaban a las puertas que habían en él a pedir posada para aquella Señora cercana al parto y para su esposo, que venían de camino, y llegados a la primera puerta pidiendo posada cantaron esta letra que el santo compuso: “del Verbo divino…” y su glosa se fue cantando a las demás puertas’. La glosa sanjuanista a la letrilla no ha llegado hasta nosotros” (Obras completas, 3ª edición, p. 84).

San Juan de la Cruz nos dejó escrito un romance de 310 versos (todos los pares terminados en “-ía”), que es el “Romance sobre el evangelio “in principio erat Verbum” acerca de la Santísima Trinidad”. Este romance, que es teología y poesía fundidas en la misma copa, termina contemplando el misterio del Nacimiento. Es pura contemplación y en los versos finales dice así:


Los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,
festejando el desposorio
que entre tales dos había;
pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,
que eran joyas que la esposa
al desposorio traía;
y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:
el llanto del hombre en Dios,
y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.


¡Qué ternura y pureza comunican estos versos! (Mi nota personal: El primer verso transcrito es de nueve sílabas: ¿lo dejó así san Juan de la Cruz?).

Hay una piedad popular que para nada quiebra ni distorsiona la honda y serena piedad que transmite el breviario, todo él pegado a la Escritura y a una interpretación espiritual de los pasajes bíblicos.

Al son de la Escritura y de la piedad espontánea de los hijos de Dios tratemos de modular unas “Posadas” con las antífonas de la “O”, poniendo como estribillo en todas los cuatro versos que escribió, muy enamorado, fray Juan de la Cruz.

Puebla, 17 diciembre 2009