EL AÑO LITÚRGICO
ADVIENTO

P. Rufino María Grández, ofmcap.

 

 Himnos de Adviento

Días feriales
- 4


Oh Sol naciente del Padre


Este himno se inicia con una evocación del cántico del Benedictus:
"Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto" (per viscera misericordiae Dei nostri, in quibus visitabit nos oriens ex alto) (Lc 1,78). Este Oriens ex alto o Sol que nace de lo alto es Jesús; es "el sol de justicia (Sol iustitiae) con la salud en sus rayos" (Mal 3,20). La salud que nos trae es para nosotros la misericordia del Padre: Oh Sol naciente del Padre / que traes misericordia.

He aquí, pues, nuestra esperanza de Adviento, tomada de los libros santos. Este Jesús que vino, a quien llamamos Palabra, Hijo, Señor, Hijo amoroso, estaba en el seno de la Trinidad y era el gozo de la Trinidad: divina fuente del gozo / que dentro del cielo brota.

Lo contemplamos en el principio del mundo (el orbe por ti nacía), lo contemplamos en el seno de María, lo contemplamos en su misterio pascual (lava el pecado del mundo..., planta el amor de tu Espíritu). Lo contemplamos en su glorioso retorno, el Día que nos prometes, y mirándole a él, al Jesús histórico, al Jesús viviente de hoy, al Jesús que ha de coronar nuestra historia y la historia del mundo, le decimos, exclamando y llenos de adoración: oh Jesús, oh Parusía.

(Puede servir especialmente para Laudes).


¡Oh Sol naciente del Padre,
que traes misericordia,
divina fuente del gozo
que dentro del cielo brota!

El orbe por ti nacía,
al alba de nuestra historia;
eres Palabra enviada
que en los profetas reposa.

En el seno de María
eres la gracia preciosa,
oh la hermosura de Dios,
oh Hijo que en sí transforma.

Lava el pecado del mundo
por tu venida en persona;
planta el amor de tu Espíritu
por tu sangre redentora.

Que el Día que nos prometes
nos manifieste tu Gloria,
oh Jesús, oh Parusía,
oh tú, la esperanza toda.

¡A ti, Señor, bien de bienes,
a ti, luz esplendorosa,
a ti, oh Hijo amoroso,
del Padre a ti la corona! Amén.


(Este himno, compuesto en Estella (Navarra), en 2001, ha sido musicalizado por el conocido compositor para la liturgia, el presbítero Domingo Cols).