EL AÑO LITÚRGICO
ADVIENTO

P. Rufino María Grández, ofmcap.

 

 Himnos de Adviento

Día 23 de Diciembre


Ya se han cumplido, María
(Para Laudes y Vísperas)


A partir del día 17, en que cambia el Invitatorio para el Oficio Divino: “El Señor está cerca, venid, adorémosle”, hay tres momentos en los que la liturgia nos advierte cómo va haciendo la cuenta atrás:

- El día 21: “No temáis, dentro de cinco días vendrá a vosotros el Señor, nuestro Dios” (Antífona del Benedictus)”.

- El día 23: “Se ha cumplido ya todo lo que el ángel dijo de la Virgen María” (Antífona del Benedictus).

- El día 24, cuando se introduce un nuevo Invitatorio: “Hoy sabréis que vendrá el Señor, y mañana veréis su gloria”. Se insiste, además, en una antífona de Laudes: “Mañana será el día de vuestra salvación, dice el Señor”.

Tomando, pues, el eco de la antífona del día 23 de diciembre, componemos este himno. Contemplamos piadosamente a María al final del tiempo de la gestación: Ya se han cumplido, María, / los nueve meses de espera.

Recordamos los pasos de Dios en la Historia que ha preparado este momento: el Jardín del Edén, la Promesa hecha a Abraham, la Profecía.

El himno quiere además introducirse en ese misterio de intimidad que para toda mujer que va a ser madre supone la gestación del hijo. Cuando Isabel iba a ser madre, se retiró cinco meses (Lc 1,24). La gestación de Jesús ha sido para María un tiempo de silencio, de adoración, de fe.


Ya se han cumplido, María,
los nueve meses de espera;
empieza la nueva era
que anunció la Profecía.

En el Jardín del Edén,
cuando el pecado surgía,
la Gracia de Dios vencía,
y el mal se trocaba en Bien.

Ya se ha cumplido, María,
lo que a Abraham fue anunciado:
la Tierra y el Hijo amado,
que era cuanto Dios tenía.

Unida a José, tu esposo,
Dios era en la fe tu guía;
la duda se deshacía
en el silencio amoroso.

Ya ha germinado, María,
toda medida de amor;
tu vientre, cual pura flor,
quiere alumbrar la alegría.

¡Gloria a Dios, amor sin fin,
gloria, ternura y latría,
oh Dios de la cercanía,
que has roto todo confín! Amén.

23 de diciembre de 2005