Completas - 4
La
Vida se ocultaba
La Liturgia de las Horas no tiene Completas de sábado, sino Completas
después de las I Vísperas del Domingo. Ya ha empezado la celebración del
Día del Señor. Para este momento preciso está pensado este himno de
Completas.
Evocamos,
pues, desde el principio el misterio pascual de Cristo, en el cual
queremos sumergirnos en la celebración dominical. La Vida se ocultaba tras
una muerte impía; la noche la guardaba y el sol la devolvía.
Contemplamos a Cristo Luz según la fe de la Iglesia, y según lo profesamos
en el Credo, es Luz de Luz. Esta es la Luz que esperamos para el Día de
Cristo.
La
Parusía de Cristo, ciertamente; mas ya con la alborada vendrá la
Eucaristía. Esto va a ser el Domingo, la Parusía de Jesús para la
comunidad creyente.
Ahora que
vamos a dormir pedimos a Jesús: la noche reposada nos lleve a tu alegría.
Así es,
la noche sosegada nos va a llevar suavemente a la celebración gozosa del
Domingo.
(Este himno es
para las Completas después de las I Vísperas del Domingo).
La Vida se
ocultaba
tras una muerte impía;
la noche la guardaba
y el sol la devolvía.
Oh límpido lucero,
que brilla en lejanía,
cual Luz de Luz te espero
para el radiante día.
Pureza de tus fieles,
camino que nos guía,
con voces y laureles
será tu parusía.
Mas ya con la alborada
vendrá la Eucaristía;
la noche reposada
nos lleve a tu alegría.
¡Que viva y reine el Santo,
que muerto en cruz vencía,
y escuche en nuestro canto,
su gozo y melodía! Amén.
Belén, 28 septiembre 1984.
RUFINO MARÍA GRÁNDEZ (letra)
– FIDEL AIZPURÚA (música), capuchinos, Himnario de las Horas. Editorial
Regina, Barcelona 1990, pp. 154-158 - Con el título de "Himnos para
Completas" están publicados en: La alabanza de las Horas: Espiritualidad y
pastoral. Dossier CPL, 46 (1991) 137-142 (Previamente en la revista
“Oración de las Horas”).
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