EL AÑO LITÚRGICO
ADVIENTO

P. Rufino María Grández, ofmcap.

 

 Completas I

Oh Dueño de la noche


Al llegar la noche, el hombre se encuentra solo ante lo inmenso; solo, sí, mas no desprotegido. Podemos elevar los ojos al Padre e invocarlo como Dueño de la noche. El himno, todo él, es una plegaria abandonada, confiada, al Padre, Dueño de la noche. Oh Dueño de la noche…, aquieta nuestro sueño…, aleja todo miedo…, extiéndenos tu velo…

El hombre, al verse solo, teme; no tiene luz que sea suya; se ve desnudo y esa desnudez es su verdad.

Mas no temamos a la hora de descansar, cuando al final del día, por un designio ordenado del Padre de los tiempos, en el silencio, el cuerpo cede a su propio peso.

El pensamiento puede sumergirse en la paz y en la contemplación del Padre. Él, que es el eterno tú de nuestro diálogo, que colma toda apetencia: eterno Tú que sacias amores y deseos.

La inmensidad se ilumina por la Gloria. A esa Gloria va abocada nuestra vida y el mundo entero…, oh Dios, oh Padre nuestro.


Oh Dueño de la noche,
oh Dueño de secretos
que dan temor al hombre,
al verse pasajero,
sin luz que sea suya,
desnudo y verdadero;
¡oh Dueño de la noche,
aquieta nuestro sueño!


Oh Dueño de la noche,
oh Padre de los tiempos,
que hiciste poderoso
la vida y el silencio,
y diste vuelo al alma
y peso a nuestros cuerpos;
¡oh Dueño de la noche,
aleja todo miedo!


Oh Dueño de la noche,
oh paz del pensamiento,
eterno Tú que sacias
amores y deseos,
oh mar donde se anegan
mortales sufrimientos;
¡oh Dueño de la noche,
extiéndenos tu velo!


Oh Dueño de la noche,
oh Padre del consuelo,
oh gloria incandescente,
oh Dios y dulce Dueño,
verdad donde termina
mi ser y el mundo entero,
¡a ti te bendecimos,
oh Dios, oh Padre bueno! Amén.


Belén, septiembre 1984.

RUFINO MARÍA GRÁNDEZ (letra) – FIDEL AIZPURÚA (música), capuchinos, Himnario de las Horas. Editorial Regina, Barcelona 1990, pp. 145-148 - Con el título de "Himnos para Completas" están publicados en: La alabanza de las Horas: Espiritualidad y pastoral. Dossier CPL, 46 (1991) 137-142 (Previamente en la revista “Oración de las Horas”).