ORTODOXIA
TEOLOGÍA FUNDAMENTAL

Esta palabra deriva de las palabras griegas orthós, que significa recto o correcto, y doxa, que significa opinión o gloria. Aunque, a veces, los autores clásicos griegos colocan estas dos palabras juntas (p.ej., PLATBN, Filebo, l lb), el adjetivo "ortodoxo" y el sustantivo "ortodoxia" llegaron a ser de uso común sólo en la época patrística griega. Ortodoxia significa doctrina correcta o. sana; va más allá del contexto estrictamente teológico y puede significar la doctrina aceptada o establecida en cualquier campo del saber. La propia palabra "ortodoxia" no se encuentra en el NT, aunque su significado se da a entender en gran número de pasajes. Algunos textos hablan de transmitir cuidadosamente el mensaje acerca de Cristo que ha sido recibido de los primeros creyentes (1Cor 11,2 y 23; 15,1-3; 2Tim 2,2). Tanto Pablo (Gál 1,23) como Judas 3 hablan de "la fe" de un modo que connota un contenido doctrinal identificable. Las cartas pastorales ponen mucho énfasis en la solidez de la doctrina, utilizando la palabra "enseñanza" (didaskalia) quince veces y diferenciando la saludable enseñanza (1Tim 1,10; 2Tim 4,3; Tit 1,9; 2,1) de la enseñanza heterodoxa-(1Tim 1,3; 6,3). La noción de sana doctrina subraya la condena de Pablo de aquellos que predican "otro Jesús" (2Cor 11,4) u "otro evangelio" (Gál 1,6-9), y las condenas de falsos maestros en ITim 1,3-7; 2Tim 3,1-9; 4, I-5. Así, al preocuparse de la transmisión de la doctrina correcta en cuanto distinta de la falsa doctrina, el NT proporciona una base para el uso patrístico posterior de la palabra "ortodoxia", que se convirtió en un término corriente entre los escritores eclesiásticos, especialmente después de Eusebio (j' 339). Antes de que los concilios de Éfeso (431) y de Calcedonia (451) hablaran de ortodoxia, el término connotaba no simplemente la recta doctrina, sino la doctrina tradicional y universal de la Iglesia, tal como se ha transmitido en una línea ininterrumpida desde Jesús y los apóstoles.

La publicación en 1934 de la obra de W. Bauer Rechtglüubigkeit und Ketzerei im ültesten Christentum supuso un desafío para el punto de vista -tradicional de que la ortodoxia representaba el contenido doctrinal original de la fe cristiana y las herejías eran desviaciones posteriores. Bauer afirmaba que el cristianismo fue en su origen una colección de grupos doctrinalmente diversos, la mayoría de los cuales serían clasificados más tarde como heterodoxos. Lo que después llegó a conocerse como ortodoxia fue sencillamente. la posición doctrinal de la Iglesia de Roma, posición que gradualmente ganó terreno durante el siglo tii, llegando a ser la doctrina oficial cristiana del imperio romano tardío. La tesis de Bauer no tuvo amplia aceptación, aunque demostró la dificultad de probar la unanimidad de la doctrina en las primeras décadas del cristianismo.

En la historia posterior, la palabra "ortodoxia" fue utilizada con más frecuencia entre las Iglesias orientales, donde incluso se celebraba una fiesta anual de la ortodoxia, que en Occidente, donde los papas parece que evitaron el uso del término. El concilio Vaticano II utiliza el adjetivo "ortodoxo" sólo una vez, al afirmar que la devoción mariana debe mantenerse dentro de los límites de la doctrina ortodoxa (LG 66).

Para la teología fundamental la noción de ortodoxia plantea varias áreas importantes de reflexión. ¿Cuál es la relación entre revelación y ortodoxia? Algunos han visto una especie de criterio de ortodoxia en la afirmación del Vaticano I:

"Además, debe creerse con fe divina y católica todo lo que está contenido en la palabra de Dios escrita o en la tradición, y lo que es propuesto por la Iglesia como objeto de creencia divinamente revelada, bien en un decreto solemne, bien en su enseñanza ordinaria universal" (DS 3011).

Aquí puede verse la ortodoxia bajo su aspecto formal -estar contenida en la Escritura o tradición y ser propuesta por la Iglesia como revelada indica qué doctrina es correcta y, por tanto, debe ser creída. Éste es un criterio cuantitativo de ortodoxia; la ortodoxia se compone del conjunto de doctrinas que encajan en este criterio. Muchos teólogos actualmente sugieren que es necesario poner mayor atención en los aspectos materiales y cualitativos de la doctrina. Creer en el mensaje central del evangelio, el kerigma acerca de la muerte y resurrección salvadoras de Jesucristo, es ya creer en parte en el conjunto de la revelación cristiana. A este respecto, la afirmación del Vaticano 11 acerca de una l ` jerarquía de verdades" (UR 11) matizaría la aproximación más cuantitativa del Vaticano I a la ortodoxia.

La teología fundamental debería interesarse también por la relación entre ortodoxia y fe. A causa de la moderna "vuelta al sujeto", ha que dado claro que la fidés qua, o aspecto subjetivo de la fe, juega un significativo papel formativo en la captación por parte del creyente de la fides quae o verdad objetiva de la revelación. Aplicado a la ortodoxia, algunos han sugerido que la atmósfera pluralista de la sociedad contemporánea hace al acto de fe para cada individuo susceptible de una multitud de influencias culturales y filosóficas tal que la compleja estructura subjetiva de la fe de cada individuo se resiste a una fácil categorización como ortodoxa o heterodoxa. En esta linea es necesario preguntarse acerca de la relación entre ortodoxia y el sensus fidelium. La proclamación de dos de las doctrinas ortodoxas tenidas generalmente entre los más claros ejemplos de enseñanza papal ex cathedra, las doctrinas de la inmaculada concepción y de la asunción, estaba estrechamente ligada a la fe expresada por la inmensa mayoría de los católicos rómanos. La teología fundamental necesita investigar los modos en los que se puede "leer" el sénsus fidelium, así como el significado teológico del sensus fidelium entre los cristianos separados para esa fe ortodoxa que proporciona parte de la base de la plena comunión. La teología fundamental necesita demostrar cómo la ortodoxia puede incluir, como ha incluido siempre, una legitima diversidad.

Cuando una cultura es sensible a todo el esfuerzo humano de la historicidad y a la libertad y responsabilidad de los individuos en buscar la verdad, la ortodoxia puede connotar un tradicionalismo que no está abierto a crecer en la verdad y que está incluso irreflexivamente predispuesto contra explicaciones alternativas, legitimas, de la realidad. Sin embargo, al afirmar que tiene un mensaje verdadero, el cristianismo necesariamente afirma tener una "ortodoxia". Y a este respecto, el tema de la ortodoxia nos lleva a la frontera entre teología y filosofía. Hasta cierto punto, la ortodoxia implica que el cristianismo nunca puede permanecer neutral ante cualquier epistemología radicalmente relativa.

BIBL.: KASPER W., Zum Problem der Rechtgldubigkeit in der Kirche von morgen, en Kirchliche Lehre. Skepsis der Gltiubigen, FriburgoBasilea-Viena 1970, 37-96; METZJ.B. y $CNILLEBEECKX E. (eds.), Ortodoxia y heterodoxia, en "COIIC111UII1"Z3 (1987/4); IZENGSTORF H., DldaSko, didaskalia, heterodidaskaléo, en TWNT II, 137-168.

W. Henn