KEHL, Medard
(n. 1942)
DicEc
 

Jesuita, profesor de St. Georgen en Frankfurt desde 1976. Su primera obra eclesiológica es su tesis doctoral, dirigida por W. Kasper en 1976, Kirche als Institution. Zur theologischen Begründung des institutionellen Charakters der Kirche in der neureren deutschsprachigen katholischen Ekklesiologie, donde estudia a H. Küng, K. Rahner y H. U. von Balthasar, articula la institución eclesial con el concepto de «libertad concreta» forjado por Hegel en su fundamentación del derecho y propone unas pistas para legitimar el carácter formal de lo institucional.

A partir de este trabajo, Kehl se ha convertido en el especialista por excelencia de la reflexión sobre el valor de lo institucional en la Iglesia y lo ha desarrollado en Kirche-Sakrament des Geistes de 1979, en Hinfürung :pm christlichen Glauben de 1984, hasta divulgarlo ampliamente en su colaboración en el Traktat Kirche del Handbuch der Fundamentaltheologie de 1986 y en su importante manual, La Iglesia: eclesiología católica de 1992. Kehl quiere legitimar teológicamente que la figura sacramental de la Iglesia adquiere una forma institucional a partir de una triple clave: como signo del Espíritu identificador, integrador y liberador.

A su vez La Iglesia aparece como el mejor tratado católico del momento presente, y usa novedosamente el método fenomenológico como perspectiva global. Así, investiga la analogía socio-filosófica a partir de la teoría de la comunicación de K. O. Apel y J. Habermas, y de esta forma presenta la Iglesia como «unidad comunicativa de creyentes», formulación en la que convergen tanto la noción teológica de comunión como la noción sociofilosófica de acción comunicativa.

Otro aspecto novedoso es su reflexión sobre la Iglesia en el horizonte de la «modernidad» y el reto de buscar un «entorno social comunicativo». Todo este enfoque se ha desplegado de forma muy propositiva, y de alguna manera audaz, en ¿Adónde va la Iglesia? Un diagnóstico de nuestro tiempo de 1996, que recuerda el espíritu de K. Rahner en Cambio estructural en la Iglesia de 1972, ya que también quiere responder a las mismas preguntas: ¿Dónde estamos? ¿Qué tenemos que hacer? ¿Cómo podemos concebir una Iglesia del futuro? Todo, dentro de un espíritu plenamente eclesial que parte del amor a la Iglesia, en su realidad y a pesar de ella, tal como es.