GALILEO
(1564-1642)
DicEc
 

Galileo Galilei nació en Pisa en 1564. A la edad de veinticinco años ocupó la cátedra de matemáticas de su universidad; a los tres años se trasladó a la universidad de Padua. Toda su vida permaneció católico, aunque con tendencias anticlericales, no inusuales en su tiempo. Tenía un don para hacer amigos y especialmente enemigos. Esto fue probablemente tan decisivo para su caída como sus posiciones intelectuales. El trato que le dio Roma, sin embargo, hizo que recayeran las burlas sobre la Iglesia durante siglos.

Cuando Galileo enfocó su recién inventado telescopio hacia Venus y descubrió que este planeta tenía fases como las de la luna, se dio cuenta de que este hecho era un fuerte argumento en favor de la teoría de Copérnico, quien había supuesto que el Sol era el centro en torno al cual giraban la Tierra y los demás planetas. Publicó sus hallazgos en un panfleto titulado Sidereus nuntius (El mensajero de las estrellas). Cuando se le objetó que su teoría contradecía la Escritura redactó un texto para probar que la teoría era compatible con la Escritura y que no era intención de esta dar respuesta a los problemas científicos. Tenía razón, pero sin duda habría tenido menos problemas si hubiera dejado la discusión de esta cuestión a los teólogos. El asunto llegó a oídos de la Congregación romana del Índice, la cual decretó en 1616 que la teoría copernicana era en efecto contraria a la Escritura. Ningún escrito de Galileo fue puesto en el >Índice de libros prohibidos, pero el cardenal >Belarmino le informó de la decisión y le advirtió que en el futuro no enseñara ni defendiera dicha teoría. Se dijo luego que en aquella ocasión un oficial de la >Inquisición le había presentado un mandamiento judicial por el que se le amenazaba con severos castigos si volvía a enseñar o defender aquella teoría. Durante algunos años Galileo no quiso cuentas con la teoría copernicana, pero tras la elección al papado en 1623 de su amigo el cardenal Maffeo Barberini con el nombre de Urbano VIII, Galileo se sintió suficientemente libre como para empezar a escribir su Dialogo sopra i due massimi sistemi (Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo ptolemaico y copernicano), que era una defensa apenas disimulada de la teoría copernicana. Cuando en 1632 se publicó la obra, fue denunciada a la Inquisición. Se presentó como prueba en contra suya un documento que carecía de las firmas oficiales necesarias y que lo más probable es que fuera una falsificación. Dado que Belarmino había muerto ya, no pudo confirmar la alegación de Galileo de que este mandamiento judicial no se había llevado a efecto. Por haber violado el mandamiento judicial, Galileo fue condenado a permanecer bajo arresto domiciliario en sus tierras, cerca de Florencia. Allí escribió su obra más importante sobre la mecánica, que es la fundación de la física moderna. Su Diálogo, que había sido el motivo de su condena, fue incluido en el Índice de libros prohibidos, donde permaneció hasta el siglo XIX. Murió en Florencia en 1642. Al cabo de 360 años la sentencia condenatoria de 1633 fue anulada por la Santa Sede, con un discurso explicativo de Juan Pablo II el 31 de octubre de 1992 a la Pontificia Academia de las Ciencias. La Iglesia evitó cometer otro error semejante cuando en el siglo XIX empezaron a circular las teorías evolucionistas. El caso de Galileo sigue siendo una advertencia a la Iglesia ante todas las cuestiones referentes a la ciencia y la fe.