Emaús
DJN


En el primer libro de Macabeos (3, 57-4, 25) Judas Macabeo vence a Gorgias, general de Antíoco IV Epífanes en Emaús. Cfr. 1 Mac 9, 50. En el evangelio de Lucas (24, 13) se habla de Emaús como la aldea en la que los dos discípulos, uno de ellos llamado Cleofás, «reconocieron a Jesús al partir el pan». Una escena (Lc 24, 13-35) que se ha convertido en símbolo del encuentro existencial con Jesús resucitado. «Si tuviese que escoger en los evangelios (y quizá en la literatura universal) la página que me gustaría salvar de la nada sería la de los discípulos de Emaús» (JEAN GuiTToN, La Croix, 17 avril 1960). No extraña, pues, que se haya vertido tanta tinta intentando identificar Emaús. Juntamente con la tradición histórica entran en juego la toponimia, la arqueología, la paleografía y la crítica textual o estudio de los manuscritos.

La discusión gira en torno a Amwás (Nicópolis) y el-Qubeibeh. La primera localidad está situada a unos 29 kms. (160-170) estadios) al noroeste de Jerusalén, en el declive de la serranía que desciende lentamente hacia la llanura costera. La segunda se localiza a 11 kms. al oeste de Jerusalén (unos 60 estadios). Amwás coincide con el Emaús de Macabeos. A instancias del prefecto Julio el Africano, amigo personal de Orígenes, la ciudad recibe el nombre de Nicópolis el año 223 d. de Cristo. En tiempo de los árabes, el lugar comienza a llamarse Amwás. Con este lugar identifican muchos el Emaús de Lucas. Y las principales razones son las siguientes: -Los habitantes de Palestina solamente conocen un Emaús y lo sitúan a 160 estadios de Jerusalén. -Eusebio de Cesarea, dice que Cleofás, mencionado en el evangelio de Lucas, era de Emaús, que ahora se llama Nicópolis, villa importante de Palestina (Chronicon, ed. Lagarde, 262). S. Jerónimo, narrando el viaje de Santa Paula, afirma que "llegó a Nicópolis, que en otro tiempo se llamó Emaús, donde el Señor, dándose a conocer en la fracción del pan, convirtió la casa de Cleofás en iglesia" (Patrología Latina, XXII, 88). -Amwás-Nicópolis recibe una confirmación singular de todo el contexto evangélico. Si los dos peregrinos salieron hacia las ocho de la mañana de Pascua, pudieron llegar a Emaús hacia las dos o tres de la tarde, y estar de vuelta en Jerusalén a las siete u ocho de ese misma tarde, y antes si se sirvieron de caballerías.

Las excavaciones arqueológicas realizadas durante los años 1924-1930 por los dominicos de I'Ecole Biblique de Jerusalén, L. H. Vincent-F. M. Abel, hallaron en Amwás-Nicópolis una basílica de tres naves asentada sobre los cimientos de una villa romana de época tardía. Pero estos hallazgos lo único que prueban es la existencia temprana de una comunidad cristiana en Nicópolis. Esta es la teoría mantenida por los autores, principalmente de la órbita de L'Ecole Biblique de Jerusalén, como Vincent, Abel, D. Buzy, A. Brunot.

Otro grupo de investigadores sitúan el Emaús de Lucas en el lugar denominado el-Qubeibeh (a 11 kms. al oeste de Jerusalén). Y estas son algunas de las razones que aducen: -La distancia que exige el contexto evangélico cuadra mejor con el apunto de 60 estadios; y también con la nota de Marcos (16, 12): «se apareció a dos de ellos que iban de camino hacia el campo». -Flavio Josefo (Bell 7, 6, 3) menciona una «aldea» llamada Emaús a 60 estadios de Jerusalén. -Se puede demostrar que desde el siglo XII, con los Cruzados, existe una tradición palestina que identifica el-Qubeibeh con el Emaús lucano. Pero las ruinas de una basílica del siglo VI indican que la tradición puede remontarse a siglos antes de los Cruzados. Esta teoría es mantenida por 1. Schuster-J. B. Holzammer, B. Bagatti, A. Vaccari y otros muchos estudiosos. Otras localizaciones: Qolonjeh, a 30 estadios al oeste de Jerusalén; Abu Gosh, a 8 estadios. Pero de esto no hay tradición alguna.

Sin entrar a valorar ambas posturas, tarea que supera nuestra finalidad, sí conviene decir que la lectura mejor atestiguada es la de 60 estadios. «La tensión entre la variante mejor «60 estadios» y la tradición que relaciona este lugar con la ciudad más alejada, de Nicópolis, debe resolverse mediante la historia de las tradiciones» (J. WANKE, DENT, 1, 1356). No debe darse excesiva importancia a las precisiones topográficas y toponímicas en un relato fuertemente teologizado. Lucas sitúa el encuentro con Jesús resucitado en una secuencia de celebración eucarística. Jerusalén tiene un significado teológico. Ya no es tanto un mero centro geográfico cuanto el centro de una historia de salvación: aquí se han realizado los planes de Dios y de aquí parten el dinamismo y expansión de los hechos salvíficos. «El motivo de la partida o del regreso de los «discípulos de Emaús» subordina una antigua historia pascual a la intención del evangelista que quiere vincular con Jerusalén el kerigma de Pascua» (cfr. 24, 34) (J. WNAKE, DENT, 1, 1357).

BIBL. - B. BAGATTI, I monumenti di E. -el Qubeibeh e dei dintorni, Jerusalén, 1947; D. Buzy, Emmaús dans I'Evangile et la traditión, Bible et Terre Sainte, 36 (mars 1961) 4-5; EMMAUS, Cite pascale de la Fraction du pain, Bible et Terre Sainte, 36 (mars 1961), 5-11; J. WANKE, Emaús, en DENT, I, 1355-1357.

Carlos de Villapadierna