SEGUNDA LECTURA

La historia de la salvación es también y esencialmente la historia de la liberación progresiva del hombre respecto de todo lo que lo humilla y rebaja. Sin embargo, la plenitud de la salvación solamente se obtendrá al final. Mientras tanto, nunca se debe cantar victoria, sino seguir siempre animosamente en la lucha, con la esperanza de la resurrección como remate de todo el proceso de liberación.


Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15,20-26a. 28.

Hermanos:

Cristo ha resucitado,
primicia de todos los que han muerto.

Si por un hombre vino la muerte,
por un hombre ha venido la resurrección.

Si por Adán murieron todos,
por Cristo todos volverán a la vida.

Pero cada uno en su puesto:
primero Cristo como primicia;
después, cuando él vuelva, todos los cristianos;
después los últimos,
cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino,
una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.

Cristo tiene que reinar,
hasta que Dios «haga de sus enemigos estrado de sus pies".

El último enemigo aniquilado será la muerte.

Al final, cuando todo esté sometido,
entonces también el Hijo se someterá a Dios,
al que se lo había sometido todo.

Y así Dios lo será todo para todos.