SEGUNDA LECTURA

La evangelización debe ser una tarea gratuita y generosa. San Pablo, sin negarse a la posibilidad de que la comunidad financie la evangelización y "libere" al evangelizador, prefiere que este último se mantenga con sus propios medios y ofrezca el Evangelio absolutamente gratis.


Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 2,7b-9.13.

Hermanos:

Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos.

Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.

Recordad, si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios.

También, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios porque al recibir la Palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como Palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes.