33
HOMILÍAS PARA EL DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO
28-33
28. INSTITUTO DEL VERBO ENCARNADO
Sobre la Primera Lectura (Isaías 45, 1. 4-6)
El Profeta nos presenta a Ciro, llamado por Dios a realizar un plan de salvación:
- Es propio de los Profetas darnos la historia humana en clave teológica. La Historia Universal verá en Ciro uno de los célebres y orgullosos conquistadores. El Profeta ve en Ciro el instrumento que Dios se escoge. Ciro no honra, ni siquiera conoce a Yahvé (4), pero Yahvé le elige, le toma de la mano (1), le hace su Ungido = Cristo.
- Dios, por tanto, va a suscitar en el mundo pagano a la vista de Israel un tipo y esbozo del Mesias-Salvador. 'Ungido' o 'Cristo' era título Mesiánico. El Profeta se lo concede a Ciro. Es que por Ciro Israel recobrará la libertad. Tan luego el insigne guerrero hubo conquistado Babilonia firmó el decreto de libertad y repatriación de los judíos allí en cautiverio y esclavitud. Con esto prefigura al que nos dará la definitiva y plena libertad y salvación: Cristo-Jesús.
- Otra finalidad encierra la elección de Ciro. Debe preparar el triunfo de Yahvé. Día vendrá en que el Dios único y verdadero de Israel debe ser conocido y adorado por todos los hombres. Ciro, al tiempo que hace posible la resurrección de Israel, contribuye como el que más a que se extienda por todo el mundo la gloria del Dios único: 'A causa de Israel mi siervo te he llamado por tu nombre; Yo soy Yahvé; fuera de Mi ningún Dios existe. Yo te he ceñido, sin que tú me conozcas, para que se sepa, desde el sol levante hasta el poniente, que todo es nada fuera de Mi' (4-6). Ciro no es consciente de la obra providencial para la que Dios le ha elegido. Dios quiere que sea él quien acabe con el poder opresor de Israel: el Imperio babilónico. Que sea él quien otorgue libertad a Israel a fin de que el pueblo elegido pueda sobrevivir y ser el testigo y mensajero de Dios en el mundo.
Sobre la Segunda Lectura (1 Tes 1, 1-5)
Probablemente esta Carta a los Tesalonicenses es la más antigua entre las que conocemos de Pablo. Y posiblemente el escrito más antiguo del N. T. La escribe en Atenas o Corinto el año 50:
- El saludo a la Comunidad cristiana de Tesalónica armoniza Antiguo y Nuevo Testamento, mundo judío y mundo griego. La Comunidad es una Asamblea, una Iglesia unida en Dios Padre y en Cristo Jesús. Y Pablo la saluda con augurios de Gracia y Paz. Gracia (jaris) era el saludo helénico. Paz (shalom) era el saludo semita. Pablo une los dos augurios de: Gracia y Paz dándoles ya la plenitud teológica cristiana. Es Grada y Paz que derivan de Dios Padre y de Jesús Cristo y Señor.
- Por vez primera hallamos la tríada de las virtudes teologales (3). Pablo felicita a los Tesalonicenses por su fe actuante, su esperanza firme, su caridad desvelada. Felicitación que en otro momento de la Carta se toma invitación: 'Nosotros vivamos revestidos con la coraza de la fe y de la caridad; y en la cabeza el yelmo: La esperanza de la salvación' (5, 8). Estas virtudes teologales constituyen las armas ofensivas y defensivas del cristiano. Nos es permitido entrever el dinamismo y vitalidad de aquellas primeras células cristianas. Dinamismo que quizá hoy nos falta. No hace mucho nos avisaba el Papa: 'Hay que pasar: de un cristianismo pasivo y rutinario a un cristianismo activo y consciente; de un cristianismo tímido e inhábil a otro valiente y militante; de un cristianismo desunido a otro comunitario y asociado' (4-137-1971). Falta en muchos cristianos el fuerte latido de las virtudes teologales.
- Pablo infundía en sus cristianos este dinamismo porque él predicaba el Evangelio no sólo con palabras, sino también con Espíritu Santo (5). ' ¿Tendrá un cristianismo, privado de una profunda vida de oración la inspiración profética que le es necesaria para imponer entre los miles de voces que se oyen en el mundo la suya que salva?' (Paulo VI: 20-VII-1966). Necesitamos, pues, mensajeros de Cristo que puedan decir como Pablo: 'No os anunciamos el Evangelio sólo con palabras, sino también con Espíritu Santo y con plena eficacia' (5). Palabra y Espíritu, Evangelio y Eucaristía, forman el binomio indisociable así del creyente como del mensajero de la fe.
Sobre el Evangelio (Mt 22, 15-21)
Los Herodianos, de acuerdo en esto con los Fariseos, tienden un lazo a Jesús:
- Los Herodianos eran partidarios de la Dinastía de Herodes y, por tanto, de la política de Roma. Y son ellos los designados para denunciar a la autoridad romana la respuesta hostil al César que prevén va a pronunciar Jesús. Antes adulan a Jesús. Al declararle libre de servilismo (16) indican bien claro la respuesta que esperan de El.
- Jesús está muy por encima de toda política; les redarguye en razón de la moneda que ellos mismos le presentan (11). Aquella moneda es el símbolo de una autoridad que ellos prácticamente acatan. El cumplir los deberes de sumisión con aquella autoridad civil en nada se opone a que cumplan los deberes que les ligan a la autoridad suprema de Dios (21).
- El Concilio para orientarnos en situaciones difíciles nos dice: 'La Iglesia, que por razón de su misión y de su competencia no se confunde en modo alguno con la comunidad política ni está atada a sistema político alguno, es a la vez signo y salvaguardia del carácter trascendente de la persona humana' (G. S. 76). El Evangelio, por tanto, no crea ni rebeldes ni esclavos. El Evangelio predica y exige el máximo respeto a todo derecho: al derecho de la autoridad y a los derechos inalienables e inviolables de la persona humana.
- Es evidente la mala intención con que es presentado a Jesús este problema. Encerraba a la vez carga religiosa y carga política. ¿Debía Israel, pueblo teocrático y libre, ser tributario de una nación pagana y opresora? En efecto, todos los súbditos de Roma pagaban anualmente su: 'Tributum capitis': su contribución capital, amén de un sin fin de tributos indirectos y aduaneros.
Si Jesús se declara por la ilicitud del tributo, será inmediatamente denunciado a Roma; y condenado a muerte. Es precisamente lo que buscan los manipuladores de la pregunta.
Lo más bochornoso es que entre los testigos y embrolladores están los Fariseos. Enemigos del régimen opresor, no tienen inconveniente en llenarse las manos de 'denarios' y monedas romanas.
Jesús a tan liosos interrogadores les responde contestando no a lo que preguntan sino a lo que debían haber preguntado. Y de ahí el acento que pone Jesús en el segundo miembro de su respuesta: 'Dad a Dios lo que a Dios pertenece.'
Y todo precedido del apóstrofe: ' ¡Hipócritas!', con que los califica y desenmascara.
tomado de José Ma. Solé Roma (O.M.F .),"Ministros de la Palabra" , ciclo "A", Herder, Barcelona 1979.