SEGUNDA LECTURA
Las relaciones entre las comunidades eclesiales y sus dirigentes deben ser esencialmente dialogales, huyendo de una doble tiranía: la aristocrática y la democrática. Un ministerio en la Iglesia es meramente un servicio, no una imposición.
Comienzo
de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1,1-3.
Yo Pablo llamado a ser apóstol de Jesucristo, por voluntad de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Jesucristo, al pueblo santo que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo Señor nuestro y de ellos. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, sea con vosotros.