barra-01.gif (5597 bytes)

H O M I L Í A

barra-01.gif (5597 bytes)

SANTIAGO

APÓSTOL

PATRONO DE ESPAÑA

Santiago_1.gif (389808 bytes)

PARA VER LA IMAGEN AMPLIADA HAGA CLIC SOBRE LA MISMA

 

-NUESTROS ESQUEMAS

¿Cuáles son nuestros esquemas de comportamiento? ¿Qué es lo que vemos a menudo en nuestro mundo, en nuestra sociedad, incluso en nuestras comunidades cristianas? Afán de poder. Ganas de ser importante, de figurar. Luchas por conseguir pasar delante de los demás. Codazos para poder salir en la foto. La convicción de que, sin nosotros, no funcionaría nada o todo se derrumbaría. Utilización de técnicas publicitarias: se trata de vender imagen. Preocupación por el espacio y el tiempo de permanencia en los medios de comunicación: sólo vale lo que se publica.

Control de todo y de todos, no fuera que alguien actuara por cuenta propia. Ahorrarse que la mayoría piense y se organice: hay más que suficiente con que algunos tengan iniciativas y las ofrezcan a todos los demás. Cortar de cuajo cualquier posibilidad de discrepancia. Esconder información... por el bien de todos, claro está.

Marcar siempre las distancias, pero hacer gestos de acercamiento: eso gusta a los súbditos. Un cuerpo de funcionarios numeroso, que asegure una maquinaria incomprensible para todo el mundo pero que asegure la permanencia. Crear dependencia dando como favor aquello que ya corresponde como derecho, o exigiendo como obligatorio lo que es opcional. Acumular cuantas más prerrogativas mejor: si el poder está muy repartido, el sistema se hunde.

Ofrecer, claro está, posibilidades de evasión: así se descubren los perturbadores, y es bastante fácil después poner los dientes largos con algún cargo; son pocos los que se resisten...

 

-NUESTROS ESQUEMAS SE VAN AL TRASTE

"No será así entre vosotros".

¡Cuánto tiempo hacía ya que los doce iban con Jesús.... y aún no le habían comprendido! La madre de Santiago y Juan pide los lugares de privilegio y de poder para sus hijos, y los otros diez, tontos, se enfadan contra los dos hermanos.

También nosotros hace tiempo que conocemos a Jesús y a menudo damos la impresión de no haberlo comprendido mucho, o nada. Y es que ver el mundo con los ojos del Dios de Jesús supone invertir nuestros esquemas: para nosotros, vale y es importante el que está arriba; según el Dios de Jesús cuenta el que sirve, el esclavo, es decir, aquel en quien nadie se fija, aquel que hace el trabajo que nadie valora, aquel que es tratado como un inferior.

¡Cuánto tenemos que aprender todavía los cristianos! Pero podemos hacerlo. Santiago y Juan y los otros diez, con el tiempo, también fueron aprendiendo. Tanto, que llegaron a proclamar sin ambages que "obedecer a Dios es primero que obedecer a los hombres". Por fin habían asumido la manera de ver del Dios de Jesús. Y hemos recordado que precisamente Santiago fue el primero de los doce que, como Jesús, dio la vida. El, que quería el poder y la gloria, fue asesinado por el poderoso de turno. Había cambiado de armas, porque había cambiado de esquemas.

 

-"NO SERÁ ASÍ ENTRE VOSOTROS"

El camino de conversión de los doce y, en particular, de Santiago puede ser una llamada y acicate para todos nosotros. También nosotros podemos cambiar. También nosotros podemos ir haciendo realidad una iglesia en la que no haya gobernantes ni súbditos, poderosos y esclavos, unos arriba y otros abajo. Pero, para que eso sea posible, hay que ir deshaciendo muchos malentendidos y perder muchos miedos. Y hay que volver, claro está, al Evangelio sin prejuicios.

Es cierto que hay que estar mínimamente organizados, y que ello implica una cierta estructura. Pero lo que no se puede hacer es olvidar, de hecho, que todos somos hermanos, hijos de un único Padre. Es cierto que entre nosotros tiene que haber diversas funciones. Pero dejando siempre claro que, si alguien tiene que ser tratado como más importante, es precisamente el servidor, el esclavo, el que da realmente la vida por los demás. Tendrían que resonar siempre en nuestro interior, en nuestro corazón, en nuestras comunidades, en nuestros movimientos, en nuestras parroquias, las palabras de Jesús: "No será así entre vosotros".

Que la comunión con la vida de Jesús, a través de la Palabra y de la Eucaristía, nos lleve a la conversión, a saber hacer como Santiago, que finalmente comprendió que comulgar con Jesús comporta vivir como él, que se ha hecho esclavo de todos. Que también nosotros encontremos finalmente dónde se encuentra la verdadera gloria y vivamos de acuerdo con el hallazgo.

J. M. GRANE
MISA DOMINICAL 1991, 11


bluenoisebar.jpg (2621 bytes)