JERUSALÉN

 Juan Manuel Martín Moreno, sj.

 

I.-    Emplazamiento

II.-   El Templo

III.- Lugares de la pasión

 

 

I.- EMPLAZAMIENTO

 

Comenzaremos con el estudio de la ciudad de Jerusalén, donde tuvo lugar la muerte y resurrección de Jesús y el nacimiento de la primera comunidad cristiana, que desde Jerusalén se irá propagando por el mundo entero.

Jerusalén era una ciudad cananea al tiempo en que los israelitas conquistaron la tierra de Canaán. Estaba habitada por la tribu de los jebuseos y tenía el nombre de Jebús. Durante toda la época de los Jueces, los israelitas no fueron capaces de conquistarla porque era inexpugnable.

Solo en el tiempo de la monarquía fue conquistada hacia el año 1.000 a.C. por el rey David, que hizo de ella la capital de su reino incipiente, dada su situación estratégica entre las tribus del norte y las del sur. Para prestigiar su nueva capital hizo trasladar allí el arca de la alianza que era el símbolo máximo de la identidad de las tribus israelitas. Salomón el hijo de David, construyó allí el gran templo que fue famoso en la antigüedad.

Jerusalén fue conquistada y destruida por los babilonios el año 589 a.C. Al retorno del exilio no recuperó la importancia que había tenido en la época de la monarquía, y fue solo la capital de una pequeña provincia persa, y luego de una provincia helenística.

Solo con los macabeos volvió a ser la capital de un reino independiente poderoso y amplió mucho su territorio y su importancia. También Herodes la embelleció con toda clase de edificios y sobre todo agrandó y dignificó el templo que alcanzó su máximo esplendor en su época.

El año 70 d.C. fue destruida e incendiada por las legiones romanas

En este mapa podemos ver la localización de Jerusalén dentro del mapa de Israel. Podemos observar que se encuentra en la montaña central, que constituye la espina dorsal del país.

Esa montaña central se divide en dos partes pero sin una transición demasiado aparente. Al norte queda la  montaña de Samaría que corresponde a las tribus de Benjamín, Efraím y Manasés. Al sur queda la montaña de Judá que pertenece a la tribu del mismo nombre.

Jerusalén se encuentra propiamente en la misma línea divisoria entre Benjamín y Judá. Fue esta posición geográfica una de las razones que motivaron a David en el siglo X a.C. a elegirla como capital del conjunto de tribus del Reino recién fundado.

Otras ciudades importantes que se localizan en Judá, en la parte sur de la montaña central son Belén y Hebrón.

 

Fijarse en las direcciones N S E y O indicadas en el ángulo superior derecho de la foto. 

A la derecha el Este, la cumbre del monte de los Olivos, y más al Este el desierto de Judá que cae hasta el Jordán y el Mar Muerto.

A la izquierda, el Oeste, la caída de la montaña hacia el Mar mediterráneo.

Jerusalén se asienta sobre unas colinas, delimitadas por tres torrentes:

a)a) El torrente Cedrón que corre paralelo al monte de los Olivos en dirección Norte-Sur, y que quiebra luego hacia el Este para ir a desembocar en el Mar muerto.

b)b) El torrente de la Gehenna procedente del Oeste, que tiene que hacer un quiebro para rodear la colina superior. Desemboca en el torrente Cedrón al sur de la ciudad, en el punto más bajo.

Estos dos torrentes son muy profundos y constituyen límites naturales al crecimiento de la ciudad, que nunca pudo crecer hacia el Sur ni hacia el Oeste de la Gehenna, ni al Este del Cedrón. La única posibilidad de crecimiento fue hacia el Norte.

c) El torrente intermedio llamado Tyropeum por los griegos. Es mucho menos profundo que los otros dos. Fluye de Norte a Sur y es el que separa las colina oriental de la colina occidental.

 

Podemos ver en la diapositiva la cordillera del monte de los Olivos que no es un monte, sino toda una fila.

Vemos también las tres colinas sobre las que se construyó la antigua ciudad de Jerusalén.

a) La más antigua es la colina oriental, entre el Cedrón y el Tyropeum. Es la más baja de todas. Fue sobre ella donde se asentaba la ciudad más antigua, la Jebús cananea, que fue conquistada por David hacia el año 1.000 a.C. La idoneidad de esta colina consiste en que en sus faldas está un manantial perenne de agua, el Guijón, que garantiza provisión de agua durante todo el año.

b) Al norte de esta colina y en una posición más elevada hay otra colina, el monte del templo. David trajo el arca de la alianza y la instaló en esa colina donde más tarde su hijo Salomón mandó construir el primer Templo.

c) Finalmente la colina más grande y la más elevada es la colina occidental, que hoy día es conocida erróneamente como monte Sión. (El verdadero monte Sión de la época bíblica era el monte del templo). Es solo en el siglo VIII a. C. cuando esta colina fue incorporada en parte dentro de las nuevas murallas que construyó el rey Ezequías. En la época de Cristo esta colina estaba plenamente incorporada en la ciudad. En ella se sitúa el Cenáculo, el y el palacio de Caifás.

 
 

Se puede ver en la diapositiva como fue creciendo la ciudad de Jerusalén. En la primera fase, la ciudad jebusea conquistada por David solo ocupaba la colina oriental. Salomón incorporó la colina del norte al construir allí el Templo. Ezequías incorporó también parte de la colina occidental en uno de los momentos de máximo desarrollo.

Tras la destrucción de la ciudad a mano de los babilonios, se volvió de nuevo a la casilla cero, y la ciudad postexílica abarcaba solo la colina oriental y el monte del Templo, como en el tiempo de Salomón.

Fueron luego los Macabeos y el rey Herodes los que ampliaron el perímetro de las murallas que alcanzaron sus máximas dimensiones en los tiempos del NT, justo antes de la total destrucción de la ciudad a manos de los romanos.

 

En la Jerusalén actual se distingue muy bien la ciudad vieja amurallada del resto de la ciudad moderna que empezó a desarrollarse fuera de los muros a partir del siglo XIX.

La actual ciudad vieja de Jerusalén esta dividida en cuatro barrios bien diferenciados: el barrio musulmán, el más grade y el más poblado, el barrio judío, el barrio armenio y el barrio cristiano.

Cada uno de los cuatro barrios ha ido siendo habitado en torno al lugar de culto principal de la comunidad respectiva.

El barrio musulmán creció en torno a la explanada con las actuales mezquitas. El barrio judío creció junto al muro de los lamentos. El barrio cristiano creció en torno a la iglesia del Santo Sepulcro, y el barrio armenio creció en torno a la catedral armenia (los armenios son también cristianos).

 
 

En el primer mapa vemos el perímetro de las murallas de Jerusalén en tiempos de Cristo (línea azul) y localizamos algunos lugares, como el templo, la torre Antonia, el palacio de Herodes y de Caifás, el cenáculo y el Gólgota.

En el segundo mapa vemos el perímetro actual de las murallas de la ciudad vieja de Jerusalén (línea marrón), localizando los mismos lugares. Veremos como algunos que estaban antes dentro de la muralla quedan ahora fuera (palacio de Caifás y Cenáculo), mientras alguno que estaba fuera (Gólgota) queda ahora dentro de las actuales murallas turcas (del s. XVI).

En el tercer mapa superponemos los dos anteriores. Vemos claramente las zonas que antes estaban dentro y ahora quedan fuera, y las zonas  que antes estaban fuera y ahora quedan dentro de la actual muralla.

Señalamos también en este tercer mapa el recorrido tradicional del Via Crucis desde el pretorio de Pilato hasta el Gólgota.

 

 

 

E

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II.- EL TEMPLO

 

En la imagen inferior de esta diapositiva puede verse la explanada del templo tal como está actualmente con los jardines y las dos mezquitas en la parte superior y el muro de los lamentos y la rampa moderna de acceso en la parte de abajo.

En la imagen superior puede verse una reconstrucción de cómo sería el templo de Herodes al que Jesús acudió tantas veces, en el que rezó desde niño, donde enseñaba a la muchedumbre. El templo que purificó expulsando a los mercaderes.

 

Reconstrucción en maqueta de la explanada del templo en tiempos de Jesús. Nótese la torre Antonia en el ángulo noroccidental; el pórtico real o basílica en el borde sur, con las dos puertas de Hulda en la parte de abajo.

Véanse las columnatas del pórtico de Salomón en los lados norte, oeste y este.

Distíngase el recinto sagrado del edificio que hay en mitad de la explanada, del resto de la explanada que era el atrio de los gentiles.

Dentro del recinto sagrado distinguimos un primer atrio de las mujeres, y más al interior el atrio de los sacerdotes, y el edificio del templo propiamente dicho.

 

Indicaciones sobre algunas de las partes más señaladas de la explanada.

En el centro en color marrón el recinto sagrado al que solo tenían acceso los judíos. Se ha encontrado una inscripción que prohbía el acceso de los gentiles a esta zona bajo pena de muerte.

Toda la parte verde era accesible también a los no judíos y se llamaba por ello atrio de los gentiles. Estaba rodeada por grandes pórticos con columnatas, llamados “pórticos de Salomón”

En el borde sur (abajo) estaba el atrio real, que era un edificio utilizado como Oficina y como Banco.

 

Algunas de las fotos que estamos exhibiendo están tomadas de una maqueta que existe en el jardín de un hotel de la Jerusalén moderna, en escala de 1/20.

En esta maqueta los especialistas en arqueología han tratado de reproducir cómo era la Jerusalén de tiempos de Cristo, décadas antes de su total destrucción a manos de los romanos.

 

El lugar donde estaba el edificio del templo era la cima de una colina. Pero Herodes quiso convertir la estrecha cima de la colina en una explanada muchos más extensa. Para eso tuvo que construir unos grandes muros de contención y rellenar el espacio entre los muros y la cima con grandes bóvedas o con escombros. De ese modo logró una explanada mucho mayor en la que colocar otros edificios y pórticos y espacio para la congregación de grandes multitudes.

 

Vemos ahora la fachada occidental con el gigantesco muro que Herodes construyó para prolongar la explanada superior. Este muro está hecho con piedras de un increíble tamaño, talladas en un estilo muy característico.

Señalamos con un recuadro la parte inferior del muro donde rezan actualmente los judíos, que tienen prohibido el acceso a la parte superior de la explanada done se encuentran actualmente las mezquitas.

 

Obsérvese la rampa que da acceso a los turistas que quieren subir a la explanada de arriba. A la izquierda de la rampa está la explanada inferior donde los judíos oran. A la derecha de rampa prosigue el mismo muro herodiano.

 

La parte del muro de contención donde los judíos han llorado durante siglos la destrucción del templo, está separada ahora en dos partes. La más grande es para los varones, a la izquierda, y la más pequeña para las mujeres, junto a la rampa. El muro funciona como sinagoga al aire libre en el que pueden tener lugar todo tipo de funciones religiosas.
 

Para entrar al recinto del muro los varones tienen que cubrirse la cabeza. En la oración de la mañana se ponen el chal de oración o taled con franjas azules o negras, y las filacterias en el brazo y en la frente.
 

El nivel donde oran los judíos hoy día no es el nivel de la época de Cristo. Con los derrumbes y con los huaicos se ha ido rellenando el terreno tapando ocho hileras de piedras.

Indicamos en la dispositiva los niveles correspondientes a distintas épocas de la historia. Vemos cómo ha ido subiendo el nivel en la Edad Media y en la época actual.

Al norte de la rampa, donde oran los judíos, no han querido hacer excavaciones arqueológicas pra respetar ese lugar en el que han orado durante siglos. Pero al otro lado de la rampa han excavado a los pies del muro para llegar al nivel de la época herodiana

 

Las hileras de la parte inferior del muro son las que han estado enterradas estos dos mil años y han sido recientemente expuestas. Puede verse la diferencia con las hileras de la parte superior que han estado expuestas a la intemperie todos estos siglos y de ven mucho menos nuevas.

Las grandes piedras que se ven en la parte excavada son las que cayeron desde arriba y rompieron el pavimento de la calles en el momento de la destrucción del templo a manos de los romanos. Han permanecido enterradas todos estos dos mil años.

 

Vemos en la diapositiva una ancha escalinata serpenteante situada en el muro occidental junto a la esquina en que se cruza con el muro meridional, sobrevolando la calle inferior mediante un arco que es hoy conocido como “arco de Robinson”. La escalinata da acceso a la explanada superior y desemboca en el pórtico real. Era usada para los que subían al templo a hacer negocios. Los peregrinos que subían a orar tenían que entrar por otras puertas distintas, como podían ser las dos puertas de Hulda en la fachada meridional.

Vemos ahora el muro herodiano en su tramo sur. Se distinguen en el muro dos puertas gemelas, las puertas de Hulda. Una era utilizada para entrar y la otra para salir. Ambas puertas tenían una escalinata de acceso. La de salida era mucho más ancha, porque normalmente en los actos masivos la gente se aglomera más al salir que al entrar.

Dichas puertas de Hulda daban a unos túneles en rampa que desembocaban en su parte superior en la explanada.

 

En el muro sur las hileras de piedras de abajo son de época herodiana. La parte superior es de época turca. Se distingue con claridad una de las dos escalinatas, la más ancha, que conserva losas en el suelo de época de Cristo. Jesús, María y los apóstoles han pisado muchas veces esas piedras cuando entraban en el templo por esas puertas que estaban habilitadas para los peregrinos.

En las ruinas hay varias piscinas rituales en las que los peregrinos tenían que sumergirse antes de entrar en el templo para purificarse. Solo se podía acceder al templo en estado de pureza ritual.

 

Podemos ver una esquina del pórtico de Salomón, la esquina noroccidental. Pegada al templo en esa esquina estaba la torre Antonia, construida por los romanos para controlar desde arriba todo lo que sucedía en el área del templo que era una zona muy sensible para posibles motines o rebeliones.

Vemos aquí ahora el recinto sagrado al que solo tenían acceso los judíos después de haberse purificado. Está situado en la parte central de la explanada y estaba todo rodeado de un muro que lo separaba del exterior.

El acceso principal se hacía a través de la Puerta hermosa (9), donde Pedro y Juan curaron a un paralítico. De ahí se pasaba al atrio de las mujeres (8), el más grande. Subiendo unas escaleritas había una segunda puerta de bronce, la puerta de Nicanor que daba acceso al patio de Israel, adonde solo  podían entrar los judíos varones. Contigua a este patio estaba el atrio de los sacerdotes donde estaba el gran altar de piedra para los sacrificios y seguidamente el edificio del templo propiamente dicho, que tenía a su entrada una puerta de bronce y dos grandes salas. La sala exterior o Santo, donde estaba el altar de los perfumes y el candelabro de los siete brazos, y en la sala interior, totalmente oscura y separada por un gran velo bordado de arriba abajo estaba el Santo de los santos, donde se guardaba el arca de la alianza.

A esta cámara interior solo tenía acceso el sumo sacerdote una vez al año, el día de la fiesta del Yom Kippur, o día de la expiación.

 

 

III.- LUGARES DE LA PASIÓN

 

Este es uno de los olivos centenarios del Huerto de los Olivos, situado al otro lado del torrente Cedrón  donde comienza la subida hacia el Monte de los Olivos. Allí esta el huerto donde Jesús oró la noche antes de morir. En ese huerto tuvo lugar el prendimiento, y de allí le llevaron a Jesús atado al palacio de Caifás para ser juzgado.

 

Los arqueólogos han desenterrado una calle con escalinata que desciende desde la colina oriental hacia el Tyropeum. Las losas de los escalones son de tiempo de Cristo. Por esta calle o por otra paralela, caminó Jesús la noche del Jueves Santo para ir desde el Cenáculo hasta Getsemaní. Y por ese mismo camino le llevaron atado horas después cuando le condujeron desde Getsemaní al palacio de Caifás.

 

En la actual diapositiva podemos ver una reproducción de la torre Antonia, desde donde los romanos controlaban la ciudad y el templo. Como ya hemos visto estaba adosada a la explanada del templo para mejor poder vigilar los movimientos de los judíos. En esta torre ha localizado la tradición el pretorio donde Pilato juzgó y condenó a Jesús.

Pilato tenía dos lugares donde parar cuando venía desde Cesarea a Jerusalén, la torre Antonia y el gran palacio que había sido del rey Herodes y estaba localizado al otro lado de la ciudad en la parte occidental. Los peregrinos que hacen el Via crucis actualmente por las calles de la Jerusalén vieja lo inician en el lugar donde estaba ubicada la torre Antonia.

 

Aunque la torre fue totalmente destruida en la guerra del 70, se ve muy bien la base de roca tallada sobre la que fue construida. Así podemos hacernos una idea de su forma y dimensiones. La torre estaba rodeada por profundos fosos, y de muchos reservorios de agua, que pueden apreciarse en esta maqueta.
 

Esta inscripción apareció en las excavaciones de Cesarea del Mar, donde los gobernadores romanos tenían su residencia habitual en el palacio construido por Herodes el Grande en un promontorio junto al mar.

Aunque la inscripción está parcialmente dañada, se puede recomponer en la primera línea la palabra: “TIBERIEVM” que alude a un monumento o templo consagrado al emperador Tiberio.

En la segunda línea se distingue el final de la inscripción NTIVS PILATVS, que sin duda alude al gobenador Pontivs Pilatvs el del evangelio.

En la tercera línea la inscripción está más dañada, pero los epigrafistas distinguen alguna de las letras letras que  corresponden al título del gobernador ECTVS IVD…E, que corresponden a PRAEFECTUS IVDEAE, prefecto de Judea. Antes de que apareciera la inscripción se discutía si el tíulo oficial de Pilato era el de Procurador o el de prefecto. Con el hallazgo de la inscripción no hay duda de que era el de Prefecto.

 

Al fondo la torre Antonia pegada a la explanada del templo.

En primer plano se ve la muralla occidental de la ciudad, y delante de la muralla la roca del Gólgota y al lado una cueva sepulcral que corresponde al sepulcro de Jesús.

Este lugar en tiempo de Jesús estaba cerca de la muralla pero fuera de ella. Estaba cercana a una de las puertas de la ciudad, cerca del camino concurrido. Probablemente la roca del Gólgota que asemejaba una calavera en lugar público de ejecución usado por los romanos. Los palos verticales estarían allí puestos de modo permanente. El reo portaba solo el madero transvesal sobre sus hombros.

En el entorno de la roca había un huerto, en una cantera de piedra ya abandonada. Varias de las cuevas de esta cantera eran utilizadas como sepulcros. Una de ellas era la que José de Arimatea cedió para que enterrasen en ella a Jesús.

Tanto los restos de la roca, como la cueva del sepulcro están ahora situados dentro de una única iglesia, la basílica del Santo Sepulcro.

El lugar actualmente queda dentro de la muralla turca, pero como hemos visto, en época de Jesús quedaba dentro de la muralla herodiana.

 

Como ya hemos dicho, la tradición cristiana sitúa en la Antonia el pretorio donde Pilato juzgó a Jesús. Por eso el Via Crucis comienza en la roca sobre la que estaba construida la fortaleza romana. Al otro lado de esa misma calle hay un convento franciscano de la flagelación donde se tiene la segunda estación del Via Crucis.
 

En un mapa de la ciudad vieja  de Jerusalén señalamos el recorrido actual que siguen los peregrinos desde el lugar donde estuvo la Torre Antonia hasta la basílica del santo sepulcro. Hay que atravesar un primer tramo del barrio musulmán e internarse luego en el barrio cristiano

Esta es una de las típicas callejas de la ciudad vieja de Jerusalén, con tiendas a ambos lados. Por estas calles, ante la indiferencia ce compradores y vendedores transcurre el Via Crucis que hacen los peregrinos llevando pesadas cruces. Pero no olvidemos que el nivel actual de la ciudad es varios metros más alto que el nivel de la ciudad en la época de Cristo.

Sorprende a los peregrinos el hecho de que el Calvario y el sepulcro estén tan cerca y puedan de hecho albergarse bajo el techo de una misma iglesia. Sobre los santos lugares cristianos el emperador Constantino hizo construir una impresionante basílica que fue más tarde destruida por los musulmanes. La iglesia actual es del siglo XII y fue reconstruida por los cruzados sobre las ruinas de la antigua basílica.

Sorprende a los peregrinos el hecho de que el Calvario y el sepulcro estén tan cerca y puedan de hecho albergarse bajo el techo de una misma iglesia. Sobre los santos lugares cristianos el emperador Constantino hizo construir una impresionante basílica que fue más tarde destruida por los musulmanes. La iglesia actual es del siglo XII y fue reconstruida por los cruzados sobre las ruinas de la antigua basílica.

Los romanos crucificaron a miles de judíos antes y después de la guerra del 70. En una excavación del norte de Jerusalén apareció un hueso atravesado por un clavo que sin duda correspondía al pie de un crucificado. Estudiando la trayectoria del clavo se puede uno hacer a la idea de cómo pudo haberse llevado a cabo la crucifixión de Jesús.

Por debajo del alar, metiendo la mano en el agujero es posible tocar el suelo de la misma roca.

 

Justo en el centro de la rotonda que hay debajo de la gran cúpula, está el templete con los restos de la roca horadada donde estuvo enterrado el cuerpo de Cristo. La iglesia es utilizada por diversas iglesias cristianas que tienen derecho a celebrar allí sus cultos. Una rígida ordenanza establece cuáles son los derechos respectivos de las cuatro Iglesias que tienen algún derecho sobre el templo: ortodoxos griegos, latinos, armenios, coptos y etíopes.

Debido a tantas construcciones y destrucciones, el sepulcro de Cristo está hoy día irreconocible, pero podemos hacernos una idea de cómo era viendo otras tumbas contemporáneas. La tumba estaba normalmente excavada en la roca y dentro había unas repisas sobre las que se colocaban los cuerpos. La entrada quedaba tapada por una gran piedra redonda corredera para evitar que entrasen animales.