CAPÍTULO II

EL PROBLEMA DEL JESÚS HISTÓRICO.

EL ACCESO A JESÚS POR LOS EVANGELIOS

  

Este panorama histórico se entrelaza con una exposición sistemática de las aportaciones clásicas que continuan siendo válidas en la investigación del Jesús histórico: la Historia de la Redacción, la Escuela Escandinava, la Nueva Hermenéutica y los Criterios de Autenticidad Histórica.

La Historia de las Formas clarifica el segundo lugar o estrato de los evangelios, atribuyendo a la comunidad primitiva un papel activo en la trasmisión del mensaje de Jesús; la Historia de la Redacción explicita el tercer nivel de los evangelios rescatando el papel de los evangelistas. Las otras tres aportaciones a la solución del problema del Jesús Histórico confirman y fundamentan la continuidad entre los tres estratos; la Nueva Hermenéutica lo hace a nivel de la teología, la Escuela Escandinava a nivel del lenguaje, y los Criterios de Autenticidad a nivel de la Historia.

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A.- Panorama histórico.

1.- Hasta el siglo XVIII.

Antes del siglo XVIII no se había llegado a plantear el problema de la autenticidad histórica de los evangelios. Protestantes y católicos opinaban que los evangelios merecían plena confianza y que presentaban una imagen fiel y auténtica de Jesús. No existía hasta entonces una verdadera crítica interna; cada escrito se le asignaba a su autor y ese autor era un apóstol o un discípulo, o un discípulo de los apóstoles muy cercano a ellos, y por tanto un testigo ocular o muy próximo a los hechos. Toda prueba de la credibilidad se centraba sobre elementos de crítica externa, tales como el autor, la fecha de composición, etc. Las dificultades que podían presentar los evangelios no incidían para nada en su historicidad, sino tan solo en la armonización de los cuatro. Esta fue la preocupación de Taciano en el "Diatesarón" del siglo II, de Agustín en "De Consensu Evangelistarum Libri Quattuor" hacia el año 400,, y del "Monotessaron" de Gerson en el Medievo.

2.- Período pre-bultmaniano (Siglos XVIII al XIX).

En la base de este criticismo histórico está la filosofía propuesta por F. Schleiermacher (1768-1834); filósofo religioso del romanticismo que reflexiona mucho sobre lo individual, lo concreto, lo irrepetible y el valor de lo singular. La consecuencia de esta filosofía fue muy importante para la interpretación de la Sagrada Escritura, pues gracias a ella se comenzó a buscar lo particular de cada evangelio y de cada libro de la Biblia.

a).- H.S. Reimarus (1694-1768).

Profesor de lenguas orientales, encontró en los evangelios una distinción entre el proyecto de Jesús y la intención de sus discípulos; para él Jesús fue un mesías político que soñó con establecer un reino temporal y con liberar a los judíos del yugo extranjero. De conformidad con esta teoría, Jesús no pudo haber formado una nueva religión ni hecho milagros, ni hubo nada extraordinario en su muerte, ni hubo resurrección, sino que su empresa fracasó y sus discípulos crearon la figura de Jesús, inventaron el mensaje de la resurrección y lo presentaron como Mesías.

De todo esto cabe subrayar que Reimarus introdujo la distinción entre el mensaje de Jesús y el mensaje de los apóstoles.

b).- David Friederich Strauss (1808-1837).

En su obra "La Vida de Jesús" este autor interpretó todo el mensaje neotestamentario dentro de la categoría de mito. Según él este mito es la trasposición y la representación, en términos de Historia, del ideal religioso de los primero cristianos. Siendo así, el Cristo de los evangelios sería un Cristo que fue mitificado a partir de elementos del judaísmo, del helenismo y de la experiencia cristiana. Jesús, en definitiva, es para Strauss un hombre ideal pero no histórico; por lo tanto habrá un desfase entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe, y debido a ello con los evangelios no se podrá lograr una biografía de Jesús.

c).- Escuela liberal de la Leben-Jesu-Forschung (siglo XIX).

(Escuela liberal de la búsqueda de la vida de Jesús).

Forman parte de esta escuela los autores H.J. Holtzmann, K.H. Weisacker, K.Hase, B. Weiss, D. Schenkel, A. Harnack, E. Renan y otros, convencidos de que sí es posible escribir una vida de Jesús a partir de las fuentes "históricamente puras", es decir, del evangelio de Marcos y de la fuente Q, documento que es común a Marcos, a Mateo y a Lucas.

La investigación de esta escuela perseguía el propósito de liberar la imagen del Jesús histórico de los retoques añadidos por los dogmas cristológicos y el Kerigma en la Iglesia primitiva. Trataba de encontrar al Jesús de Galilea; de descubrir al hombre Jesús tal como fue en realidad, ya que su vida y su religión debían tener un significado ejemplar para los cristianos.

d).- Reacción contra la Leben-Jesu-Forschung.

Martin Kahler escribió en el año 1892 la obra titulada "El llamado Jesús histórico y el Cristo de la Biblia". Este libro reacciona contra la investigación de la vida de Jesús, y dice que los modernos historiadores ocultan al Cristo bíblico, al Cristo de la fe y de la predicación, que es al que interesa conocer, porque del Jesús histórico poco es lo que podemos saber con certeza científica. Es por eso útil, dice este libro, el esfuerzo de la Teología Liberal por conocer la vida de Jesús.

Wilhelm Wrede, en 1901, escribió el libro "El secreto mesiánico en el evangelio de Marcos"; en él opina que el evangelio de Marcos no es un libro de historia, sino un relato elaborado bajo la influencia de motivos teológicos, porque Marcos no es un historiador sino un teólogo. Según Wrede el "secreto mesiánico" es una creación de la Iglesia primitiva, porque durante su vida pública Jesús no tuvo conciencia de ser el Mesías, ni expresó nunca esa pretensión, sino que fue la comunidad cristiana la que imaginó un secreto que Jesús habría mantenido oculto, para explicar el desnivel entre la vida real de Jesús y el culto rendido al Señor resucitado.

Conforme con lo anterior el evangelio de Marcos no ofrece una imagen real e histórica de Jesús. Considerado hasta entonces como el testimonio más fiel de la vida de Jesús, este evangelio pasó a revelarse también como un documento de fe; y como sobre él fundamentaba la Escuela Liberal su reconstrucción de la vida de Jesús, Wrede cuestionó el fundamento mismo de ella.

Albert Schwitzer, en su obra "Historia de la investigación sobre la vida de Jesús", escrita en 1906, demostró que este intento, que sin duda era el más importante de la crítica histórica del siglo XIX, era un rotundo fracaso por lo siguiente:

1o.- Porque se pedía a los evangelios algo que los evangelistas no se habían propuesto al escribirlos: la narración de la vida de Jesús.

2o.- Porque el Jesús que se buscaba reflejaba de manera preocupante el ideal humanitario, social y religioso de los que pretendían reconstruir sus rasgos y su carrera.. Ese Jesús que buscaban era un maestro del siglo de las luces muy al corriente de Dios, de la virtud y de la inmortalidad; otras veces era un genio religioso del Romanticismo; otras un amigo de los pobres y un campeón de las ideas sociales. Así pues, según Schwitzer, la Escuela Liberal se distrajo de su proyecto inicial; rechazó las interpretaciones dogmáticas de Jesús, pero las sustituyó por sus propios presupuestos filosóficos y sociológicos.

3o.- Porque aun los documentos que la Escuela Liberal tenía por históricos, Marcos y la fuente Q, se vio que eran documentos de fe.

Sin embargo la Escuela Liberal mostró muy bien .y sigue siendo válido. que el fundamento del cristianismo es la persona histórica de Jesús, y que el único camino para llegar a conocerla es a través de la historia. La Cristología tiene que afrontar el problema inevitable de la investigación y del método histórico, de otra manera caería en la increencia o en el fideísmo.

 

B.- Planteamientos clásicos.

1.- Historia de las formas. (K.L. Schmith, M. Dibelius, R. Bultmann, G. Bertram, M. Albertz).

a).- Introducción.

Después de un largo tiempo de búsqueda del Jesús histórico, la crítica está consciente ya de que nuestros evangelios son el resultado final de un complejo proceso de formación que se fue desarrollando durante un período de más de treinta años.

En la investigación de estos documentos se distinguen dos grandes movimientos: Uno desarrollado entre las dos grandes guerras mundiales desde 1920 hasta 1945, llamado la Formgeschichte, que significa Escuela de las Formas, y otro nacido con la postguerra, la Redaktionsgeschichte o Escuela de las Redacciones.

La Formgeschichte reconoció en la tradición oral una función que no había tenido en cuenta la crítica de las fuentes escritas; por su parte la Redktiongeschichte, reaccionando contra los excesos de la Escuela de las Formas, reconoció en los redactores (los evangelistas) una importancia decisiva.

b).- R. Bultmann.

Este autor radicalizó las posiciones de sus predecesores en lo que se refiere a: 1o.- La imposibilidad de alcanzar al Jesús de la Historia, siguiendo la escuela de Strauss y Kahler. 2o.- La categoría de mito para explicar gran parte del material evangélico, como Strauss. 3o.- La distinción entre el Jesús de la Historia y el Cristo de la fe, de Kahler. 4o.- La importancia del papel creador de la comunidad primitiva, de Reimarus y Wrede.

Para Bultmann el cristianismo nació con el Cristo predicado. A Bultmann lo que le interesa es el hecho mismo de la existencia de Jesús, su vida y su personalidad, pero a lo que Jesús dijo no le da mucha importancia. Sostiene, además, que hay una discontinuidad teológica esencial entre Jesús y el Cristo de la fe, porque: 1.- En lugar de la persona de Jesús, el kerigma propuso la figura del Hijo de Dios. 2.- Jesús proclamó la venida inminente del Reino, en cambio la Iglesia predicó al Cristo muerto por nuestros pecados y resucitado. 3.- Jesús habló de la obediencia al Padre, en cambio en el kerigma se habla de la obediencia a la Iglesia. Con estos tres argumentos, Bultmann llega a las siguientes conclusiones:

a).- Es utópico escribir una Vida de Jesús, porque los evangelios son confesiones de fe; en ellos se mezclan de forma tan enmarañada los elementos históricos y los elementos míticos que es imposible encontrar la verdad histórica y seguir la sucesión fiel de los acontecimientos.

b).- La fe tiene su justificación en sí misma, y debe liberarse de la precariedad de la investigación histórica.

Bultmann intenta reconstruir la vida de la comunidad cristiana primitiva posterior a la Pascua, y para ello propone hacer una desmitificación del Nuevo Testamento. Mito, para Bultmann, es hablar del mundo sobrenatural divino y trascendente en términos de nuestro mundo espacio-temporal. Mito sería toda representación en la que lo no cósmico aparezca como cósmico y lo divino aparezca como humano. Cuando el Nuevo Testamento habla del Hijo de Dios, de los milagros, de la transfiguración, de la resurrección o de Pentecostés, está recurriendo al lenguaje mítico.

De la reconstrucción que intenta hacer Bultmann, toma aquello que dice algo a nuestra existencia: Jesús tiene valor por la salvación, y no porque la de él, sino porque Dios se vale de él para darla. Dios se sirve del profeta de Nazaret y de su muerte en la cruz para hacer de ella el símbolo de la salvación.

c).- La Escuela de las Formas (Formsgeschichte).

La teoría clásica de las dos fuentes evangélicas, Marcos y Q, en cierto sentido no ha sido aun superada. No hay todavía ninguna explicación que haya logrado suplantar en forma decisiva a esta teoría, la cual hace depender de Marcos a Mateo y a Lucas en sus partes narrativas, y de la Quelle (Q) en los dichos y palabras de Jesús; esto en lo que refiere al material que es común de ambos evangelistas. Sin embargo, a pesar de sus muchos esfuerzos, esta teoría no ha podido explicar las partes propias de cada uno: más de una quinta parte en Mateo, y más de un tercio en Lucas. Por eso esta teoría ha tenido que dejar lugar a la Formsgeschichte.

El intento de la Fromsgeschichte (FG) es literario; se dedica a identificar, describir y clasificar las formas literarias de los evangelios para luego tender un puente que una a la forma literaria con el ambiente de vida que la engendró; de esa manera trata de determinar en qué ambiente pudo nacer y desarrollarse determinada forma literaria. A esta escuela le interesan las leyes que presidieron esa evolución, y así se convierte en un proyecto que da un paso de lo literario a lo histórico.

La consecuencia que obtiene la FG de su estudio es que la comunidad primitiva creó todo el proceso formativo de la tradición evangélica; sugiere así cuál es el primer nivel o estrado en la formación de los evangelios: la comunidad primitiva.

d).- Aportaciones de la FG.

1.- El Evangelio predicado.

La FG puso de relieve la importancia de la tradición oral. El Evangelio fue predicado, actualizado y aplicado a diversas situaciones de la Iglesia antes de ser puesto por escrito; conoció, pues, toda una vida, toda una tradición de interpretación. Durante 25 o 30 años la materia de los evangelios fue predicada en la Iglesia primitiva; sirvió para la misión, para la catequesis, para el culto, para la polémica, etc.; así fue como todo ese material evangélico se vio empapado de la vida de la Iglesia, y por eso lleva el sello de la actualización teológica de dicha comunidad.

2.- Los géneros o formas literarias.

No solamente aplica la FG los géneros literarios a los evangelios en forma global, sino que también lo hace con unidades literarias menores. La ambición de la FG era hacer un inventario completo de todos los géneros y subgéneros de los evangelios, como son los siguientes:

Los Paradigmas: Son relatos breves en los que el punto sobresaliente es un hecho o un dicho de Jesús, usado como modelo para ilustrar o corroborar una enseñanza; sus características son: estilo conciso, carácter religioso y edificante, brevedad y énfasis en las palabras de Jesús. Los paradigmas de la curación del paralítico (Mc 2,1s) y de las preguntas sobre el ayuno (Mc 2,18s) son muy antiguos, arrancan de las primeras predicaciones.

Las Novelle: (Novela) Provienen de una época en que se quería conocer más de la vida de Jesús. Estas piezas vienen mas bien de maestros que de predicadores y se caracterizan por ser amplias y tender a lo fabuloso. Pertenecen a este género la curación de un leproso (Mc 1,40-44), la tempestad calmada (Mc 4,35-41) y la multiplicación de los panes (Mc 6,35-44), que contienen algunos elementos no cristianos. Probablemente las iniciaron algunos maestros que con ellas hayan tratado de ampliar y comentar los paradigmas, y son históricas en cuanto que estén basadas en un paradigma.

Las Legende: (Leyenda) Son historias piadosas que tratan, por ejemplo, sobre la vida y la muerte de hombres virtuosos, y que pueden ser históricas o no serlo, porque el narrador se centra en lo edificante del ejemplo y no le interesa si el hecho ocurrió realmente o no. Dentro de este tipo la FG clasifica la presentación de Jesús en el Templo (Lc 2,22s), la curación de diez leprosos (Lc 17,12s) y el encuentro con la samaritana (Jn 4,1-42).

El Mito: El mito es una historia que de algún modo cuenta con la intervención de los dioses. Los mitos cristianos representan el ser y la acción de un Dios desconocido cuyo nombre es Jesús, o las epifanías de este Hijo de Dios celebradas en el culto y proclamadas en la predicación; por ejemplo el himno de Fil 2,5-11, las tentaciones en el desierto, la transfiguración, el bautismo de Jesús, etc.

Las Palabras o Dichos: Las palabras sapienciales, las figuradas, las parábolas, los llamamientos proféticos, las bienaventuranzas, los mandamientos breves y los desarrollados (Mt 5,43s.; Lc 6,27s,)

Los Apotegmas: (Bultmann) son dichos encuadrados en un pequeño marco escénico. Los hay polémicos, como las controversias con los judíos; didascálidos (didácticos), motivados por una curación o por una pregunta de los discípulos (Mc 3,1-6; 10,17-31), biográficos (Mc, 1,16-20), etc.

Las Herrenworte: O palabras del Señor, son aquellos dichos que no están revestidos de un cuadro escénico, constituyen una tradición independiente. Las hay sapienciales, que son máximas o exhortaciones (Mt 7,15-20; Mc 9,43-47); proféticas, en las que se habla de la salvación, de bienaventuranzas, de amenazas, etc., y legislativas, que dan reglas para la comunidad (Mc 10,11; Mt 5,17-19).

Con este tipo de análisis la FG mostró cómo la comunidad y su forma de vida configuraron la narración evangélica, y sobre todo su estructura molecular, la cual se parece a un mosaico de perícopas. La FG da así al traste con toda la teoría de las dos fuentes y con el testimonio de la tradición sobre los autores personales de los cuatro evangelios.

3.- La vida de la Iglesia.

A cada estilo o a cada forma literaria corresponde un sitz im leben (ambiente de vida), un contexto socioeconómico. Si es el ambiente el que impone la forma literaria, se sigue que el conocimiento de las formas conduce inevitablemente al conocimiento del ambiente que le corresponde. Se puede decir que estos ambiente son: 1o.- "Los de afuera", de paganos y judíos de la diáspora. La Iglesia adopta el estilo de la predicación misionera, kerigmática: el anuncio global de la Buena Nueva centrado en la muerte y resurrección de Cristo. Dentro de este ambiente se explican los milagros y los exorcismos (Cf. He 2,22; 10,38). 2o.- Ante los convertidos se da una forma estereotipada; así es como nacen los símbolos de la fe, y la perfección de la vida moral, con exhortaciones, perseverancia, vigilancia, etc. En este ambiente se evoca la fracción del pan, la enseñanza (parábolas) y los misterios de la vida de Jesús (bautismo, tentaciones, transfiguración, etc).

e).- Aspectos negativos de la FG.

1.- La tendencia a exagerar la fuerza creadora de la comunidad, como si se tratara de una comunidad anónima en la que todo se hubiera generado espontáneamente. No se habla de los apóstoles ni de los testigos de Jesús, de los jefes de la comunidad ni de las estructuras de la autoridad. Es cierto que el ambiente influye en el autor, pero no se puede decir con propiedad que en el ambiente esté la creación.

2.- Al centrar su atención sobre el papel de la comunidad, la FG infravalora el papel de los evangelistas, que así pasan a ser considerados como meros recopiladores.

3.- La FG, a través de las formas literarias, llega al conocimiento de los ambientes de vida y de la actividad de la Iglesia primitiva, pero lo hace de un modo inadecuado, ya que al hacer del análisis de las formas un instrumento del conocimiento histórico la escuela da un paso que va de la crítica literaria a la crítica histórica; por ejemplo, para Bultmann le basta con ver que los milagros evangélicos se parecen a los atestiguados en la literatura griega para concluir que tanto unos como otros carecen de valor histórico.

f).- Jesús y la comunidad prepascual (H. Shürmann).

1.- Introducción.

H. Schürmann intentó mostrar la continuidad entre Jesús y la comunidad primitiva, porque esta comunidad fue de hecho el punto de unión entre Jesús y los evangelistas. Para ello el primer paso era demostrar que hubo continuidad entre Jesús y la comunidad prepascual.

Schülmann sostuvo que hay entre uno y otra una verdadera continuidad de tradición, y que puede establecerse científicamente gracias al mismo método de la FG. Bultmann, por su parte, no aplicó este método al estudio de la comunidad prepascual; no por el método mismo sino por sus presupuestos dogmáticos, pues según él no hay tradición si no hay fe. Cree que la fe cristiana no comenzó sino hasta la Pascua, y que primero es la fe que la tradición.

2.- Punto de partida.

No se puede negar el hecho de que Jesús tuvo discípulos, y que todos formaban una misma comunidad con un ambiente propio; entonces habrá que investigar si ese ambiente pre-pascual se distingue del que hubo después de la Pascua.

Ya el hecho mismo de que un grupo de personas constituya una comunidad de discípulos nos indica que desde antes de la Pascua existía una adhesión de fe a la palabra y a la persona de Jesús. La experiencia de la Pascua dio a la fe de los discípulos una luz y un apoyo nuevos, pero esa discontinuidad no quiere decir ruptura. ¿No es, por el contrario, más coherente pensar que la fe en Cristo después de la Pascua sólo fue posible porque precisamente antes de la Pascua existía ya en los discípulos una fe embrionaria? Para reconocer la Pascua como el cumplimiento de las profecías mesiánicas era necesario, por lo menos, tener ya la sospecha del advenimiento del Mesías.

3.- Sitz im leben.

Schürmann distingue entre un sitz im leben (ambiente de vida) externo, constituido por las situaciones y actividades de la comunidad, tales como la vida litúrgica, misionera, catequética, y el ambiente interno constituido por las relaciones interpersonales y los ideales comunes.

En varias ocasiones Jesús dirigió su llamada a unos hombres a los que había reclutado para ser sus compañeros. La comunidad que así se formó no fue ocasional sino estable; la tradición es muy firme en este punto: los discípulos estuvieron siempre con él, y de esa manera se convirtieron en testigos de su vida y de su enseñanza. Esto exige una causa, unos discípulos que se sintieron seducidos por su maestro, fascinados por su palabra, cómo podrían dejar que esa palabra se evaporase o cayera en el olvido?

La fe de los discípulos en la palabra de Jesús nos sirve como principio metodológico considerando que como tal fue juzgada digna de ser trasmitida, y que podía serlo por la intimidad de la vida de Jesús con los suyos. Por otro lado, la palabra de Jesús suena a palabra decisiva, suena como la última revelación de Dios en la hora suprema de la llegada inminente del Reino.

4.- La actividad pre-pascual de los discípulos.

Son dos los factores de la vida de los discípulos que ayudan a asegurar el proceso de la tradición: la actividad misional y la vida en común.

a).- La actividad misional.

Si Jesús se propuso confiar a sus discípulos una misión, tuvo que prepararlos para que cuando ya no estuviera él pudieran cumplirla. Mateo, Marcos y Lucas afirman que Jesús los mandó a misionar ya desde antes de la Pascua (en esto Dibelius y Bornkamm están de acuerdo con los católicos). Revísense los versículos de Mc 3,14; Mt 10,5-6 y Lc 10,8-12, en ellos el contexto, el vocabulario y las ideas centrales son reflejo de la situación prepascual.

Es difícil pensar que Jesús enviara a sus discípulos a predicar sin darles antes los instrumentos para ello, sin explicarles los temas básicos de la predicación del Reino (Mt 10,7) y de la invitación a la conversión (Mc 6,12)

b).- La vida en común.

Los discípulos tenían que abandonar familia, bienes y profesión para seguir a Jesús. Esa acción tan radial se entiende tomando en cuenta la dedicación total que exige el Reino; con esa exigencia fundamental se relacionan varios logia:

** Palabras que justifican el riesgo de seguir a Jesús. Es una exigencia tan radical que solamente se explica en el contexto prepascual de un seguimiento personal al Maestro.

** Varios preceptos referentes a los discípulos se explican mejor antes de la Pascua, por ejemplo Lc 10,4-7 y 12,22-31.33.

** Algunas reglas de la comunidad, como la invitación a comportarse cono un servidor (Mc 9,35; Lc 22,27).

En conclusión, la tradición evangélica comenzó antes de la Pascua en el círculo de los discípulos; el iniciador de esa tradición fue el mismo Jesús, como lo dice 1 Jn 1,1s.: "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de Vida...". La discontinuidad que representó la Pascua no impidió un seguimiento de adhesión a la palabra y a la persona de Jesús; después de la Pascua Jesús fue mejor identificado, mejor comprendido, y su autoridad creció. Las actitudes que inspiraron y dirigieron la actividad de los discípulos son muy importantes para entender la tradición cristiana, pero la FG no se dio cuenta de ello.

 

2.- Historia de la Redacción (Redaktionsgeschichte).

a).- Representantes:

Günther Bornkamm estudió la perícopa de la tempestad calmada y demostró cómo interpretó Mateo el relato dentro del contexto de la vida apostólica y de la fe en la palabra de Jesús, por eso en el evangelio según san Mateo la lección sobre la fe precede al gesto de Jesús aplacando la tempestad; en cambio en el evangelio según san Marcos el milagro precede a los reproches del Maestro:

Marcos 4,38-40 Mateo 8, 25-27
"Maestro, ¿no te importa que nos hundamos? El, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: ¡Calla, enmudece! El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?". "Acercándose ellos le despertaron diciendo: ¡Señor sálvanos, que perecemos! Díceles: ¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe? Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza".
   

H. Conselmann, en su libro "El Centro del Tiempo" (1954), estudia la actividad redaccional de Lucas a partir de Marcos y de la Quelle; al leer en el versículo 16,16 que "La Ley y los profetas llegan hasta Juan; desde ahí comienza a anunciarse la buena nueva del Reino de Dios...", encuentra que el evangelista habla de tres épocas en la historia de la Salvación: La primera es el tiempo de Israel hasta Juan el Bautista; la segunta es el tiempo de Jesús, o centro del tiempo, hasta la Ascención; la tercera es el tiempo de la Iglesia hasta la Parusía; y considera que esta perspectiva teológica afecta a todo el evangelio de Lucas en su redacción.

Willi Marxen estudió algunos de los temas de Marcos, como son las tradiciones del Bautista, el marco geográfico, la noción del evangelio y el capítulo 13. Según este autor, Marcos interpreta la historia de Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, a partir de lo que ve Juan el Bautista.

W. Trillin, en 1959 publicó el libro titulado "El verdadero Israel" que habla sobre la teología de Mateo. Un ejemplo típico de su estudio es el análisis del proceso de Jesús ante Pilato (Mt 27,15-26). Trilling muestra cómo Mateo inclina toda la escena para responsabilizar a los judíos del resultado del juicio.

b).- Tipos de actividad redaccional de los evangelistas.

1.- Corrección estilística. Por ejemplo, en el pasaje de la tempestad calmada, Lucas utiliza el tiempo verbal griego llamado aorista en lugar del tiempo presente.

2.- Precisiones para dar claridad al lector, Por ejemplo en Lucas 22,69 dice que "el Hijo del Hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios", en tanto que en Marcos 14,62 dice solamente "el Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder".

3.- Omisiones; se elimina algo. Por ejemplo Mateo y Lucas omiten el versículo de Marcos 1,43-44, que dice "Le despidió al instante prohibiéndole severamente...".

4.- Adaptación. Por ejemplo en la parábola de los hombres que construyeron sus casas, Mateo 7,26 dice "...el hombre insensato que edificó su casa sobre arena", en tanto que Lucas en el pasaje paralelo (6,49) dice que "...un hombre edificó su casa sobre tierra"; esta adaptación de Lucas se debe a que probablemente sus lectores no estarían familiarizados con la arena del desierto.

5.- Transposición de perícopas. Lucas agrupa dos hechos del Bautista (3,1-20) que en Marcos están separados: la predicación (1,1-8) y el encarcelamiento (6,17-29).

6.- Transposición dentro de una misma perícopa. Un mismo relato es alterado; por ejemplo en las tentaciones de Jesús en el desierto, la tentación "Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo...", que en Lucas es la tercera (4,9), para Mateo es la segunda (4,6).

7.- Reducción de dos momentos a uno solo. En el relato de la resurrección de la hija de Jairo, Mateo no menciona a la delegación de criados de Jairo que van a anunciar la muerte de la niña (Mc 5,35). En Mateo 9,18 Jairo es la única persona que se presenta ante Jesús para decirle que su hija murió.

8.- Añadidura de una logia. Se trata de un logión (dicho) que aparece en diversos contextos; por ejemplo en la parábola de los obreros enviados a la viña, Mateo añade el versículo 20,16: "Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos", que también se encuentra en Mt 19,30 a propósito de la puerta estrecha para entrar al Reino.

9.- Añadido de un relato procedente de otra tradición. Por ejemplo, en el proceso de Jesús ante Pilato Mateo añade el versículo 27,19: "Mientras él estaba sentado en el tribunal, le mandó decir su mujer: .No te metas con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa". Este versículo probablemente procede de otra fuente.

10.- Abreviación de un documento fuente. Lucas y Mateo suelen condensar a Marcos, sobre todo en la parte narrativa; por ejemplo en la curación del endemoniado de Gerasa:

Mc 5,1-5: "Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y los montes dando gritos e hiriéndose con piedras".

Mt 8,28-29: "Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino. Y se pusieron a gritar...".

Lc 8,26-27: "Arribaron a la región de los gerasenos, que está frente a Galilea. Al saltar a tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre poseido por los demonios, y que hacía mucho tiempo que no llevaba vestido, ni moraba en una casa sino en los sepulcros...".

11.- Utilización de palabras gancho. A veces los evangelistas usan palabras que sirven de unión para diversos relatos; por ejemplo Mateo 6,5-13 usa la expresión "cuando oréis" para unir el Sermón de la Montaña con el Padre Nuestro.

12.- Unión de perícopas aisladas. Lucas y Mateo tratan de presentar unidas perícopas que en Marcos aparecen sin ninguna conexión, para ello usan expresiones tales como "en aquel tiempo", .entonces", "después de esto", etc., que tienen solamente un valor literario; sin embargo en algunas ocasiones esas expresiones son del tipo teológico, y resultan de mucha importancia para la interpretación del texto; por ejemplo al final de las tentaciones en Lc 4,13, se añade "Acabado todo género de tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno"; de este modo se anuncia la futura manifestación del diablo en la Pasión (Lc 22,3-53).

13.- Los sumarios. Son una especie de síntesis que el evangelista hace como un medio de transición de una perícopa a otra. Son composiciones personales y por eso nos revelan la teología del autor; un ejemplo de ellos es Mateo 4,23-25, sumario con el que el evangelista pasa del llamamiento de los cuatro primeros discípulos al sermón de las bienaventuranzas.

14.- Indicaciones geográficas, que algunas veces tienen sólo su valor geográfico, como Nazaret, Cesarea de Filipo, Naim, Emaús, etc., pero que en otras tienen algún contenido teológico: El sermón de la montaña para Mateo ocurre precisamente en una montaña, y para Lucas sucede en una llanura. Es que Mateo ve en Jesús al nuevo Moisés que desde lo alto de la montaña promulga una nueva Ley, mientras que Lucas ve a la montaña más bien como un lugar adecuado para la oración solitaria.

15.- Referencias al Antiguo Testamento. Todos los evangelistas ven en Cristo el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, pero Mateo lo hace de una forma más viva porque se dirige a una comunidad judeo-cristiana, como lo manifiesta su fórmula "Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta" que aplica en diversos pasajes, como en 1,22; 2,5.15.17; 3,3; 4,14-16; 8,7; 12,7.17; etc.

16.- Dramatización de una escena. Un relato que era sombío en Marcos se transforma en dramático en otro autor, por ejemplo la curación de la hija de la sirofenicia de Mc 7,25-30 aparece dramatizada en Mt 25,22-24.

17.- Interpretación teológica de la tradición. Por ejemplo, a la condición de llevar la cruz (Mc 8,34), Lucas añade "cada día" para expresar que se trata de llevarla durante toda la existencia.

c).- Valoración de la Escuela de las Redacciones.

La Escuela de las redacciones (RG) presenta las siguientes características: 1o.- Presupone continuamente la validez de la teoría de las dos fuentes, Marcos y Q; por eso es que se aplica sobre todo a los evangelios sinópticos, y se vuelve más hipotética cuando se trata de Juan y Hechos. 2o.- Recupera el papel de los evangelistas, estableciendo que fueron guiados por imperativos personales, literarios y teológicos. 3o.- El riesgo principal de seguir esta Escuela es que ignora prácticamente la relación de los evangelistas con Jesús. La FG había establecido una ruptura entre la Iglesia y Jesús; la RG produce una ruptura entre los evangelistas y Jesús.

La Escuela de las Redacciones deja señalada la presencia de dos intermediarios entre Jesús y nosotros: la primitiva comunidad cristiana y los evangelistas. Las aportaciones de las escuelas que veremos a continuación intentarán mostrar que existe continuidad entre Jesús y nosotros.

 

3.- Lenguaje y actitudes de la comunidad primitiva.

(Escuela Escandinava. Representantes: B. Gerhardson y H. Riesenfeld).

Esta Escuela trata de percibir cuales fueron los reflejos espontáneos de la comunidad primitiva frente a Jesús y a su palabra, o sea de conocer la estructura mental de dicha comunidad. Se intenta así fundamentar la posibilidad de fidelidad de la Iglesia primitiva hacia Jesús, y la fidelidad de los evangelistas hacia la Iglesia. Esto puede demostrarse a partir de algunos vocablos clave que se repiten con tanta frecuencia que posiblemente reflejan la conciencia de la comunidad primitiva.

b).- Parádosis, o tradición.

1).- En las cartas de san Pablo.

San Pablo antes de convertirse fue un judío observante de la Ley (Gal 1,13-14) y de todo el rigorismo de la tradición, y al convertirse al cristianismo siguió observando la misma conducta.

Paralambanein (= recibir) y paradodonai (= trasmitir) son dos palabras griegas que equivalen a las hebreas quibbel (= recibir) y masar (= entregar), las cuales en 1 Cor 11,23 se aplican en relación a la Ultima Cena, y en 1 Cor 15,3 a la muerte y resurrección de Jesús; con ellas quiso el apóstol Pablo subrayar la fidelidad con que había trasmitido lo que recibió; así declara que no ha escrito nada propio, que únicamente trasmite lo que ha recibido, y se trata de aspectos tan fundamentales para la doctrina como la Ultima Cena y la Resurrección.

En otros escritos se encuentra la misma actitud, pide a los tesalonicences portarse según lo que han recibido de él, de Pablo: "Sabéis, en efecto, las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús" (1 Tes 4,2), y en 2 Tes 2,15: "Así pues, hermanos, mantenéos firmes y conservad las tradiciones que habéis recibido de nosotros, de viva voz o por carta" (confróntese también Flp 4,9; 1 Cor 11,1; Col 2,6-7; Gal 1,9). Se tiene, pues, en el cristianismo primitivo, tanta conciencia de fidelidad como en el judaísmo.

La segunda carta a Timoteo contiene otro ejemplo de la influencia judía que hay en Pablo, al enumerar los cinco eslabones de la tradición: De Cristo (1,10) a Pablo, apóstol y doctor (1,11), a Timoteo, discípulo de Pablo (1,6), a los fieles (2,2) y a los demás (2,2). Este es el mecanismo judío para indicar que se trata de algo conservado fielmente.

En las cartas pastorales, Pablo utiliza también el término parathéke (=depósito) en lugar de parádosis. En 2 Tim 1,13-14 dice: "Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús. Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros". Decir que una comunidad vive bajo el signo de la parádosis significa que vive bajo el signo de la fidelidad a la tradición, y no de inovaciones.

2.- En el judaísmo tardío.

Gerhardsson y Riesenfeld han estudiado la naturaleza y los medios de trasmisión de la tradición judía. La Torá o Pentateuco es objeto de una enorme veneración, y hay tres tipos de instituciones que se encargan de asegurar que se trasmita con toda fidelidad, ellas son: 1o.- Las escuelas de copistas profesionales. 2o.- Las escuelas elementales donde se enseña la Torá, a leer y aprender el texto sagrado. 3o.- Las lecturas públicas en las sinagogas.

En la pedagogía rabínica se siguen además dos principios básicos: 1o.- Memorizar. Bajo la dirección de un maestro (un tannaim, especialista en memorización), el discípulo aprende de memoria el texto. 2o.- La conservación inalterada del texto aprendido de memoria, con el uso de resúmenes o sumarios, secuencias rítmicas, paralelismos, antítesis, palabras clave, etc.

3.- En el judaísmo cristiano.

Estos mecanismos del judaísmo para la trasmisión de la tradición también están presentes en la Iglesia primitiva, como se puede verificar en el texto de Papías que aparece en la Historia Eclesiástica de Eusebio, en el que habla del valor de la tradición oral.

La persona de Jesús no puede comprenderse sin la tradición judía. Desde el comienzo de su actuación fue considerado como un maestro de Israel; al igual que los rabinos, enseñó en las plazas públicas y en las sinagogas, y al igual que los rabinos tuvo que animar a sus discípulos para que aprendieran de memoria su enseñanza. La tradición cristiana tuvo que irse desarrollando entonces de dos maneras: 1a.- Con el Midrash o interpretación de la Escritura, a la luz de la enseñanza de Jesús, igual como el judaísmo lo había hecho con la Torá. 2o.- En forma de respuestas a las preguntas doctrinales, como la haggada judía, y a los problemas de la vida. El trabajo de actualización e interpretación del Nuevo Testamento, hecho en esta forma, es similar al que se hace en el judaismo.

c).- Testigo.

La palabra griega martyr.(= testigo), sea en forma de sustantivo o de verbo, aparece 198 veces en el Nuevo Testamento. Este título de testigo se le da principalmente a los apóstoles y son cuatro los rasgos que lo definen: 1o.- Han sido elegidos por Dios, como los profetas (He 1,24-26). 2o.- Han visto y oído a Cristo (He 1,21-22) y por lo tanto tienen una experiencia directa de él, de antes de su muerte y después de su resurrección. 3o.- Han recibido de Cristo la misión de dar testimonio de lo que han visto y oído. 4o.- Al aceptar esa misión adquirieron un compromiso, y por eso anuncian el evangelio con seguridad (He 4,20). Estas cuatro condiciones para ser testigo también las debieron haber reunido los dos candidatos propuestos para suceder a Judas, cuando Matías fue electo (He 1,21-26).

Son los apóstoles el lazo de unión entre Jesús y la Iglesia. Ya en He 1,13 se da una lista de los apóstoles, y se manifiesta que son ellos los que aseguran la continuidad entre la comunidad cristiana de antes y después de la Pascua. Ellos son testigos de la vida de Jesús desde su bautismo, pero también son testigos de su resurrección: "Nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo" (He 5,32). En otro pasaje, He 10,37-41, se reúnen estos dos elementos de su testimonio: "Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo; cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él, y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar colgándole de un madero; a éste, Dios le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de aparecerse, no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos".

d).- Apóstol.

Esta palabra tiene el significado de un delegado que ejerce una misión en nombre de alguien, gozando de poderes plenipotenciarios dados por quien lo envía. Es un embajador con autoridad conferida por el que lo manda a su misión: "En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que lo envía" (Jn 13,16).

En su carta más antigua, que es la primera a los Tesalonicences, escrita cerca del año 51, san Pablo se presenta como apóstol de Cristo diciendo: "Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables" (1 Tes 2,7), y en 2 Cor 5,20 anota: "Somos embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros". Así se evidencía que en la mentalidad de la Iglesia primitiva se tuvo conciencia plena de la relación de fidelidad que hay entre el delegado y el que delega en él, entre el apóstol y Cristo.

e).- Diákonos, y diakonía de la Palabra.

El título de diákonos se aplicó en un principio a los misioneros itinerantes (Rom 16,1; 1 Cor 3,5, etc.) y posteriormente a los colaboradores de los apóstoles, como Tito, Lucas, Marcos y Timoteo. Pablo se presenta a sí mismo como diákonos (ministro) de la Iglesia y del Evangelio (Col 1,25), del mismo Cristo (2 Cor 11,23) y también como siervo suyo (Rom 1,1; Tit 1,1). Por otra parte, diakonía significa tanto el servicio de la Palabra como el servicio material de las Iglesias locales con la colecta (2 Cor 9). Para He 6,4, la diakonía es el más elevado de los servicios cristianos al estar al servicio de la proclamación de la Buena Nueva de la Salvación, porque se trata de difundir la Palabra de Dios (6,2; 6,7; 11,1), la Palabra del Señor (8,25).

f).- Enseñar, predicar, evangelizar.

Lo que los apóstoles anuncian, predican, proclaman y enseñan, es la Buena Nueva de Jesucristo (He 5,42), lo que se refiere a la doctrina de Jesús (He 18,25); el elemento unificador es siempre Jesús, el Cristo. El objeto de este anuncio, de esta predicación, de la proclamación, es siempre Jesús de Nazaret en su vida, en su muerte y en su resurrección.

g).- Conclusión.

Un grupo humano que explícitamente muestra su empeño en trasmitir íntegramente lo que ha recibido (paradosis), en atestiguar lo que ha visto y oído (testigo), en actuar como delegado y representante (apóstol) y en resaltar este servicio por encima de todos los demás (diakonía), es un grupo que vive bajo el signo de la fidelidad. El rechazo de la Iglesia sobre los libros llamados apócrifos y los escritos de los gnósticos, así como la elaboración de un canon, son reflejos de esta conciencia de fidelidad; así pués, a nivel tanto del lenguaje como de la mentalidad, vemos que hay una base firme para admitir la continuidad entre Jesucristo y la Iglesia primitiva.

 

4.- Nueva Hermenéutica.
(
Arte de interpretar los textos sagrados)

a).- Representantes.

Esta escuela debe su nombre a la obra de J. M. Robinson titulada "The New Hermeneutic", publicada en Nueva York en 1964, sin embargo fueron los autores E. Fuchs y G.

Ebeling los que dieron cuerpo a esta doctrina. Básicamente la aportación de esta escuela a la solución del problema del Jesús histórico consiste en una nueva concepción de la Historia.

b).- Presupuestos.

1).- Concepción positivista de la Historia.

La concepción positivista de la Historia dominó la opinión general durante en siglo XIX. Según este criterio, su objeto es dar una imagen exacta y completa del pasado a partir de fuentes consideradas históricamente puras.

La epistemología positivista presupone que se pueden registrar los hechos en su estado bruto, neutral, eliminando toda interpretación de ellos, de tal modo que se pueda hacer una especie de registro o fotografía fiel del pasado.

2).- Reacción contra este concepto.

Schleiermacher, teólogo del mismo siglo XIX, propuso una teoría diciendo que para evaluar la interpretación de un texto no se puede prescindir del lector, que se acerca activamente a ese texto aportanto su propia formación y sus conocimientos.

El autor W. Dilthey estableció una distinción entre las ciencias naturales (Naturwissenschaften) y las ciencias del espíritu (Geisteswissenschaften): En las ciencias naturales se trata, dijo, de explicar un fenómeno, mientras que en las ciencias humanas se trata de comulgar con una experiencia; por eso una explicación que pretenda excluir toda interferencia del sujeto en estas últimas será ilusoria y utópica. Este mismo camino de acceso a la experiencia ajena no puede ser mas que la experiencia misma, ya que la vida posee una riqueza que escapa del proceso racional. Sólo la vida puede encontrar a la vida, y esto solo es posible mediante una comprensión preliminar; es decir, de una semejanza de la experiencia vital entre el lector y el autor.

M. Heidegeer aseguró que el problema de la existencia es el problema central de la filosofía, y que el hombre es un sujeto que surge a la existencia proyectándose hacia el porvenir en las decisiones en que afirma su libertad; la Historia, entonces, es más verdadera en cuanto mejor llega al corazón de esas decisiones. El hombre tiene frente a sí una multiplicidad de opciones y de posibilidades, pero debe elegir, y esa elección es parte de su misma existencia. El futuro es una dimensión siempre presente en el vivir humano.

c).- E. Fuchs y E. Ebeling. La Nueva Hermenéutica.

Los elementos propuestos por los autores Schleiermacher, Dilthey y Heidegger fueron empleados por Fuchs y Ebeling para crear la Hermenéutica Teológica o Nueva Hermenéutica. Sobre la forma en que esta escuela interpreta al Nuevo Testamento se tiene lo siguiente:

1o.- Para Fuchs y Ebeling es el texto el que interpreta la existencia; para Bultmann, en cambio, era la existencia la que interpretaba al texto, de manera que todo lo que no le dijera algo a nuestra existencia resultaría mítico. Para la Nueva Hermenéutica en cambio, el texto refleja una experiencia, y ésta es la que hay que buscar.

2o.- La Hermenéutica debe transformar esa experiencia antigua, fijada en el texto, en una palabra viva y actual que nos interpele como la original interpeló a sus primeros lectores.

3o.- El lenguaje auténtico no es tanto informativo cuanto interpretativo. Si se trata de un texto religioso, el acontecimiento del cual se deriba será un acto de fe; por eso mientras el lector no tenga fe no podrá comprender plenamente ese texto. Al leer un texto evangélico y tratar de interpretarlo el lector tiene que sentirse aludido, obligado a tomar una decisión, invitado a escoger aquella visión propuesta por Jesús en el texto.

d).- El estatuto de la Historia y la condición del historiador.

Autores: H.G. Gadamer; obra: "Verdad y Método".

H. I. Marrow; obra: "Théologie de l.Histoire".

1.- El conocimiento histórico.

Es a partir de su visión del porvenir que el hombre se va construyendo a sí mismo. El paso de una situación por venir a una presente se lleva a cabo por medio de la opción, de la elección, de la decisión y finalmente de la ejecución. El hombre asume una de las posibilidades de su futuro, y por esa acción se realiza.

Según esta perspectiva, la historia es la realidad del hombre en cuanto que se construye según un ritmo de intención-realización, de proyección-ejecución, y al mismo tiempo que el hombre edifica su historia personal va construyendo la historia universal. El término "historia" sin embargo es ambiguo; puede designar la historia vivida, pasada, o bien la historia narrada, escrita. Los autores distinguen entre historia e historiografía, historia e Historia, histoire y Geschichte.

Los hechos van acompañados siempre de su interpretación, por eso el ideal del positivismo de llegar a conocer los hechos puros, neutrales, no existe. Por ejemplo, si se encontrara a Juan muerto en forma violenta, para ser objetivo habría que decir: "Juan fue hallado cubierto de sangre y con dos balas en el cuerpo", ya que decir que fue asesinado o que se suicidó sería hacer una interpretación personal de los hechos.

Todo hecho se manifiesta como un acto, pero también como una interpretación sin la cual el hecho se volvería un caos, ya que sin tener un juicio que los afirme los hechos quedan confusos para el hombre, faltos de explicación. Si por ejemplo, un hombre da vida a un proyecto el historiador podrá luego recuperar el hecho, pero al hacerlo tendrá varias posibilidades de interpretarlo porque fueron también varias las posibilidades que se le presentaron al autor.

2).- Aplicación a los evangelios.

Según la visión que acabamos de exponer, los evangelios están mucho más cerca de la noción histórica de lo que suponía el Positivismo, y es que los evangelios describen hechos pero también dan el sentido de ellos. El asumir la voluntad del Padre y cumplirla hasta la muerte se puede decir que es el sentido mismo que Jesús le dio a su vida, tal como se encuentra registrado en los evangelios; pero aún suponiendo otras interpretaciones sobre la intención de Jesús, como podría ser su pretención divina, salen ganando los evangelios porque al no darnos solamente el hecho sino también su interpretación nos hacen relativamente más fácil la reconstrucción de lo sucedido. Sobre este tema hay que destacar dos cosas:

1o.- Algunas veces los evangelios indican junto con el hecho el sentido que tiene tal o cual acontecimiento; por ejemplo la muerte de Cristo no se presenta en ellos solamente como el fallecimiento de una persona, sino que se resalta también el carácter oblativo de esa muerte.

2o.- El texto se presenta como una interpretación (Nueva Hermenéutica); por eso el hecho de encontrar la interpelación que hizo Jesús a sus discípulos, y luego notar su coincidencia con la interpelación actual, nos da bases para asegurar su historicidad. La conciencia de la Iglesia pre-pascual no se trasmitió con hechos fríos, sino con hechos significativos.

Jesús, como todo hombre, tuvo infinidad de posibilidades y optó por una de ellas; y esa acción implica una diversidad de interpretaciones, mayor aún luego que su mensaje fue actualizado. Sin embargo se puede llegar a la verdadera interpretación de la actuación de Jesús; es decir, se puede retomar el sentido que el propio Jesús dio a su vida y al mensaje que nos heredó.

5.- Criterios de autenticidad histórica.

a).- Introducción.

Comienza el estudio de estos criterior a partir de 1954 con E. Kasemann, R. Bultmann, F. Musnner, H. Schurmann, H. Conselmann, W. Trilling, X. Leon-Dufor, C. Martini y otros en una primera fase, y se comienza a sintetizar en una segunda fase a partir de 1964 con H. McArtur, I. de la Potterie, L. Cerfaux, M. Lehmann, J. Jeremías, J. Caba, E. Schillebeeckx, F. Lambiasi y F. Lentzendeis.

En esta escuela hay una gran diversidad en número, nomenclatura y valor atribuidos a cada criterio. El discurso que hace sobre los criterios no es un trabajo de crítica literaria sino de crítica histórica, porque la crítica literaria busca encontrar lo que dice un texto a partir del análisis de sus estratos, de las formas literarias y de las tradiciones anteriores, pero en los evangelios lo que la crítica debe intentar es rehacer la historia de la tradición hasta llegar a los datos más antiguos; allí comenzaría el trabajo para ver si ese texto en sus estratos más lejanos es históricamente verdadero.

b).- Criterios fundamentales.

1).- El criterio del testimonio múltiple.

Se puede considerar como auténtico un dato evangélico cuando está sólidamente atestiguado en todas las fuentes, por ejemplo en Marcos visto como fuente de Mateo y Lucas, en la Quelle como fuente de Mateo y Lucas y en las fuentes particulares de Mateo y de Lucas; o también en la mayor parte de los escritos del Nuevo Testamento, tales como Hechos, Juan, Pablo, cartas de Pedro, Juan, Santiago, etc. Este criterio tiene mayor peso si el hecho al que se aplica se encuentra redactado en varias formas literarias: en milagros, parábolas, relatos de llamadas, controversias, etc. Por ejemplo el tema de la misericordia con los pecadores aparece como parábola en Lc 15,11-32, como controversia en Mt 21,28-32, como milagro en Mc 2,1-12 y como vocación en Mc 2,13-17.

En los estudios históricos se aplica el siguiente criterio: un testimonio concordante procedente de fuentes diversas y no sospechosas de estar vincualas entre sí, es auténtico. El criterio contrario sería que el testimonio de uno solamente, es testimonio nulo. Aplicando este criterio de testimonio concordante al concepto del Reino de Dios, o Reino de los Cielos, encontramos que aparece en todas las fuentes evangélicas: 27 veces en Mateo solo, 13 veces en Marcos solo, 12 veces en Lucas solo, 9 veces en la Quelle, Mateo y Lucas, 2 veces en Juan y varias veces en las demás fuentes del Nuevo Testamento.

2).- El criterio de discontinuidad.

a).- Discontinuidad con el judaísmo:

Este criterio de autenticidad nos dice lo siguiente: Se puede considerar como auténtico un dato evangélico que no puede reducirse a las concepciones del judaismo o a los conceptos de la Iglesia primitiva; estos son algunos ejemplos de ello:

1.- "Pero yo os digo...", palabras de Jesús en las que no se apoya en citas del Antiguo Testamento, ni habla de parte de Dios como lo hicieron los profetas, sino por sí mismo.

2.- Discontinuidad con el Antiguo Testamento, sobre todo superando los conceptos de la Ley y realizando acciones más amplias que las expectativas mesiánicas.

3.- Llamar a Dios con la palabra Abba.

4.- Al utilizar el pasivo divino para referirse a Dios sin nombrarlo. Forma oral de expresión que aparece muchas veces en boca de Jesús: 23 veces en la Quelle, 27 veces en Mateo solo y 25 veces en Lucas solo. Esta forma se utiliza en la literatura apocalíptica para los tiempos escatológicos, pero Jesús la aplica para los tiempos presentes.

5.- Con el paralelismo antitético, que es un modo de expresión típicamente semítico y aparece más de 10 veces en los dichos de Jesús, pero que en ellos, a diferencia de la forma en que se usa en el Antiguo Testamento, el énfasis está casi siempre en la segunda parte; por ejemplo: "Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen" (Mt 5,43-44).

6.- Con la actitud de Jesús ante la Ley, no respetando el sábado, ni el ritual de purificaciones, ni el ritual de alimentos.

 

b).- Discontinuidad con la Iglesia primitiva:

1.- El bautismo que recibió Jesús era un bautismo para pecadores, ¿cómo pudo la Iglesia primitiva inventar una acción que contrastaría tan violentamente con su fe? Un criterio semejante puede aplicarse a las tentaciones en el desierto.

2.- El llamamiento que hizo Jesús a sus discípulos está en discordancia con el sistema seguido con los rabinos, en el cual eran los discípulos los que escogían al maestro. También existe discordancia entre los discípulos de los rabinos y los discípulos de la Iglesia primitiva, porque en ésta eran escogidos como tales quienes tenían fe en Jesús.

3.- A pesar de la admiración de la Iglesia primitiva por los apóstoles se conservó el registro de sus errores y defectos, un ejemplo de ello son las negaciones de Pedro.

 

3.- El criterio de conformidad o continuidad.

Se puede considerar como auténtico un dicho o una acción de Jesús que esté en estrecha conformidad no solamente con su época y ambiente (sea lingüístico, geográfico, social, político, religioso, etc.), sino además y sobre todo que sea perfectamente coherente con la enseñanza esencial de Jesús; como ejemplos tenemos:

a).- Continuidad externa, con el ambiente:

1.- Situaciones histórico-políticas que concuerdan con el cuadro narrado por otros autores, con personajes históricos como Cirino, Herodes, Caifás, Pilato, etc.

2.- Situaciones geográficas confirmadas por la Arqueología, tales como Tiberiades, Genesaret, Cafarnaúm, Cesarea de Filipo, etc.

3.- Ambiente cultural: El lenguaje es el que se usaba en la época, arameo en Galilea. La ropa, las costumbres, las habitaciones, los alimentos, los oficios; todo ello propio de Palestina en el tiempo de Jesús.

4.- Situación religiosa: La rivalidad entre fariseos y saduceos, las controversias rabínicas, la espera mesiánica y escatológica, el centralismo cultual del Templo, todo ello confirmado por los escritos apócrifos y los rollos de Qumran.

b).- Continuidad interna, con el mensaje:

Habiendo obtenido un núcleo del texto bíblico ya aprobado por el criterio de dicontinuidad, es posible ahora completarlo aplicando el criterio de continuidad; así por ejemplo, al analizar el tema del Reino de Dios, el criterio de discontinuidad se aplica a las parábolas, las bienaventuranzas, el Padre Nuestro, etc., y el criterio de continuidad a la utilización de las formas judías de expresión: el pasivo divino (Mc 4,11), el paralelismo antitético (Mt 5,19), etc.

 

4).- El criterio de la explicación necesaria.

Si ante un conjunto considerable de hechos o datos que exigen una situación coherente y suficiente se ofrece una explicación que ilumina y agrupa armónicamente todos estos elementos, podemos decir que estamos en presencia de un dato auténtico. Por ejemplo la actitud de Jesús frente a la Ley y a las autoridades judías, las prerrogativas que se atribuye, la seducción que ejerce, etc., tienen sentido solamente admitiendo en Jesús una personalidad única y trascendente.

Otro ejemplo lo tenemos en la narración de la resurrección de Lázaro, con la que el evangelista Juan ilumina tres hechos: la decisión que tomaron las autoridades judías de terminar con la vida de Jesús (11,47-53); la unción en Betania (12,1-3), que puede explicarse como un gesto de gratitud de María, la hermana de Lázaro, y la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, que el evangelista Juan explica diciendo "Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído que él había realizado aquella señal".

Este criterio es muy importante en temas que son clave para la Cristología, sobre todo en lo que respecta la la filiación divina. ¿Cómo explicar que desde el comienzo del cristianismo en los Hechos de los Apóstoles, en las Cartas Paulinas, en las fórmulas de la fe, en la predicación, etc., Jesús haya sido presentado siempre como el Cristo, el Señor, el Hijo de Dios? No es una explicación aceptable decir que esto fue creación de la mucha imaginación de alguien; es más lógico pensar que este acuerdo unánime de los miembros de la Iglesia primitiva tiene su razón de ser en la existencia misma de Jesús.

c).- Criterio secundario: el estilo vital de Jesús.

Este criterio trata de seguir el estilo de vida de Jesús, esa huella inimitable que toda persona forma con lo que hace y dice en la vida.

De Jesús, los componentes de estilo de vida se obtienen principalmente por dos caminos: De su lenguaje, que se caracteriza por reflejar la conciencia que tiene de sí mismo respecto a poseer una majestad singular, solemne, sacra, plena de autoridad, pero que a la vez refleja sencillez, bondad, etc. Por otra parte su comportamiento, que siempre muestra amor por los pecadores y compasión por los que sufren y por los oprimidos; y al mismo tiempo una dureza implacable contra los autosuficientes, los hipócritas y los mentirosos; y su actitud, que hace una constante referencia a Dios. El mismo se proclama servidor de todos, buen pastor, amigo de los pobres y de los pequeños, él es el que dice "Yo os digo...", "el que construye sobre mi palabra...", "Ven y sígueme...", "Levántate, camina...".

d).- Criterios mixtos.

En algunas ocasiones los indicios literarios entran en composición con uno o con varios de los criterios históricos, se trata entonces de un criterio mixto. Hay dos tipos principales de criterios mixtos: los de inteligibilidad interna y los de interpretación diversa.

1.- Criterios de inteligibilidad interna del relato:

Cuando un dato evangélico está perfectamente inserto en su contexto inmediato o mediato y es además perfectamente coherente con su estructura interna, es decir, con los elementos que lo componen, se puede pensar que se trata de un dato auténtico. Sin embargo esta condición no basta por sí sola para demostrar la autenticidad de un relato o de un conjunto de perícopas porque esta situado todavía en el indicio literario; para tener validez en el plano histórico este dato evangélico deberá apoyarse en uno o en varios criterios, ya sean del testimonio múltiple, la discontinuidad, etc., y el conjunto de ellos constituye un criterio mixto.

Tenemos para ejemplo de lo anterior que los cuatro evangelios presentan como motivo de la muerte de Jesús la hostilidad del Sanedrín debido a sus pretensiones de ser el Mesías y de ser igual a Dios (Jn 10,33; Mc 14,60-64). Todos los evangelios señalan también el motivo político de su muerte, y el hecho de que se haya puesto sobre su cruz la inscripción "El rey de los judíos". Hay aquí una coherencia interna entre el proceso, la actitud del Sanedrín ante los romanos, y la inscripción puesta en la cruz; esta coherencia interna del relato está además confirmada por el criterio del testimonio múltiple de los tres evangelios sinópticos, del evangelio de Juan y de los Hechos.

2.- Interpretación diversa, acuerdo en el fondo:

La diversa interpretación que presenta un evangelio respecto de otro sobre una misma enseñanza o un milagro de Jesús es un fenómeno que corresponde a la actividad redaccional de los evangelistas, pero que en el fondo común nos remonta hasta Jesús mismo; así por ejemplo, el hecho de que Lucas haya subrrayado el alcance social de las bienaventuranzas mientras que Mateo haya destacado más bien su sentido moral, permite reconstruir la forma primitiva que más probablemente tuvieron en la tradición oral; sin embargo será la aplicación de los criterios de dicontinuidad y de conformidad lo que permitirá pasar de la etapa literaria a la etapa histórica en este ejemplo, pues se trata de un criterio mixto.

Otro ejemplo que podemos citar se encuentra en la parábola del banquete, que en Lucas 14,16-24 significa que los hombres están invitados a la alegría mesiánica presentada bajo la figura conocida de un banquete, pero que desprecian la felicidad prometida por culpa de la atención que prestan a sus necesidades terrenas, entonces los lugares que dejan vacíos los invitados serán ofrecidos a los pobres. Mateo, que escribe para los judeo-cristianos, convierte en 22,1-14 esta misma parábola en una alegoría que se aplica a la historia de Israel: Los judíos invitados a gozar del Reino han despreciado la invitación, han matado a los profetas y han perseguido a los apóstoles, por eso los soldados romanos destruyeron Jerusalén y los gentiles entraron en la fe, ellos van a ocupar los puestos en el Reino que estaban destinados a los judíos. Como se ve, las interpretaciones son diversas, pero hay un fondo común en ambos evangelios, que es la invitación al Reino.

Así es como los criterios del testimonio múltiple y de conformidad apoyan un indicio literario para poder llevarlo al plano histórico.

e).- Conclusiones sobre los criterios de historicidad.

La primera conclusión que podemos obtener se refiere al uso de estos criterios. La prueba o demostración de la autenticidad histórica de los evangelios se basa en el uso convergente de varios criterios, y aunque en algun caso concreto se pueda aplicar un criterio concreto, por ejemplo el del testimonio múltiple, en la mayor parte del material o bien se da la convergencia de varios de ellos, o un solo criterio se ve confirmado por otro. Cuando se trata de los temas principales de los evangelios, por ejemplo el tema del Reino o de los milagros, se encuentran varios de ellos convergentes.

La segunda conclusión se refiere a la extensión y a la calidad del material evangélico atestiguado como auténtico mediante la aplicación de los criterios de autenticidad; este material comprende lo siguiente:

** El ambiente lingüístico, humano, social, político, económico, cultural, jurídico y religioso.

** Las grandes líneas del ministerio de Jesús; los comienzos en Galilea, la exaltación del pueblo y de los apóstoles ante los prodigios realizados, la progresiva falta de comprensión, el ministerio en Jerusalén, el proceso político y religioso, la condenación y muerte.

** Los grandes acontecimientos de la vida de Jesús: el bautismo, las tentaciones, la Transfiguración, la enseñanza sobre la inminente venida del Reino, la invitación a la penitencia y a la conversión, la enseñanza en parábolas, las parábolas del Reino, los miilagros y exorcismos como signos del Reino, la traición de Judas, la agonía, la crucifixión, la supltura, la resurrección.

** Las controversias con los escribas y los fariseos sobre las prescripciones relativas al sábado, la pureza legal, el divorcio, los impuestos.

** La actitud antitética de sencillez y de autoridad, de pureza absoluta y de compasión por los pecadores, por los pobres, los enfermos y los oprimidos; la actitud de servicio llevada hasta la entrega de la vida.

 

** Las fórmulas de una Cristología obscura, a veces enigmática: El signo de Jonás, el signo del Templo, el Hijo del Hombre, etc.

** Las logia que señalan el rebajamiento de Jesús y lo constituyen inferior a Dios.

** La repulsa de un mesianismo político y temporal. La predicación de un Reino al que se entra por el camino de la penitencia, de la conversión, de la fe.

** Las pretensiones admirables que se manifiestan en las antítesis del Sermón de la Montaña, en las actitudes respecto a las relaciones con Dios, en su identificación con la figura del Hombre profetizado por Daniel.

** La vocación y la misión de los apóstoles, su exaltación y más tarde su falta de comprensión, su traición y su abandono.

Todo este material ya ha sido investigado por diversos autores; y a medida que se vaya investigando mejor irá creciendo el material reconocido como auténtico, hasta llegar a cubrir el Evangelio entero.

La tercera conclusión se refiere a la actitud del historiador respecto a los evangelios. Después de una aplicación rigurosa de los criterios de historicidad se ha visto que no se puede sostener lo que Bultmann decía: "De Jesús de Nazaret no se sabe nada, o casi nada"; más aún, no es solamente el criterio de Bultmann lo que debe cambiar, sino que toda la actitud de duda respecto a los evangelios es la que debe modificarse.

Durante casi medio siglo se ha mantenido frente a los evangelios un prejuicio sistemático de sospecha, recayendo siempre sobre ellos el peso de la prueba. Luego de los estudios sobre los criterios de autenticidad histórica que a partir de 1950 se han venido haciendo, ya no es posible sostener esa actitud de los maestros de la sospecha que va en contra de los argumentos mismos de la Historia. Esto quiere decir que está bien fundamentado el presupuesto de que los evangelios merecen toda la confianza, mientras que carece totalmente de fundamento el prejuicio de que los evangelios no son dignos de ella.

 

C.- Itinerario para llegar a Jesús a través de los evangelios.

Nuestro objetivo es conocer a Jesús de Nazaret tal como se manifestó durante su vida, tal como lo vieron y conocieron sus primeros testigos, y tal como puede ser pecibido actualmente por el exégeta que trabaja con los medios propios de la Historia. Nuestros evangelios nos presentan realmente unas superestructuras complejas en las que el Jesús de los testigos se ve como recubierto por el Cristo de la fe. La fe en el Señor Jesús como que ha hieratizado al Jesús terreno. Por otra parte, los evangelistas atestiguan un deseo y una necesidad real de arraigar la fe en la Historia; por lo tanto podemos y debemos servirnos de sus textos para dar un salto hacia atrás por el siguiente camino:

1.- Punto de partida: la redacción actual de los evangelios (Redaktionsgeschichte).

Nuestro punto de partida es el texto actual, pero mientras que la tradición del siglo II considera a los evangelistas como un todo, es decir como cuatro formas de una misma y única Buena Nueva, la Redaktionsgeschichte, mediante el examen minucioso de los textos, intenta descubrir en ellos lo que es manifiestamente añadido, bien sea una explicación o una interpretación propia de cada evangelista.

No cabe duda de que lo esencial de cuanto narra cada evangelista le viene de la tradición anterior, pero hay en su texto una parte de redacción, de formulación, de elaboración literaria y teológica que es posesión suya. Sabemos por ejemplo que Marcos se complace en subrayar la falta de comprensión de los apóstoles, mientras que Mateo se muestra más indulgente con ellos.

2.- Segunda etapa: La aportación de la comunidad primitiva (Formengeschichte).

En una segunda etapa se trata de discernir lo que puede atribuirse a la primera comunidad cristiana, anterior a la redacción de los evangelios. Se intenta ver cómo los ambientes de vida (catequético, litúrgico, misionero, polémico) y las preocupaciones de la Iglesia que predica el evangelio han podido dar a tal palabra, o a tal acontecimiento, una nueva resonancia, una interpretación actualizadora; así por ejemplo, el relato de la multiplicación de los panes revela un ambiente litúrgico y una interpretación eucarística. Se llega de este modo a encontrar la etapa más primitiva, la forma literaria más antigua de la tradición; pero esta investigación se sitúa todavía al nivel de la crítica literaria.

3.- Tercera etapa: El nivel de la Historia, con los criterios de historicidad.

En una tercera etapa hay que descubrir lo que pertenece a Jesús; es una investigación del conocimiento mismo con el sentido que revistió en su contexto original, que tiene por objeto saber en qué medida la forma literaria más arcaica nos introduce en la realidad de Jesús. Este es el momento en que se pasa de la predicación en la comunidad primitiva a la vivencia de Jesús; el paso se lleva a cabo recurriendo a los criterios de historicidad, en ese nivel se podrá comprender, por ejemplo, que en el caso de la multiplicación de los panes Jesús pudo haberse visto a sí mismo como el nuevo Moisés que repite el prodigio del maná del desierto.

 

D.- Aportación de la Comisión Pontificia Bíblica y la "Dei Verbum", a la solución del problema de la historicidad de los evangelios.

1.- La constitución "Dei Verbum" del Concilio Vaticano II.

El problema de historicidad de los evangelios está tratado en la constitución dogmática Dei Verbum sobre la revelación, la cual ha sido uno de los textos conciliares que han tenido una gestación más laboriosa. El texto definitivo de esta constitución fue la redacción del quinto esquema; el primer esquema comenzó a discutirse el 14 de noviembre de 1962 y la promulgación del texto definitivo se dio en la última sesión del Concilio, el 18 de noviembre de 1965; en el período intermedio hubo una reelaboración continua del esquema hasta que éste alcanzó su forma definitiva; dentro de ese trabajo el problema de la historicidad de los evangelios constituyó uno de los puntos que en mayor grado fueron sometidos a una seria y sucesiva maduración.

2.- Instrucción de la Pontificia Comisión Bíblica.

El estudio de la historicidad de los evangelios, que fue encomendado por el Papa Juan XXIII a la Pontificia Comisión Bíblica a fines del año de 1962, no se terminó sino hasta el 21 de abril de 1964 bajo el pontificado de Paulo VI. El resultado de este estudio se tituló Ïnstrucción sobre la verdad histórica de los evangelios" y se inicia con las palabras Sancta Mater Ecclesia...". Comienza con una especie de prólogo animado del espíritu alentador y positivo de la caridad cristiana; luego en un primer punto expresa cuál ha de ser el trabajo del exégeta católico y cuáles sus medios para hacer exégesis, y en un segundo punto expone con atención y claridad los tres momentos que atravesaron la vida y la doctrina de Jesús antes de llegar a hasta nosotros.

En el primero de estos dos momentos encontramos a Jesús rodeado de sus discípulos, de aquellos que fueron testigos de sus obras y de sus palabras. En el segundo encontramos a los apóstoles, que enseñados ya por los acontecimientos gloriosos de Cristo, y gracias a la iluminación del Espíritu Santo, exponen la vida de Jesús y repiten sus palabras acomodándolas a las exigencias de sus oyentes. En un tercer momento encontramos a los autores sagrados que pusieron por escrito los evangelios, realizando una labor de síntesis y adaptación para las diversas condiciones de la Iglesia que servían.

Volviendo al texto de la Instrucción Pontificia Bíblica, en él se exponen además ciertas normas para la aplicación de la Sagrada Escritura en la formación de los sacerdotes y en la predicación a los fieles.

3.- Aportación de dos documentos a la solución del problema de la historicidad de los evangelios.

Tanto la Instrucción Pontificia como la constitución Dei Verbum, fusionadas en el número 19 de esta última, afirman la historicidad de los evangelios sin ambigüedades, en los términos y con la división en los tres estratos que tuvieron que ser recorridos para su formación definitiva.

a).- Actitud ante la historicidad.

Los dos documentos citados tratan abiertamente de la verdad de los dichos y los hechos de Jesús; en ellos se asevera en forma concluyente que los cuatro evangelios trasmiten fielmente lo que Jesús, hijo de Dios, hizo y enseñó. Esto, según lo declara el Concilio, es lo que la Igesia firme y constantemente ha sostenido y sostiene.

b).- Precisión sobre la formación de los evangelios.

Primer paso: Jesús.

Aluden ambos documentos a la elección de los apóstoles (Mc 3,14; Lc 6,13) que le siguieron desde el principio (Lc 24,48; Jn 15,27; He 1,8; 10,39; 13,31). Subraya la Instrucción el sentido de adaptación de Jesús al exponer su doctrina conforme a los métodos y argumentos que se usaban entonces: Jesús se acomodaba a la mentalidad de sus oyentes y hacía que su doctrina se grabase y fuese retenida de memoria por los discípulos. La DV insinúa tan solo este primer estadío, afirmando el sentido de fidelidad de los evangelios al trasmitir lo que Jesús realmente hizo y enseñó.

Segundo paso: Los apóstoles.

Los documentos nos presentan a los apóstoles en su misión de trasmisores del Mensaje desde un ángulo de visión especial: Durante su convivencia con Jesús ellos habían sido testigos de su vida y de su doctrina (Lc 24,48; Jn 15,27); pero para que los apóstoles pudieran lograr un mejor conocimiento de los hechos y de las palabras de Jesús tuvo que intervenir un segundo elemento: el de los acontecimientos gloriosos de Cristo.

Los dos documentos, la Instrucción y la constitución DV, mecionan a Juan 2,22 y 12,16. En estos dos versículos se fija expresamente el momento en que los apóstoles comenzaron a mirar con otros ojos los acontecimientos pasados; en uno, al hablar de la destrucción y la reconstrucción del Templo, dice el evangelista: "Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron los discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús" (2,22); igualmente, en ocasión de la entrada de Jesús en Jerusalén sobre un asno, dice: "Esto no lo comprendieron sus discípulos de momento, pero cuando Jesús fue glorificado cayeron en cuenta de que esto estaba escrito sobre él..."(12,16).

Tercer paso: Los autores de los evangelios.

Los autores tuvieron una importancia capital en la formación de los evangelios; ellos no fueron simples compiladores de escritos, sino que dejaron su impronta en una redacción propia; hicieron labor de selección, de síntesis y de adaptación de los datos disponibles, conservando la forma de proclamación, la verdad y la sinceridad en sus escritos en orden a conseguir un mismo fin.