1. EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

 
            1. Una tradición muy antigua atribuye la redacción del primer evangelio a Mateo, el publicano, uno de los doce apóstoles (Mt 9,9-13 y 10,3). Según Papías, obispo del siglo II (de Hierápolis, Frigia), que dice haber recibido la predicación de los apóstoles de boca de quienes siguieron a estos, “Mateo recopiló en lengua hebrea los dichos de Jesús y cada uno los interpretó como pudo”.

            2. El evangelista no se basa en conocimientos y experiencias propias, sino en fuentes orales y escritas. Recoge los hechos pasados, presentándolos de manera que sus destinatarios puedan encontrar respuesta a los problemas que tienen planteados. Se vale para ello del evangelio de Marcos y también de otras fuentes. Una de ellas podría remontarse al apóstol Mateo. El autor podría ser un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los Cielos (13,52).

            3. El evangelio de Mateo, que parece aludir a la destrucción de Jerusalén (22,7) y refleja el conflicto del cristianismo naciente con el judaísmo, pudo redactarse (en su forma definitiva) en Antioquía (Siria), hacia el año 80. Allí los discípulos comienzan a llamarse cristianos.

            4. Los destinatarios del evangelio son cristianos procedentes del judaísmo, que se distancian con firmeza de la doctrina oficial judía y se esfuerzan por abrir progresivamente la puerta a los gentiles. El conflicto con el judaísmo se agudiza. Tras la destrucción de Jerusalén, el judaísmo se organiza y no admite en su seno a quienes considera traidores que han roto con la tradición, abrazando la nueva secta que sigue a Jesús. Para los judíos que se han hecho cristianos es como quedar excomulgados. Ellos, al convertirse, habían entendido que seguían siendo tan judíos como antes.

            6. El evangelista pretende mostrar que Jesús es aquel que anunciaban las Escrituras, que en él se cumple la plenitud de todo lo que estaba escrito, anunciado y prometido. El evangelio está construido sobre estas claves: Jesús es el Mesías esperado por Israel. Jesús funda una nueva comunidad que es el verdadero Israel, la Iglesia.

            7. Mateo cita abundantemente el Antiguo Testamento para mostrar que en el  Nuevo se cumplen las Escrituras. Así, por ejemplo, en la concepción virginal de Jesús (1,22), el relato de los magos (2,5), la huida a Egipto (2,15), la matanza de los inocentes (2,17), la vuelta a Nazaret (2,23), el comienzo de la predicación (4,14), la enseñanza en parábolas (13,14-35), diversas curaciones (8,17-12,17), la entrada en Jerusalén (21,4), el fin de Judas (27,9).

            8. El evangelista es consciente de la novedad del Evangelio. La contraposición que aparece en la fórmula habéis oído que se dijo, pues yo os digo alerta a los discípulos sobre la diferencia con la antigua ley. Con la gracia de Dios la nueva ley de Cristo se puede cumplir y transforma al hombre.

            9. Los traidores son precisamente los representantes del judaísmo oficial, con su legalismo y su formalismo. Ellos son los que realmente traicionan aquello que dicen defender. Los cristianos son los verdaderos continuadores de la tradición. Jesús es el nuevo Moisés, que lleva la Ley a su plenitud: No penséis que he venido a abolir la ley y los profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento (5,17).

            10. El evangelio denuncia la hipocresía, la avaricia y la perversión de los fariseos. No quieren ver la luz que brilla en Jesús ni quieren que el pueblo la vea. El reino de Dios les será arrebatado. Señal de ello será la destrucción de Jerusalén y del templo (24,2). El día del juicio tendrán peor suerte que los habitantes de Sodoma, de Tiro o de Sidón (11,22-24).

            11. La comunidad para la que escribe el evangelista está preocupada por sus problemas de organización, vida moral, oración y celebración. Sin embargo, también se esfuerza por ser una comunidad en la que caben todos los hombres: vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob (8,11). La misión es universal: Id y haced discípulos a todas las gentes (28,19).

            12. El autor del evangelio es un catequista, un discípulo enviado a hacer discípulos, alguien para quien la función de enseñar es esencial en la misión de Jesús.  Su evangelio presenta tres grandes bloques: el evangelio de la infancia (1,1-2,23), lo que dijo e hizo Jesús (3,1-25-46), el misterio pascual (26,1-28,20). Lo que dijo Jesús se articula en torno a grandes catequesis:

1. la justicia nueva del reino de Dios.

2. la misión de los discípulos, enviados a anunciar el reino de Dios.

3. las parábolas que revelan la naturaleza misteriosa del reino de Dios y su secreta germinación en el mundo.

4. el estilo de vida que ha de llevar la comunidad, primicia del reino de Dios.

5. la purificación del templo y la denuncia de escribas y fariseos.

6. el futuro (señales del fin, venida del Hijo del hombre, el juicio de las naciones), invitación a estar vigilantes.

            El anuncio del reino de Dios se hace no sólo con palabras sino también con obras. Se anuncia una palabra que se cumple. Las señales lo manifiestan. De este modo, la enseñanza va acompañada del relato de lo acontecido.