18

Jesús
es
exigente

 

 

Mateo 25, 14-30:

Parábola de los talentos

 

CATEQUISTA-AUDIO   -   TEMA EN PPS


 

1. PRESENTACIÓN DEL TEMA

Todos nosotros estamos llenos de maravillosas posibilidades. Al nacer traemos un paquete lleno de cantidad de semillas, capaces de crecer muchísimo y dar hermosas flores y jugosos frutos.

Esas semillas encierran la posibilidad de llegar cada una a parecerse de alguna manera a Dios, nuestro Padre. Dios es amor; nosotros somos capaces de crecer sin medida en el amor. Dios es infinitamente inteligente; la capacidad de nuestra inteligencia puede crecer sin límites. Dios es pura libertad; nosotros somos capaces de conquistar libertades cada vez más auténticas. Dios es siempre justo, comprometido con los marginados y explotados; nosotros podemos esforzarnos en luchar para que la justicia reine cada vez más en serio en nuestro mundo. Dios es maravillosamente hermoso; nosotros podemos crecer siempre y sin medida en bellezas de muy diversos aspectos.

La medida de nuestro crecimiento es la talla de Dios. Pero nuestro panorama maravilloso de crecimiento supone un continuo esfuerzo. Nuestras semillas maravillosas no crecen si no es a base de cultivos constantes. Hay que preparar la tierra, regar las plantas, desyerbarlas, podarlas y cuidarlas siempre. Sin esfuerzo no hay crecimiento.

Todos nosotros tenemos la obligación de conocer nuestras cualidades, nuestras posibilidades humanas, de forma que podamos esforzarnos en desarrollarlas. Debemos luchar contra los complejos de inferioridad o de inutilidad. Luchar también contra los desánimos y ociosidades. Somos capaces de mucho más de lo que creemos. Dios está siempre con nosotros, nos ha dado muchas posibilidades y está continuamente dispuesto a ayudarnos. Lo que falta muchas veces es nuestra voluntad decidida de crecer siempre, pase lo que pase, aun en las circunstancias más adversas.

Jesús es exigente con nosotros porque nos quiere y sabe lo mucho de lo que somos capaces. Exigirnos es la mejor manera de amarnos.

2. ORACIÓN - LECTURA DEL EVANGELIO

Mateo 25, 14-30: Parábola de los talentos.

3. DIÁLOGO COMUNITARIO

Ver:

a)      Contar a nuestra manera la parábola de los talentos.

b)     ¿Tenemos complejos de inferioridad o de inutilidad? ¿En qué consisten?

c)      ¿Hay jóvenes que a veces desean quitarse la vida? ¿Por qué?

Pensar:

a)      ¿Por qué con frecuencia somos demasiado pesimistas?

b)     ¿Cuáles deben ser nuestras aspiraciones como personas, creadas a imagen y semejanza de Dios?

c)      ¿Qué es lo que más nos impide desarrollar nuestras cualidades?

Actuar:

a)      ¿Qué necesitamos para poder desarrollar mejor nuestras cualidades humanas?

b)     ¿En qué nos pueden ayudar los estudios y la catequesis para crecer como personas?

c)      ¿Cómo debemos organizarnos los jóvenes, de forma que podamos dar mejores frutos?

4. ORACIÓN COMUNITARIA

·         Creemos que todos podemos ser más y mejores personas. (Todos repiten)

·         Creemos que todos somos inteligentes.

·         Creemos que somos capaces de amar y ser amados mucho mejor.

·         Sabemos que nos exiges mucho porque nos quieres y sabes que podemos.

·         Perdón, Jesús, porque muchas veces somos demasiado pesimistas.

·         Perdón por las veces que el desánimo nos impide crecer como debemos.

·         Perdón por los talentos que hemos enterrado.

·         Gracias por las muchas buenas cualidades y posibilidades que tenemos.

·         Gracias, Jesús, porque nos animas y nos fortaleces para crecer constantemente.

·        Gracias, María, porque nos ayudas a ir a Jesús para crecer junto a él.

·       Queremos recibir con corazón abierto tus exigencias

           para pensar como tú,

           querer como tú,

           ser justos y libres como tú,

           ser lindos como tú.

5. EVALUACIÓN

¿Qué nos gustó? ¿Qué no nos gustó de la reunión? ¿Por qué?

¿Hemos descubierto nuestras posibilidades?

6. CANTO RESUMEN DE DESPEDIDA

     Cantemos una canción optimista.