2

Por qué
y para qué
se encarna Dios

 

Hebreos 2,14-18 y 4,15-16:

Encarnación.

 

 

CATEQUISTA-AUDIO   -   TEMA EN PPS

1. PRESENTACIÓN DEL TEMA

Vimos la semana pasada cómo Dios anuncia a María que va a ser la madre de Jesús. Hoy queremos profundizar en el por qué y para qué Dios se hace hombre en Jesús.

La lectura de hoy es un texto de reflexión teológica sobre la Encarnación. Tendremos que esforzarnos un poquito para entenderlo, pero es muy importante dejar claro este tema antes de adentrarnos en la vida de Jesús.

A lo largo del Antiguo Testamento poco a poco Dios se mostró a su pueblo como Padre misericordioso, pero desde su trono de poder y gloria.  En “la plenitud de los tiempos” quiso dar un nuevo paso acercándose a experimentar personalmente los dolores y las esperanzas de la humanidad. Se hizo realmente igual a nosotros en todos nuestros sufrimientos y tentaciones. Ahora ya no se le puede echar en cara que permanece en su cielo medio indiferente a los problemas humanos. Jesús es modelo de cómo superar y sacarle fruto a los problemas humanos, sin dejarnos arrastrar por ellos.

¿Por qué se acercó tanto Dios a la humanidad, solidarizándose totalmente con nosotros? Sencillamente porque nos quiere. El amor iguala. Por eso él quiso ponerse a nuestro nivel, para sentir lo mismo que nosotros y así poder comprendernos por propia experiencia. No venía a ayudar a ángeles, ni a gente buenita sin problemas, sino a gente corriente de carne y hueso, llena de dudas, ilusiones y frustraciones, con dolores y problemas concretos.

¿Y todo ello para qué? Para que nos animemos a acercarnos a Dios con toda confianza, sabiendo que en Jesús nos comprende por propia experiencia, nos recibe con los brazos abiertos y es capaz de ayudarnos de veras.

Jesús sufrió en todo igual que nosotros. Aun sufrió nuestras mismas tentaciones. Pero él no se dejó vencer por los problemas, sino que se mantuvo siempre fiel, permaneció firme, cada día en actitud de entrega y servicio generoso a sus hermanos, en contacto permanente con su Padre Dios.

2. ORACIÓN

Gocemos tratando a Dios como Papito querido, tal como nos enseñó Jesús: Padre nuestro

3. LECTURA BÍBLICA

Leamos despacio, un par de veces, Hebreos 2,14-18 y 4,15-16: La Encarnación.

4. DIÁLOGO COMUNITARIO

Ver:

a)      Intentemos seleccionar y explicar los versículos que nos parecen más interesantes.

b)     ¿A quiénes vino Jesús a ayudar? Seleccionar las frases.

c)      ¿Para qué dice que vino Jesús? Seleccionar las frases.

Pensar:

a)      ¿Qué fue lo que movió a Dios para que nos diera a su propio Hijo? (Ver Juan 3, 16).

b)     ¿Por qué la Encarnación nos lleva a respetarnos y querernos los unos a los otros? (Ver 1 Juan 4, 10-11)

c)      ¿Por qué la Encarnación nos quita la actitud de mirar a Dios con miedo y recelo? (Ver Gálatas 4, 6-7)

Actuar:

a)      ¿Cómo superar nuestra lejanía de Dios y los miedos que le tenemos?

b)     ¿Cómo podemos aprender a acercarnos a Dios con toda confianza?

5. ORACIÓN COMUNITARIA

·         Creemos que Dios en Jesús se hizo en todo semejante a nosotros. (Todos repiten)

·         Creemos que Jesús nos comprende por propia experiencia.

·         Creemos que él es capaz de ayudarnos en todas nuestras pruebas.

·         Perdón porque no nos acercamos a Dios con toda confianza.

·         Perdón porque a veces pensamos que Dios no nos comprende y no nos ayuda.

·         Gracias Papá Dios por habernos dado con tanto amor a Jesús.

·         Gracias porque nunca te quedas indiferente ante nuestras debilidades.

·         Gracias porque, gracias a Jesús, podemos recibir tu ayuda en el momento oportuno.

·         Jesús, Dios cercano,

o        Queremos conocerte cada vez más a fondo

o        Para así quererte cada vez más de veras

o        Y poder seguirte constantemente cada vez más de cerca.

6. EVALUACIÓN

¿Hemos conseguido profundizar en lo que es la Encarnación? ¿Qué aprendimos de nuevo?

¿Hemos preguntado lo que no entendemos?

7. CANTO DE DESPEDIDA

 

Es conveniente que una vez al mes se les proyecten a los jóvenes partes de películas que correspondan a los pasajes que se van a ver. Recomendamos la de Zeffirelli, “Jesús de Nazar