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Josué: Reparto de tierras según las necesidades de cada familia

 

CATEQUISTA-AUDIO   - TEMA EN PPS

Textos: Núm 33,53-54 y Jos 18,1-4

Palabra central: TIERRA PARA CADA FAMILIA

 

1. Leer el texto y resumirlo.

2. Aclaraciones sobre el texto

El joven Josué se formó a los pies de Moisés. Éste, antes de morir, le encomendó realizar con valentía y firmeza el proyecto fraterno de Yavé (Deut 31,7-8.23). Y Dios así se lo confirmó: “Sé valiente y ten ánimo, porque tú entregarás a este pueblo la tierra que juré dar a sus padres” (Jos 1,2.5-9).

No sólo tenía que conseguir tierras y repartirlas según la necesidad de cada familia, sino lograr implantar una nueva forma de ser pueblo, que asegurara leche y miel para todos. No había modelos que imitar. Lo único claro era que no querían ser esclavos como en Egipto. No quería tener autoridades acaparadoras, ni ejército permanente, ni sacerdotes poderosos, ni sabiduría sólo para unos pocos. Sus nuevas costumbres y leyes tenían que estar al servicio de la dignidad igualitaria de todos y en defensa de la pequeña propiedad bien repartida.

Con gran realismo y creatividad, Josué, a partir de asambleas populares, fue llevando poco a poco a la práctica estos proyectos y esperanzas. Su corazón fue valientemente arriesgado para creer que las promesas de Yavé se pueden llevar a la práctica. Piensa que cada familia tiene derecho a poseer una “tierra para vivir”, sin favoritismos ni privilegios.

Por supuesto que esta voluntad divina se extiende también a la posesión de un pedazo de tierra suficiente donde poder construir una vivienda digna.

La tierra pertenece a Dios y es promesa de él, desde Abrahán a Josué. Por eso el pueblo ha de esforzarse para conseguir repartos justos. Y han de cultivarla con admiración y cariño, como algo sagrado, buscando prosperidad para todos. En momentos de peligro los israelitas se saben organizar para defender sus propiedades, como lo hizo Débora; o sus cosechas, como en tiempo de Gedeón. En aquel pueblo reunido alrededor de la fe en el nuevo Dios Yavé, no podía haber ni acaparadores, ni campesinos sin tierra.

El capítulo 15 del Deuteronomio aclara el ideal de aquel pueblo creyente: “No debe haber pobres en medio de ti” (Deut 15,4). Pero como de hecho existen pobres, a causa de los vicios y las injusticias humanas, insiste en la obligación de ser generosos con los necesitados: “No endurezcas el corazón... Debes abrir tu mano a tu hermano que es pobre en tu tierra” (15,7.11).

A Josué tendríamos que proclamarlo patrono del reparto justo de las tierras y de todos los dones de Dios, bajo la fe de que él, como buen Padre, lo ha hecho todo para todos...

3. Dialogar sobre el texto

a)     ¿Cómo es nuestra realidad nacional respecto a la propiedad de la tierra? ¿Sabemos cuánto acaparan los terratenientes y cuánto poseen los campesinos? Investiguemos los porcentajes...

b)     ¿Qué nos enseña este texto sobre el proyecto de Dios sobre un pedazo de tierra para cada familia, en la que poder vivir y trabajar dignamente?

c)     ¿Qué relación encontramos entre el derecho de propiedad y la fe en Dios? ¿En qué circunstancias podemos decir que el derecho de propiedad privada es sagrado y en qué caso no lo es?

d)     ¿Por qué en la Biblia se insiste tanto en la posesión de “una tierra para vivir?

e)     ¿Podríamos cultivar una pequeña huerta en el patio de nuestra casa, como expresión de agradecimiento del don de la tierra?

4. Orar el mensaje:

·         Creemos, Padre Dios, que tú quieres que todos tengamos tierra suficiente para poder vivir dignamente.

·         Creemos que tú estás presente, ayudándonos, siempre que los acaparadores pierden algo y los marginados progresan.

·         Perdón por tantos acaparadores de tierra y tantos campesinos sin tierra. Éste no es tu proyecto.

·         Ayúdanos a aclararnos en estos problemas y a comprometernos.

·         Gracias por las organizaciones campesinas y barriales.

·         Bendito seas por esta tierra tan hermosa que tú has hecho para todos nosotros.

5. Despedida. ¿Sabemos algún canto sobre la tierra?

Los catequistas podrían profundizar el tema de la tierra en la Biblia viendo el libro Yvy Rekavo, En Busca de Tierra, de José Ortega y JL Caravias.