Texto: Gén 12,1-4; 15,1-6; 17,1-2; 21,1-7
Palabra central: FIARSE DE DIOS
1. Leer los textos y contarlos.
Leer dos veces las citas seguidas,
como un solo texto. Después seleccionar la frase más importante, mientras
entre todos van recordando la narración. Todo ello adaptado a la edad y
conocimientos de los participantes.
2. Aclaraciones sobre el texto
Estamos en el siglo 18 antes de
Cristo. Abrahán y Sara eran pastores ancianos, sin hijos, y por eso se los
miraba como malditos de los dioses. Pero un nuevo Dios les promete la
bendición de tener descendencia y tierra propia en la que poder vivir
prósperamente. Y a pesar de las dificultades y la larga espera, ellos
creen en sus promesas. Este Dios nuevo les promete lo que necesitan para
ser felices: hijos y tierra, o sea, familia y trabajo. Él es capaz de
cumplir estas promesas, por difíciles que parezcan, pero a su modo y a su
tiempo...
Ésta es la primera lección que pide
Dios para empezar a caminar en su búsqueda. Es que si no nos fiamos de
Dios, todo lo demás es inútil. No se puede seguir a alguien de quien uno
no se fía.
Para empezar a formarse un pueblo Dios
elige a una pareja que no podía tener hijos. Pero, con su ayuda, lo
consiguen. Con ello quiere comenzar el proceso de su catequesis bíblica
subrayando que con su ayuda todo lo bueno es posible, por difícil que
parezca… Esta imagen inicial de Dios prometiendo y dando felicidad es
básica para iniciar todo proceso de catequesis.
Jamás empecemos la catequesis
amenazando con el castigo de Dios. Hay que suscitar la confianza en el
Dios de Abrahán, que nos promete lo que necesitamos para ser felices. Los
otros dioses, en cambio, son crueles y castigadores: piden a los pobres
resignación ante la miseria que sufren y sumisión a los poderosos...
La fe de Abrahán es modelo básico para
todos nosotros. Tendremos que esforzarnos en aclarar qué es lo que
realmente esperamos de Dios. En el fondo es preguntarnos en qué Dios
creemos. Tenemos que empezar rechazando todo tipo de creencias en dioses
terroríficos, raros, que sólo piensan en castigar…
Abrahán es el “padre de los creyentes”
en el Dios bíblico.
3. Dialogar sobre el texto
a)
¿Conocemos a gente que no se fía de Dios, y por eso tiene miedo de
acercarse a él?
b)
¿También nosotros a veces desconfiamos de Dios? Poner algún ejemplo
nuestro...
c)
¿Qué esperamos nosotros de Dios?
d)
¿Qué promesas nos hace Dios hoy a nosotros? ¿Creemos que se cumplirán?
e)
¿Por qué dice San Pablo que Abrahán es el padre de nuestra fe? (Ver
Romanos 4,18-22.
f)
¿Cómo podemos hacer crecer nuestra confianza en Dios?
4. Orar sobre la confianza en Dios:
Credo, esperanza, perdón, peticiones, gracias y alabanzas, como por
ejemplo:
·
Creemos, Señor, que quieres darnos todo lo que necesitamos
para ser felices.
·
Sabemos que si nos fiamos de ti nuestra recompensa será
grande.
·
Esperamos de ti, Dios de Abrahán, la felicidad que nos
prometes.
·
Perdón, Señor, porque muchas veces no nos fiamos de ti.
·
Te rogamos que lleguemos a ser padres y madres bendecidos.
·
Gracias por el don de la tierra, que has creado para todos.
·
Te bendecimos porque eres nuestro protector.
·
Te prometemos educar a nuestros hijos de forma que sean
bendición para todos.
Cada uno podría decir en voz alta su
oración según sus sentimientos.
5. Despedida
con
un canto de confianza en Dios.
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