CONGREGACIÓN PARA
EL CULTO DIVINO
Misas
Centroamericanas
Roma,
6 de marzo de 1989
Eminencia:
Esta Congregación ha recibido un ejemplar del opúsculo Misas
centroamericanas. Trascripción y comentario teológico, cuyos autores son
J. M. Vigil y A. Torrellas y publicado por el Centro Ecuménico Antonio
Valdivieso, de Managua y Comunidades Eclesiales de Base de El Salvador. Se trata
de las llamadas «Misa popular nicaragüense», «Misa campesina nicaragüense»
y «Misa popular salvadoreña».
El examen del opúsculo ha permitido constatar que estos cantos, cuyo destino es
la celebración de la Misa, no responden a las exigencias de las normas litúrgicas.
En efecto, la Constitución Sacrosanctum Concilium, en el n. 22,3,
afirma: «Quapropter nemo omnino alius, etiamsi sit sacerdos, quidquam proprio
marte in Liturgia addat, demat, aut mutet».
En la Instrucción Liturgicae instauratianes, del 5 de septiembre de
1970, en el n. 3, a se lee: «Ordo Missae peculiari ratione est servandus. Formulae,
quas continet, in publicis translationibus, NULLO PRORSUS PACTO, NE SUB
PRAETEXTU QUIDEM MISSAE IN CANTU, IMMUTARI POSSUNT». En
el n. 3,b se autoriza a las Conferencias Episcopales a aprobar textos que puedan
substituir los cantos de entrada y comunión.
Teniendo en cuenta estas normas, no se pueden utilizar las composiciones
destinadas al acto penitencial cuando no respetan el texto oficial; las
composiciones que substituyen el Gloria, el Credo, el Sanctus y el Agnus Dei;
las composiciones que llevan por título «Canto de meditación»,
pues el Salmo responsorial no puede ser substituido por un canto cualquiera.
Según parece alguna que otra vez estas composiciones han sido utilizadas también
en España. Por esta razón me permito solicitar a V. E. que tenga a bien
advertir que se trata de composiciones que no han sido aprobadas por la Santa
Sede, y, en consecuencia no pueden ser utilizadas en actos litúrgicos.
Aprovecho esta circunstancia para saludarle atentamente y expresarle mi estima y
consideración.
Dev.mo
in Domino
EDUARDO, CARD. MARTINEZ,
Prefecto
A
su Eminencia el Sr. Cardenal Marcelo González Martín