CATENA AUREA - SANTO TOMÁS DE AQUINO


01-12

En seguida comenzó a hablarles por parábolas. "Un hombre, dijo, plantó una viña, y la ciñó con cercado, y cavando hizo en ella un lagar, y fabricó una torre, y arrendóla a ciertos labradores, y marchóse lejos de su tierra. A su tiempo despachó un criado a los renteros para cobrar (lo que debían darle) del fruto de la viña. Mas ellos, agarrándole, le apalearon, y le despacharon con las manos vacías. Segunda vez les mandó otro criado, y a éste también le descalabraron, cargándole de oprobios. Tercera vez envió a otro, al cual mataron. Tras éste otros muchos; y de ellos, a unos les hirieron y a otros les quitaron la vida. En fin, a un hijo único que tenía, y a quien amaba tiernamente, se lo envió también el último, diciendo: Respetarán a lo menos al hijo mío. Pero los viñadores (al verle venir) se dijeron unos a otros: Este es el heredero: venid, matémosle, y será nuestra la heredad. Y asiendo de él, le mataron, arrojándole antes fuera de la viña. ¿Qué hará, pues, el dueño de la viña? ¿Vendrá y perderá aquellos renteros, y arrendará la viña a otros? ¿No habéis leído este lugar de la escritura? La piedra que desecharon los que edificaban vino a ser la principal piedra del ángulo: el Señor es el que hizo eso, y estamos viendo con nuestros ojos tal maravilla". En la hora maquinaban cómo prenderle; porque bien conocieron que a ellos había enderezado la parábola; mas temieron al pueblo, y (así) dejándole, se marcharon. (vv. 1-12)
 
Glosa
Después que con su sabia pregunta el Señor hizo enmudecer a los que pretendían tentarle, les evidencia su malicia en una parábola. "En seguida comenzó a hablarles por parábolas. Un hombre, dijo, plantó una viña".
 
Pseudo-Jerónimo
Es a Dios Padre a quien llama hombre por un afecto humano; la viña es la casa de Israel; la cerca son los ángeles que la guardan; la ley, el lagar; la torre, el templo; y los labradores, los sacerdotes.
 
Beda, in Marcum 3,42
O bien, el cerco es el muro de la ciudad, el lagar es el altar, o aquellos lagos de los que toman su nombre tres salmos.
 
Teofilacto
O la cerca es la ley, que prohibía a los judíos mezclarse con los extranjeros.
"Y marchóse lejos de su tierra".
 
Beda
No por cambiar de lugar, sino más bien se aleja de la viña por dejar a los labradores que trabajen con más libertad. A su tiempo despachó a un criado para cobrar a los labradores lo que debían darle del fruto de la viña.
 
Pseudo-Jerónimo
Los criados enviados son los profetas y el fruto de la viña: la obediencia. De los profetas, unos fueron azotados, otros heridos y otros muertos. "Mas ellos, agarrándole, prosigue, le apalearon y le despacharon con las manos vacías".
 
Beda
El criado que fue primero representa al legislador Moisés. A éste le despidieron sin darle nada después de golpearle, porque: "estando después en los campamentos, se atrevieron contra Moisés" ( Sal 105,16). "Segunda vez les envió otro criado, y a éste también le descalabraron, cargándole de oprobios": éste representa al rey David y a los demás salmistas. Y le hirieron en la cabeza, llenándole de afrentas, porque, no apreciando los versos de los salmistas, rechazaron al mismo David, diciendo: ¿Qué tenemos de común con David? "Tercera vez, prosigue, envió a otro, al cual mataron", etc ( 1Re 12,16). En este tercer criado y en sus compañeros debemos considerar al conjunto de los profetas, porque ¿acaso hubo algún profeta que no fuera perseguido? ( Mt 23). En este triple orden de siervos debemos comprender la figura de todos los que han enseñado bajo la ley, según dice el Señor en otro lugar: "Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la ley, en los profetas y los salmos" ( Lc 24,44).
 
Teofilacto
O de otro modo: por este primer siervo se ha de entender a los profetas que vivieron hacia el tiempo de Elías, puesto que Miqueas fue abofeteado por el pseudoprofeta Sedecías ( 1Re 22). Por el segundo siervo, a quien hirieron en la cabeza, esto es, al que injuriaron, hemos de entender a los profetas del tiempo de Oseas e Isaías; y por el tercero, a los profetas del tiempo de Daniel y Ezequiel.
"En fin, a un hijo único que tenía, y a quien amaba tiernamente".
 
Pseudo-Jerónimo
Es su hijo queridísimo y único. Por eso dijo como una ironía las palabras: "Respetarán a lo menos al hijo mío".
 
Beda
O bien: no demuestra ignorar lo que sucederá, cuando dice que a lo menos respetarán a su hijo, pero se expresa en estos términos, porque deja que el hombre obre libremente.
 
Teofilacto
No ignorando lo que había de suceder, habla así manifestando lo que era noble y conveniente que hiciese.
"Pero los viñadores se dijeron unos a otros: Este es el heredero: venid, matémosle", etc.
 
Beda
De este modo prueba el Señor que los príncipes de los judíos crucificaron al Hijo de Dios, no por ignorancia, sino por envidia, conociendo que El era de quien se dijo: "Te daré en herencia las naciones" ( Sal 2,8). Y matándole se proponían apropiarse de su herencia los malos labradores. Del mismo modo, crucificándole, los judíos tratarían de extinguir su fe, de suplantar su justicia con su ley y de hacer suyas las naciones.
"Y asiendo de él, le mataron, y le echaron fuera de la viña".
 
Teofilacto
Es decir, fuera de Jerusalén; y en efecto, fue crucificado el Señor fuera de la ciudad.
 
Pseudo-Jerónimo
O bien: le arrojaron fuera de la viña, esto es, fuera del pueblo diciendo: "Eres Samaritano, y estás endemoniado" ( Jn 8,48). O bien, porque en cuanto pudieron, echándole fuera de sus fronteras, le entregaron para la fe de las naciones.
"¿Qué hará, pues, el dueño de la viña? ¿Vendrá y perderá aquellos inquilinos", etc.
 
San Agustín, de consensu evangelistorum, 2,70
San Mateo (21,41) añade que los judíos dijeron: "Hará que esta gente tan mala perezca miserablemente". Esta respuesta no la menciona San Marcos como dada por ellos, sino por el Señor quien, por así decirlo, se contestó a sí mismo inmediatamente después de su pregunta. Pero se puede entender también fácilmente que fueron los judíos los que contestaron, aunque no se interpuso la frase ellos respondieron o dijeron. Pero es preferible atribuir esta respuesta al Señor, porque, expresando la verdad, quedaba así confirmada por El, quien es la verdad misma.
 
Teofilacto
El Señor de la viña es el Padre del Hijo crucificado y el mismo Hijo crucificado, el cual perderá a los labradores, los entregará a los romanos y arrendará la viña a otros, esto es, a los Apóstoles. Recorramos sus Hechos y veremos tres mil (2,41) y en seguida cinco mil (4,4) creyentes que rindieron fruto al Señor.
 
Pseudo-Jerónimo
O bien: da la viña a otros, es decir, a los que vienen del oriente, del occidente, del sur y del norte, y que se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de Dios.
 
Beda
Confirmó en seguida con el testimonio de un profeta que ésta era una disposición divina, añadiendo: "¿No habéis leído este lugar de la Escritura? La piedra que desecharon los que edificaban vino a ser la principal piedra del ángulo" 1, etc. Es como si dijera: ¿Cómo había de cumplirse esta profecía, si Cristo, arrojado y muerto por vosotros, no hubiera sido entregado por la predicación a los gentiles, para unir con El como piedra angular a los dos pueblos, y de uno y otro edificar para sí una sola ciudad fiel y un solo templo? A los mismos maestros de la sinagoga, a los que antes llamó inquilinos, los llama ahora los que edifican, porque los que trabajan para que, como la viña, diese frutos de vida dicho pueblo, son los mismos también a quienes se prescribe que le edifiquen y adornen una casa que llegue a ser digna de ser habitada por Dios.
 
Teofilacto
La piedra que desecharon los doctores ha formado el vértice del ángulo, es decir, la cabeza de la Iglesia, que es el ángulo que une a los judíos y los gentiles, formado por Dios y admirable a los ojos de nosotros los fieles, puesto que los infieles niegan los milagros. Y ciertamente que es admirable la Iglesia, como formada por milagros, cooperando el Señor con los Apóstoles y confirmando su doctrina con los milagros que la acompañaban ( Mc 16). Esto es lo que se dice en las palabras: "Formado por Dios y admirable a los ojos de nosotros los fieles".
 
Pseudo-Jerónimo
O de otro modo: esta piedra rechazada, que forma el ángulo, es la figura del que en la cena une el pan con el cordero, el Antiguo Testamento que acaba con el Nuevo que empieza, y que es admirable a nuestros ojos como el topacio.
 
Beda
Los príncipes de los sacerdotes muestran que era verdad lo que había dicho el Señor, como se ve por lo que sigue: "En la hora maquinaban cómo prenderle", puesto que El es el heredero. El Señor dice que su injusta muerte había de ser escarmentada por su Padre. En sentido moral, pues, todo fiel a quien se ha conferido el misterio del bautismo, queda obligado a trabajar en la viña. Pero, ultraja y echa fuera al siervo enviado cuando menosprecia la palabra oída o, lo que es peor, reniega de ella. Y, en cuanto de él depende, mata al heredero enviado al último porque escarnece al Hijo de Dios. Eliminado el mal agricultor, da Dios a otro la viña junto con el don de la gracia, que fue despreciada por el soberbio y que enriquece al humilde. Ahora, en cuanto a que por temor a la multitud se contengan los príncipes de los sacerdotes que buscaban el modo de prender a Jesús, todos los días se ve en la Iglesia que el que es hermano sólo de nombre no ama la fe de la Iglesia, ni su unidad ni su paz, y se avergüenza de impugnarla o teme hacerlo, a causa de la multitud de buenos hermanos que con él habitan en ella.
 
Notas
1. Ver Sal 118,22; Is 28,18.

13-17

Y le enviaron algunos fariseos y herodianos para sorprenderle en alguna expresión; los cuales vinieron y dijéronle: "Maestro, nosotros sabemos que eres hombre veraz, y que no atiendes a respetos humanos, porque no miras la calidad de las personas, sino que enseñas el camino de Dios con lisura (y según él es): ¿Nos es lícito a nosotros (pueblo escogido de Dios) el pagar tributo a César, o podremos no pagarle?" Jesús, penetrando su malicia, díjoles: "¿Para qué venís a tentarme? Dadme a ver un denario (o la moneda corriente)". Presentáronsele y El les dice: "¿De quién es esta imagen y esta inscripción?" Respondieron: "De César". Entonces replicó Jesús, y díjoles: "Pagad, pues, a César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Con cuya respuesta los dejó maravillados. (vv. 13-17)

 
Beda
Queriendo apoderarse del Señor los príncipes de los sacerdotes, temieron a la multitud. Es por ello que trataron de hacer por medio de los poderes temporales lo que no podían por sí mismos, para que de este modo ellos no apareciesen como responsables de su muerte. "Pero le enviaron, dice, algunos fariseos y herodianos".
 
Teofilacto
Hemos dicho en otro lugar que la de los herodianos era cierta nueva herejía que decía que el Cristo era Herodes, por la falta de sucesores del reino de los judíos. Otros, sin embargo, dicen que los herodianos eran soldados de Herodes, a los que los fariseos hacían testigos de lo que decía Cristo, para que le prendiesen y llevasen por la fuerza. Ved, pues, cuánta era su malicia, puesto que querían engañar a Cristo con la adulación: "Los cuales, dice, vinieron y dijéronle: Maestro, nosotros sabemos que eres hombre veraz".
 
Pseudo-Jerónimo
Le interrogaban con palabras melosas, y le rodeaban como abejas que llevan miel en la boca y un aguijón en la espalda.
 
Beda
Con esta suave y capciosa pregunta le provocan a que conteste que teme más a Dios que al César, y que no deben pagarse los tributos, a fin de que, oyéndolo los herodianos, encuentren en El un autor de sedición contra los romanos. "Y no atiendes, continúan, a respetos humanos, porque no miras la calidad de las personas".
 
Teofilacto
Es decir, que contra la verdad no se debe honrar al César. "Sino que enseñas el camino de Dios según verdad", etc. Todo su artificio, pues, consistía en poner a Cristo entre dos precipicios, porque, si decía que se debía pagar tributos al César, se concitaba contra El al pueblo, por querer reducirle a la servidumbre; y, si decía lo contrario, podía ser acusado por incitar al mismo pueblo contra el César. Pero Aquél que es la fuente de toda sabiduría, esquiva semejantes tretas, según se ve en las siguientes palabras: "Jesús, penetrando su malicia, díjoles: ¿Para qué venís a tentarme? Enseñadme un denario".
 
Beda
El denario era una moneda que valía diez sextercios y que tenía la imagen del César. "Y El les dice: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Respondieron: Del César". Los que piensen que la pregunta del Salvador nacía de la ignorancia y que no tenía una intención, deben observar que bien sabía de quién era la imagen, pero que hace esta pregunta para contestar luego convenientemente. "Entonces replicó Jesús, y díjoles. Pagad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios".
 
Teofilacto
Como si dijera: Dad la imagen a aquel a quien representa, es decir, el denario al César. Podéis, pues, pagar el tributo a César y ofrecer a Dios lo que le corresponde 1.
 
Beda
Esto es, los diezmos, las primicias, las ofrendas y las víctimas, como pagó El mismo los tributos por sí y por Pedro, y dio a Dios lo que es de Dios, cumpliendo la voluntad de su Padre.
 
Pseudo-Jerónimo
O de otro modo: Tenéis que dar forzosamente al César la moneda que tiene su imagen, y ofreceos a vosotros mismos con toda voluntad a Dios: porque impresa está, Señor, sobre nosotros la luz de tu rostro ( Sal 4,7), no el del César.
 
Teofilacto
La necesidad inevitable de nuestros cuerpos es también como el César, y el Señor manda que demos al cuerpo el vestido y el alimento necesario, y a Dios lo que es de Dios (como las vigilias, las oraciones, etc.). "Con cuya respuesta, dice, los dejó maravillados". Los que debían creer en tanta sabiduría se admiran de que su treta no hubiese producido efecto.
 
Notas
1. No se ha de entender que el dominio de Dios está limitado por el Estado. Puede verse, por ejemplo Mc 12,29s. (Giblin) En un sentido profundo y apelando a la dinámica implicita en el juego de conceptos, señala que dar a Dios lo que es de Dios connota de la idea de devolver el ser humano, imagen de Dios, a Dios. En un aspecto más superficial, el contexto preciso señala que se trata de una respuesta realista e ingeniosa para salir de la situación en que lo pusieron con malicia quienes le hicieron la pregunta.

18-27

Vinieron después a encontrarle los saduceos, que niegan la resurrección, y le propusieron esta cuestión: "Maestro, Moisés nos dejó ordenado por escrito que, si el hermano de uno muere dejando a su mujer sin hijos, éste se case con la viuda, para que no falte a su hermano descendencia. Esto supuesto, eran siete hermanos: el mayor se casó, y vino a morir sin hijos: con eso el segundo se casó con la viuda; pero murió también sin dejar sucesión. Del mismo modo el tercero. En suma, los siete sucesivamente se casaron con ella, y ninguno tuvo hijos. Al cabo murió la mujer la última de todos. Ahora, pues, en el día de la resurrección, cuando resucite, ¿de quién de éstos será mujer? Porque ella lo fue de todos siete". Jesús en respuesta les dijo: "¿No veis que habéis caído en error por no entender las Escrituras, ni el poder de Dios? Porque cuando habrán resucitado de entre los muertos, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres maridos, sino que serán como los ángeles, que están en los cielos. Ahora, sobre que los muertos hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, cómo hablando con él Dios en la zarza, le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Y en verdad que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Luego estáis vosotros en un grande error". (vv. 18-27)
 
Glosa
Después que evitó el Señor sabiamente la astuta tentación de los fariseos, nos muestra de qué modo ha confundido también a los tentadores saduceos. "Vinieron después, dice, a encontrarle los saduceos", etc.
 
Teofilacto
Llamábanse saduceos los de una secta herética de los judíos, la cual negaba la resurrección y la existencia de los ángeles y espíritus. Estos, pues, vinieron a Jesús, y elaboraron engañosamente cierta historia, por la cual querían demostrar que la resurrección no se había verificado ni se verificaría. "Y le propusieron esta cuestión: Maestro", etc. En su narración dan siete maridos a esta mujer, para hacer más difícil la resurrección.
 
Beda
Idean este relato para tachar de locos a los que creen en la resurrección de la carne, porque alguna vez pudo suceder esto entre ellos.
 
Pseudo-Jerónimo
En sentido místico, esta mujer estéril, que murió sin dejar ningun hijo de sus siete maridos, ¿qué otra cosa significa que la sinagoga judía abandonada por el Espíritu de las siete formas de los siete patriarcas, que no le dejaron el descendiente de Abraham, Jesucristo? Porque aunque el Niño haya nacido en Judea ( Is 19), fue dado, no obstante, a las naciones. Aquella mujer había muerto para Cristo, y no había de unirse en la resurrección a ninguno de los siete patriarcas. El número siete expresa la perfección total, de tal modo que lo contrario de lo expuesto es lo que dice Isaías: "Tomarán siete mujeres a un hombre" ( Is 4,1), esto es, siete iglesias, las cuales, amadas, corregidas y educadas por el Señor, le adoran en una sola fe. "Jesús en respuesta les dijo: No veis que habéis caído en error", etc.
 
Teofilacto
Es como si dijera: vosotros no entendéis cuál es la resurrección que anuncia la Escritura, porque creéis que los cuerpos en la resurrección han de ser lo que son ahora, y no será así. Por tanto, no conocéis la Escritura. Pero también ignoráis el poder divino, porque consideráis esto difícil, y decís: ¿Cómo podrán juntarse los miembros separados y volver a ellos el espíritu? Pero esto no es nada con respecto al poder divino. "Porque cuando habrán resucitado de entre los muertos, dice, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres maridos", etc. Es como si dijera: la restauración de la vida será divina y angélica, y no seremos entregados más a la corrupción, permaneciendo siempre los mismos. Por esto no habrá ya matrimonio, puesto que lo hay ahora por la corrupción para que, multiplicándose, no desaparezca el género humano. Seremos entonces como los ángeles, que, aunque sin sucesión nupcial, no desaparecen.
 
Beda
Es de advertir que la traducción latina no corresponde a la frase griega, porque nubere en latín se dice propiamente de las mujeres que se casan, y uxorem ducere de los hombres; pero nosotros debemos entender simplemente nubere de los hombres y nubi de las mujeres, según está escrito.
 
Pseudo-Jerónimo
Así, pues, se equivocan al no entender las Escrituras, porque en la resurrección serán los hombres como los ángeles de Dios, es decir, que ninguno morirá ni nacerá allí, ni habrá allí niños ni viejos.
 
Teofilacto
Y se engañan además por no entender las Escrituras, ignorando cómo puede probarse por ellas la resurrección de los muertos. "Ahora, sobre que los muertos, continúa, hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, cómo hablando con él Dios en la zarza?", etc.
 
Pseudo-Jerónimo
Digo en la zarza, a la que sois semejantes, porque ardía sin que se consumieran sus espinas, y a semejanza suya las vuestras, que han germinado bajo la maldición, no pueden ser consumidas por el fuego de mi palabra que os inflama.
 
Teofilacto
Dijo, pues: "Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob", que equivale a decir: Dios de los vivos. Y añade: "Y en verdad que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos". No dijo, pues: Yo fui, sino: Yo soy, porque habla con seres que existen y están presentes. Pero acaso dirá alguno que Dios habló así refiriéndose sólo al espíritu y no al cuerpo de Abraham. A esto diremos que por Abraham se refiere al cuerpo y al espíritu, de modo que Dios sea Dios del cuerpo, y el cuerpo viva en Dios, esto es, según el orden establecido por Dios.
 
Beda
O también porque, una vez probada la permanencia del espíritu después de la muerte, y no pudiendo ser Dios de muertos, sino de vivos, seguía como consecuencia la resurrección de los cuerpos, que con el espíritu obraron el bien y el mal.
 
Pseudo-Jerónimo
Cuando dice: "Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob", nombrando tres veces la palabra Dios, anunció la Trinidad. Cuando dice: "Dios no es Dios de muertos", no nombrándole más que una sola vez, significó una sola sustancia. Viven, pues, los que conquistan para sí la porción que han elegido, y mueren los que la perdieron. "Luego estáis vosotros, dice, en un grande error".
 
Glosa
Porque contradecían a las Escrituras, y derogaban algo del poder de Dios.

28-34

Uno de los escribas que había oído esta disputa, viendo lo bien que les había respondido, se arrimó, y le preguntó cuál era el primero de todos los mandamientos. Y Jesús le respondió: "El primero de todos los mandamientos es éste: Escucha, oh Israel, el Señor Dios tuyo es el solo Dios; y así amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas. Este es el mandamiento primero. El segundo, semejante al primero es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento que sea mayor que éstos". Y el escriba le dijo: "Maestro, has dicho bien y con toda verdad, que Dios es uno solo, y no hay otro fuera de El; y que el amarle de todo corazón y con todo el espíritu, y con toda el alma, y con todas las fuerzas, y al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios". Viendo Jesús que el letrado había respondido sabiamente, díjole: "No estás lejos del reino de Dios". Y ya nadie osaba hacerle más preguntas. (vv. 28-34)
 
Glosa
Después que refutó el Señor a los fariseos y saduceos que le tentaban, se nos dice cómo satisfizo una pregunta de un escriba. "Uno de los escribas que había oído esta disputa, viendo lo bien", etc.
 
Pseudo-Jerónimo
¿Pues qué duda ha de haber sobre esto, sino la que es común a todos los letrados por la diversidad de mandatos que se prescriben en el Exodo (cap. 20), en el Levítico (cap. 26) y en el Deuteronomio (cap. 4)? De aquí que conteste, no con uno, sino con dos mandamientos, con los cuales alimenta nuestra infancia como a los pechos de nuestra madre. Y dice: "El primero de todos los mandamientos es éste: Escucha, oh Israel, el Señor Dios tuyo es el solo Dios". Llama a éste el primero y principal de todos los mandamientos, es decir, que debemos ante todo poner en el fondo de nuestro corazón como único fundamento de la piedad el conocimiento y la confesión de la unidad divina con la práctica de las buenas obras, que se perfeccionan en el amor a Dios y al prójimo. Y añade: "Y amarás al Señor Dios tuyo", etc.
 
Teofilacto
Observemos cómo enumera todas las fuerzas del alma: pone en primer lugar la del alma animal diciendo: "Con toda tu alma". A ella pertenece la ira y el deseo, los que quiere que sacrifiquemos al divino amor. Hay otra fuerza que se llama natural, a la que corresponde la nutrición y el desarrollo, y que toda entera debemos dar también al Señor. Por esto dice: "Con todo tu corazón". Hay una fuerza racional, que se llama mente, y que debemos dar también toda entera a Dios.
 
Glosa
"Y con todas tus fuerzas", añade. En esto se refiere a las fuerzas corporales.
"El segundo, semejante al primero, es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
 
Teofilacto
Dice: "semejante al primero", porque estos dos mandamientos están vinculados el uno con el otro, y pueden intercambiarse entre sí, puesto que el que ama a Dios ama sus obras, y debe por consiguiente amar a todos los hombres. Recíprocamente, el que ama al prójimo, que con frecuencia es causa de tropiezo, con mucha más razón debe amar a Aquél de quien siempre está recibiendo beneficios. Por tanto, y a causa de la correspondencia de estos mandamientos, añade: "No hay otro mandamiento que sea mayor que éstos".
"Y el escriba, continúa, le dijo: Maestro, has dicho bien y con toda verdad", etc.
 
Beda
Al decir: "Vale más que todos los holocaustos y sacrificios", manifiesta que entre los escribas y fariseos se trataba muchas veces la grave cuestión de cuál era el mandamiento primero o el principal de la ley divina. En efecto, unos decían que el ofrecer panes ázimos y sacrificios, y otros que el hacer obras de fe y de caridad. Estos últimos se fundaban en que muchos de los padres anteriores a la ley habían agradado a Dios con obras tanto de fe como de caridad. Y este escriba declara que así era como él pensaba.
"Viendo Jesús que había respondido sabiamente, díjole: No estás lejos del reino de Dios".
 
Teofilacto
No declara por esto que fuera perfecto, porque no dice estás dentro del reino de los cielos, sino no estás lejos del reino de Dios.
 
Beda
Y no estaba lejos del reino de Dios, porque manifiestamente profesaba la doctrina que es propia del Nuevo Testamento y de la perfección evangélica.
 
San Agustín, de consensu evangelistarum, 2,73
Y no debe chocarnos que diga San Mateo que fue el escriba a preguntar al Señor para tentarle, porque pudo suceder que, aunque fuera con tal intención, se corrigiera con la respuesta del Señor. O quizá, aunque tuviera esta intención, no fuera la del que con malicia se propone engañar a su enemigo, sino más bien la del que con prudencia pretende esclarecer algo que le resulta oscuro.
 
Pseudo-Jerónimo
O bien: no está lejos el que viene con gran prisa, porque más lejos está del reino de Dios la ignorancia que la ciencia. Por eso dijo a los saduceos: "¿No veis que habéis caído en un error por no entender las Escrituras, ni el poder de Dios? Y ya nadie osaba hacerle más preguntas".
 
Beda
Después de haber sido refutados, no le preguntan más, pero le prenden descaradamente y le entregan a la potestad romana. Esto nos enseña que podemos vencer a la envidia venenosa, pero que es difícil apagarla.

35-37

Y enseñando y razonando después Jesús en el templo, decía: "¿Cómo dicen los escribas que el Cristo o Mesías es hijo de David? Siendo así que el mismo David inspirado del Espíritu Santo dice, hablando del Mesías: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta tanto que yo haya puesto a tus enemigos por tarima de tus pies. Pues si David le llama su Señor, ¿de dónde o cómo es su hijo?" Y el numeroso auditorio le oía con gusto. (vv. 35-37)
 
Teofilacto
Como que Cristo había de llegar a la pasión, corrige la falsa opinión de los judíos que decían que era Hijo de David, pero no su Señor. "Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el templo".
 
Pseudo-Jerónimo
Habla así en público, para que no tengan excusa alguna. "¿Cómo dicen los escribas que el Cristo o Mesías es hijo de David?".
 
Teofilacto
Cristo, pues, manifiesta que El es el Señor, conforme a lo que dijo David: "Siendo así que el mismo David inspirado del Espíritu Santo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra " ( Sal 109,1) 1. Es como si dijese: No podéis decirme que haya hablado así David sin la gracia del Espíritu Santo, sino que en el Espíritu Santo le llamó Señor. Que sea su Señor se manifiesta en lo que sigue: "Hasta tanto que yo haya puesto a tus enemigos por tarima de tus pies". Y en efecto: eran enemigos de Cristo aquéllos a quienes Dios Padre puso por tarima suya. Y que los sometiese el Padre no significa falta de fuerza en el Hijo, sino la unidad de naturaleza por la que el uno obra en el otro. Así que el Hijo somete sus enemigos al Padre, porque le glorifica en la tierra ( Jn 17,4).
 
Glosa
Así concluye el Señor esta confusa cuestión, porque de las citadas palabras de David se desprende que Cristo es su Señor, y de las de los escribas que es Hijo de David. Ambas cosas se expresan en estas palabras: "Pues si David le llama su Señor ¿por dónde y cómo es su Hijo?"
 
Beda
Esta pregunta de Jesús nos sirve todavía hoy para rebatir a los judíos. A los que de entre ellos confiesan que ha de venir el Cristo, pero consideran a Jesús sólo como un simple y santo varón de la raza de David, instruidos por el Señor preguntémosles: ¿cómo es que, si no es más que un simple hombre y solamente Hijo de David, le llama éste su Señor en el Espíritu Santo? Lo que se les reprocha, pues, no es que le llamen Hijo de David, sino que no le crean Hijo de Dios.
"Y el numeroso auditorio le oía con gusto".
 
Glosa
Porque veían que contestaba y preguntaba sabiamente.
 
Notas
1. El salmo es citado según el Antiguo Testamento en griego, los Setenta. En aquel entonces, por todos era aceptado el salmo como davídico, y Jesús no quiso ir contra esa universal creencia. Debe señalarse además que, como en otros casos sobre profecías, esta lectura mesiánica del Sal 109(110),1 es propia del Señor Jesús y de los cristianos. Es totalmente inexistente una interpretación mesiánica de este salmo en la literatura judía; sólo hacia mediados del siglo III d.C., se tiene conocimiento de tal interpretación en textos judíos.

38-40

Y decíales en sus instrucciones: "Guardaos de los escribas que hacen gala de pasearse con vestidos rozagantes, y de ser saludados en la plaza, y de ocupar las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en los convites: que devoran las casas de las viudas con el pretexto de que hacen por ellas largas oraciones. Estos serán castigados con más rigor". (vv. 38-40)
 
Pseudo-Jerónimo
Refutados los escribas y fariseos, quema como con fuego estos áridos modelos: "Y decíales en sus instrucciones: Guardaos de los escribas que hacen gala de pasearse con vestidos rozagantes".
 
Beda, in Marcum 3,42
Con estas palabras los acusa de presentarse en público con ricos vestidos, pecado del que vemos reprochado entre otros a aquel rico que tenía cada día espléndidos banquetes ( Lc 16).
 
Teofilacto
Se paseaban con magníficos vestidos pretendiendo recibir honor por ello, y del mismo modo apetecían otras cosas que llevan a la vanagloria. "Y quieren ser saludados, dice, en la plaza, y ocupar las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en los convites".
 
Beda, in Marcum 3,42
Es de notar que no prohíbe que sean saludados en la plaza, ni que ocupen los primeros asientos aquéllos a quienes corresponde por su oficio, sino que previene a los fieles que deben guardarse, como de hombres malos, de los que aman desordenadamente estos honores, séanles o no debidos, condenando, no los honores, sino el que se busquen. Y no carecen de culpa los que desean ser llamados maestros de la sinagoga en la cátedra de Moisés y se mezclan en los pleitos judiciales. Con doble razón, pues, nos manda precavernos contra los que ambicionan la vanagloria, para que no nos seduzca su ejemplo, juzgando bueno lo que hacen, y para que no nos lleve la emulación al deseo de gozar los falsos bienes que ellos ostentan.
 
Teofilacto
Estas palabras son también una enseñanza especial para los Apóstoles, a fin de que no anden en tratos con los escribas, sino que procuren hacer lo que El mismo hace. De este modo los declara maestros de los demás, puesto que los ha hecho maestros de lo que se debe hacer en la vida.
 
Beda, in Marcum 3,42
Pero no sólo buscan la alabanza de los hombres, sino también sus riquezas. Por esto dice: "Que devoran las casas de las viudas con el pretexto de que hacen por ellas largas oraciones". Así, pues, fingiendo ser justos y ofreciendose como sus abogados en el juicio futuro, tales hombres no dudan en recibir el dinero de los que sienten turbada su conciencia por sus pecados. Y como el pobre que suele obtener mayor limosna implorando, más se desvelan y pernoctan rezando, para apoderarse de la limosna destinada al necesitado.
 
Teofilacto
Iban los escribas a estas mujeres, que no tenían maridos que las protegieran, y declarándose sus protectores, las engañaban hipócritamente con el pretexto de la oración y con demostraciones de respeto. De igual modo se conducían en casa de los ricos. "Estos serán castigados con más rigor", es decir, con más rigor que los demás judíos.

41-44

Estando Jesús una vez sentado junto al arca de las ofrendas, estaba mirando cómo la gente echaba dinero en ella, y muchos ricos echaban grandes cantidades. Vino también una viuda pobre, la cual metió dos pequeñas monedas, que hacenun maravedí. Entonces, convocando a sus discípulos, les dijo: "En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado más en el arca que todos los otros. Por cuanto los demás han echado algo de lo que les sobraba; pero ésta ha dado de su misma pobreza todo lo que tenía, todo su sustento". (vv. 41-44)
 
Beda, in Marcum 3,42
El Señor, que nos había aconsejado que nos guardásemos del deseo de la primacía y de la vanagloria, somete a cierto examen también a los que llevan ofrendas a la casa de Dios. "Estando Jesús, dice, sentado junto al arca de las ofrendas, estaba mirando cómo la gente echaba dinero en ella". El arca de las ofrendas se dice en griego gazophylacio, palabra compuesta de phylaxae ( fulax ), que significa guardar, y de gaza, que en lengua persa significa riquezas. Por ello que suele llamarse gazo-phylacium el lugar en que se guardan las riquezas, aplicándose este nombre igualmente al arca, en la que se echaba lo destinado para el servicio del templo, y al pórtico, en que ésta estaba ubicada. Un ejemplo de estos pórticos nos ofrece el Evangelio: "Estas palabras dijo Jesús en el gazofylacio, enseñando en el templo" ( Jn 8,20). Y en el libro de los Reyes dice: "Y el Pontífice Joiada llevó un gazofylacio " ( 2Re 12,9).
 
Teofilacto
Era, pues, laudable costumbre entre los judíos que los que tenían y querían hacer alguna ofrenda la depositasen en el gazophylacio, y esto servía para el sustento de los sacerdotes, de los pobres y las viudas. "Y muchos ricos echaban grandes cantidades". Mientras que muchos hacían esto, llegó una viuda. Esta manifestó su piedad con una ofrenda proporcionada a sus fuerzas. "Vino también, prosigue, una viuda pobre, la cual metió dos pequeñas piezas del valor de un cuadrante".
 
Beda, in Marcum 3,42
En el cálculo se llama le cuadrante a la cuarta parte de una cosa, sea un espacio, tiempo o moneda. Aquí tal vez se expresa con esa palabra la cuarta parte de un siclo, es decir, cinco óbolos. "Entonces convocando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado más en el arca que todos los otros". Porque Dios no valora la ofrenda en sí, sino la intención del que la hace. Tampoco considera tanto la cantidad que se da, sino la parte que de todo lo poseído se separa. Por eso sigue: "Por cuanto los demás han echado algo de lo que les sobraba; pero ésta", etc.
 
Pseudo-Jerónimo
En sentido místico, los ricos son aquéllos que sacan del tesoro de su corazón lo nuevo y lo viejo, es decir, los secretos y recónditos misterios de la divina sabiduría de uno y otro Testamento. Y ¿quién es esa pobrecita sino yo mismo y mis semejantes, que damos lo que podemos, y deseamos explicaros lo que no podemos? Porque Dios no considera qué es lo que habéis entendido, sino vuestro ánimo de entenderlo. Todos podemos ofrecer un cuadrante, que es la buena voluntad, la cual se llama cuadrante porque existe con otras tres cosas, a saber: pensamiento, palabra y obra. Cuando dice: "Pero ésta ha dado todo lo que tenía", expresa que todos los placeres del cuerpo consisten en el alimento. Por esto se dice: "Todo el trabajo del hombre está en su boca" ( Ecle 6,7).
 
Teofilacto
O de otro modo: esta viuda es el espíritu del hombre que abandona a Satanás, a quien estaba unido, y que echa en el tesoro del templo dos monedas, la de la carne y la del espíritu; la primera por la abstinencia y la última por la humildad. De este modo podrá oír que ha dado todo lo que tenía y que hizo un sacrificio, no dejando nada de lo suyo al mundo.
 
Beda, in Marcum, 3,42
Alegóricamente, los ricos que echaban sus ofrendas en el arca representan a los judíos orgullosos de la justicia de la ley; la viuda pobre representa la sencillez de la Iglesia, siendo pobre porque se ha despojado del espíritu de la soberbia o de las concupiscencias de lo temporal, y viuda porque aquél a quien estaba unido ha sufrido la muerte por ella. Y pone dos moneditas en el arca, porque lleva las ofrendas del amor a Dios y al prójimo, o de la fe y la oración. Estas monedas valen poco, pero tienen el mérito de la piadosa intención, por lo cual son aceptadas y más estimadas que todo lo ofrecido por los soberbios judíos. Estos hacen ofrendas al Señor de lo que les sobra, en tanto que la Iglesia le da todo lo que tiene, porque entiende que todo lo que es vida en ella no es mérito suyo, sino don de Dios.