1 OS PROPONEMOS DESCUBRIR JUNTOS EL AMOR DEL PADRE




DESARROLLO DEL ENCUENTRO

En este primer encuentro vamos a intentar ponernos de acuerdo sobre lo que vamos a hacer en el grupo y cómo lo vamos a hacer. Es importante que manifestemos lo que esperamos de estas reuniones, pues vamos a comenzar un camino juntos y será más fácil llegar a la meta si desde el principio exponemos nuestras expectativas y logramos ponernos de acuerdo en cómo vamos a caminar.

Seguiremos los siguientes pasos:

 

PARA PROFUNDIZAR

"LA CASA DE LOS TESTIGOS"
Introducción al evangelio de Juan

Escribir un libro es como construir una casa. Se parte de un proyecto, se edifica sobre un solar y, poco a poco, va subiendo la obra. Primero los cimientos, luego las paredes exteriores, las interiores, los retoques, la decoración... Distintas personas se implican para que todo resulte bien: el arquitecto, el aparejador, los albañiles, los fontaneros, los electricistas...

Podemos comparar la composición del evangelio de Juan con la construcción de una casa. Vamos a acercarnos a ella, vamos a visitarla, admirarla, leer los grabados de sus piedras, respirar su ambiente para ver si nos ayuda a seguir construyendo hoy nuestra vida.

¿Quién tuvo la idea?

Toda construcción parte de un proyecto. El arquitecto, teniendo presente ese proyecto, elabora los planos y el aparejador se ocupa de que los trabajadores sean fieles al proyecto original.

Leyendo el evangelio de Juan podemos decir que el proyecto partió de Dios. Deseaba la salvación de todos los hombres y envió a su Hijo para que por Él tuviéramos vida eterna (Jn 3,16). Jesús, su Hijo, fue el arquitecto. Quería, de parte de su Padre Dios, construir un mundo en el que todosfuéramos iguales, hijos de Dios y hermanos unos de otros. Con su vida mostró cómo llegar a este proyecto. Hubo un aparejador, al que se llamó el discípulo amado, que puso manos a la obra. Reflexionó, trabajó y meditó lo que había oído a Jesús, se lo mostró a una comunidad de hombres y mujeres que quisieron implicarse en la tarea de llevar a cabo el proyecto de Dios desde la experiencia que les presentaba Juan, el discípulo amado. Su vida, su reflexión, su testimonio guiaron a esta comunidad. Cuando Juan les dejó quisieron continuar aquel proyecto. Podían seguir adelante, por-que si Juan había sido alguien muy cercano a Jesús, ellos tenían el Espíritu del Maestro que les ayudaría a interpretar correctamente sus indicaciones (Jn 16,13). Así, como obra de toda una comunidad, se va construyendo el evangelio de Juan. En él se recoge la Buena Noticia del amor: del amor de Dios (Jn 3,16), del amor de su Hijo, Jesús (Jn 13,1), del amor del cristiano (Jn 13,24-25).

¿Para qué se construyó esa Casa?

Una inscripción en una de sus piedras señala el motivo: "para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios; y para que creyendo tengáis en Él vida eterna" (Jn 20,31). Se construye la casa para que las personas que la visiten que-den encantadas y extiendan por nuestra historia humana el proyecto que Dios nos ha mostrado en Jesús. Esto es creer, y conduce a la vida eterna.

Esta casa está llena de personas que han creído y que nos invitan a hacer lo mismo. Son testigos. Por eso la hemos llamado simbólicamente "La Casa de los Testigos". En esta casa, el evangelio de Juan, es clave el testimonio: Jesús, el Hijo de Dios, se presenta como el que da testimonio del Padre, es el gran testigo porque estaba unido al Padre y nos lo puede revelar mejor que nadie. Su proyecto es continuado por una gran multitud de testigos. Entre ellos hay una persona muy importante para la comunidad, Juan, el discípulo amado, aquel que "da testimonio de todas estas cosas" (Jn 21,24). Entrando en la casa nos sorprenden otros testigos: junto al pozo, la Samaritana; al lado de la piscina, el paralítico; cerca de la luz, el ciego; en el interior de la casa, Marta y su hermana María... Los constructores de la casa también nos presentan su vivencia al principio y al final del evangelio, como queriendo abrazar todo lo que se dice en él: "...habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria" (Jn 1,14), "...nosotros sabemos que dice la verdad" (Jn 21,24). Por tanto, nada más entrar en la casa, todo y todos nos invitan a encontrarnos con Jesús y a ser sus testigos.

¿Cuándo y dónde fue construida esta Casa?

Cuando se va a construir una casa, se van reservando los materiales para poder disponer de ellos en el momento preciso. En el caso del evangelio de Juan también fue así. Los recuerdos del discípulo amado fueron guardados, vividos y celebrados en las comunidades, transmitidos con cariño a los nuevos grupos que iban surgiendo. En un momento dado, se consideró importante empezar a poner todo eso por escrito; mientras se seguían viviendo las enseñanzas de Jesús transmitidas por Juan. Vivían y escribían, escribían y vivían. Veían importante dar respuestas nuevas a nuevas necesidades, manteniendo la fidelidad al proyecto de Jesús según se lo había transmitido el discípulo amado. Podían hacerlo porque el Espíritu, presente en ellos y entre ellos, les hacía penetrar y descubrir lo que significaba la encarnación de Jesús en la realidad conflictiva que les tocaba vivir. Tras unos cuantos retoques, la casa termina de construirse alrededor de los años 90-100 d.C., aunque hay piedras que encontraron su hueco más tarde. Tampoco . se sabe dónde fue construida exactamente. Quizá en algún lugar de Palestina.

¿Cómo se organizó la Casa?

"La Casa de los Testigos" tiene dos puertas, una de entra-da y otra de salida, y dos pisos divididos, a su vez, en salas pequeñas. El gran pórtico de entrada es el prólogo (Jn 1,1-18) y en él se anticipan los grandes temas que aparecerán constantemente a lo largo de todo el evangelio: palabra, vida, luz, mundo, fe, Jesús, hijo de Dios, el Padre, los hombres.

Al primer piso de la casa se le ha llamado "Libro de los signos" (Jn 2,1-12,50), porque está construido sobre siete acciones de Jesús a las que Juan llama signos: curación de un paralítico, multiplicación del pan, resurrección de Lázaro... Cada uno de estos signos va acompañado de una explicación en forma de diálogo o discurso que explica el sentido del signo y ahonda en el misterio de Jesús.

Al segundo piso de la casa se le denomina "El libro de la Pasión y de la Gloria" (Jn 13,1-20,31), porque en él se manifiesta la gloria de Jesús y su victoria sobre todos los enemigos, incluso en el momento de su pasión y muerte.

De "La Casa de los Testigos" se puede salir por el pórtico de entrada, el prólogo, porque, tras leer el evangelio de Juan, podemos terminar por él para obtener una visión resumida del libro. También se puede salir por la puerta de Jn 21,1-25, donde se relatan algunas apariciones del resucitado y donde se ponen en relación dos figuras muy importantes en la Iglesia primitiva: Pedro y el discípulo amado.

La "Casa de los Testigos" nos espera con las puertas abiertas. Estamos invitados a entrar en ella para sumar-nos, con la comunidad de Juan, al proyecto de Dios. Como discípulos amados somos llamados a permanecer con el Maestro, a recibir su Espíritu, a contemplar en Él y con Él la imagen más clara del Padre, porque "a Dios nadie lo vio jamás; el Hijo único que es Dios y que está en el seno del Padre, nos lo ha dado a conocer" (Jn 1,18).

PARA PREPARAR EL PRÓXIMO ENCUENTRO

Para preparar nuestra próxima reunión leeremos el primer capítulo del evangelio de Juan (Jn 1,1-51). En él se nos presenta la figura de Jesús de una manera diferente a la que encontramos en los demás evangelios. Por eso, mientras vamos leyendo, nos podemos preguntar:

¿Con qué expresiones o "títulos" es llamado Jesús en este primer capítulo?