El Barroco - S. XVII y XVIII (4ta. parte)
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5- La pintura francesa barroca (S. XVIII):

5.1. Georges de la Tour (1593-1652): Trabajó en Lorena. Su obra es de temática religiosa y costumbrista y su estilo deriva de Caravaggio a través de la Escuela de Utrecht. Posteriormente utiliza una iluminación indirecta proveniente de una vela u otra fuente de luz oculta, en la línea de los seguidores holandeses de Caravaggio. En sus últimos cuadros desarrolló un estilo de masas de figuras muy simplificadas casi geometrizadas, en una inmovilidad que anticipa lo que sería el clasicismo francés. Su temática religiosa está ligada al resurgimiento en la Lorena del catolicismo relacionado a los franciscanos. Dejó poca cantidad de obras, unas cuarenta como Vermeer.
(ver obra)

5.2. Le Nain: El nombre pertenece a tres hermanos nacidos en Laon. Antoine, (1588-1648), llegó a Paris en 1629 seguido por sus dos hermanos, Louis (ver obra), (1593-1648) y Mathieu (1607-1677). Firmaban sus obras igual sin anteponer las iniciales pero en general se atribuyen los cuadros pequeños pintados con colores brillantes sobre cobre a Antoine. Los grandes con temas de campesinos o religiosos y con colores grisáceos, sin exageraciones barrocas y considerados los de mayor valor artístico se atribuyen a Louis, quien posiblemente haya estado en Italia y los demás, muchos de ellos representando las populares escenas de cuerpos de guardia realizando diversas actividades, a Mathieu. Poseen un parentesco con los seguidores de Caravaggio pero son más austeros que los continuadores de la Escuela de Utrecht.

 

6- El arte del siglo XVIII en Francia: Rococó y naturalismo.

El Rococó es un estilo decorativo que surge en Francia tras la muerte de Luis XIV y que se da en los nuevos palacios que se construyen en París cuando, tras el cansancio de la aristocracia de la vida fastuosa de Versailles, traslada su actividad a la ciudad. Esta casas van a ser mucho más pequeñas que los palacios barrocos. La palabra rococó deriva de rocaille o rocalla. El nuevo estilo decorativo alcanzó su esplendor hacia 1730 y se caracteriza por el uso de porcelana, estucos blancos, oro y plata. Predominan las superficies curvas, los adornos de volutas y contracurvas, las curvas asimétricas. Se extendió a Austria , Alemania y Praga donde se encuentran las mayores obras. En 1740 comenzó a pasar de moda en Francia siendo remplazado por el Neoclasicismo.
El Rococó tuvo poca difusión en Italia y en España y es casi inexistente en Inglaterra salvo las obras del pintor Hogarth. Las primeras obras de Goya, los cartones para los tapices de la Fábrica Real, son rococó.

6.1. Jean Antoine Watteau (1648-1721): Nació en Valenciennes ciudad flamenca poco antes anexada a Francia. Trabaja en Paris desde 1702. Fue conservador del Palacio de Luxemburgo donde estaba el ciclo de María de Médicis de Rubens por quien siempre expresará su admiración. En 1709 Valenciennes pinto obras de escenas militares al estilo flamenco recibiendo la influencia de Teniers y de regreso en Paris estudió a los pintores venecianos resumiendo todo en un personal Rubenismo. En 1712 fue admitido como miembro de la Academia para lo cual donó la obra "Peregrinación a Citérea" -hoy en el Louvre-. Fue considerado un pintor de temas galantes -fètes galantes- lo que era una novedad para la Academia ya que el estilo de Watteau, dentro del Rococó, transmitía una melancólica idea de la transitoriedad de los placeres mundanos lo que lo aproxima a Giorgione. Realizó temas teatrales con figuras de la comedia italiana y francesa en actitudes melancólicas o pensativas. Sus obras las realizaba a partir de los dibujos previos a tres colores y que encarpetaba por cientos, hoy muy bien conservados.
En sus últimas obras realiza interiores de gran realismo flamenco al estilo de Teniers, como se observa en el cuadro Enseigne de Gersaint.

6.2. Jean Baptiste Simeón Chardin (1699-1779): Es considerado el pintor francés más importante del S .XVIII de escenas de género y naturalezas muertas. Nombrado miembro de la Academia en 1728 controló las exposiciones durante más de veinte años. Sus primeras obras por sus temas y el pequeño formato se inspiran en los flamencos pero adaptados al gusto francés. Las naturalezas muertas parten de elementos simples como utensilios, verduras, frutas, piezas de caza, pescados y son realizadas con colores vivos, profundidad tonal y fuerte empaste. Los cuadros, también de pequeño formato, de escenas de género - o temas cotidianos que reflejan escenas de la vida de la clase media- nos muestran personajes de tamaño reducido ubicados en interiores. No encontramos idealización ni sentimiento, pintoresquismo o refinamientos, sino un gran naturalismo, es decir una fidedigna representación visual.
En el Salón de 1775 exhibió dos
autorretratos y uno de su mujer al pastel, obras de gran análisis y técnica superando a los de Latour, Maurice Quentin (1704-1788), quien fuera el más famoso retratista al pastel del S. XVIII.
Fragonard fue discípulo suyo.

6.3. François Boucher (1703-1770): Fue el decorador más famoso de la época de Rococó y protegido por Mme. de Pompadour. Uno de sus mejores retratos es el de ella de 1758 hoy en Londres. En 1727 llegó a Roma por un Premio de la Academia pero allí sólo le interesó Tiépolo. En 1734 entra en la Academia y en 1765 es nombrado su director. Diseñó gran cantidad de tapices con temas como Salida y Puesta del Sol,- 1753- de la Wallace Col. de Londres - y pintó temas mitológicos, algo irreverentes, inspirados en Verones, Rubens y Watteau.

6.4. Jean-Honore Fragonard (1732-1806): Es el pintor de escenas galantes más conocido, su carrera se desarrolló durante los reinados de Luis XV y de Luis XVI. Fue alumno de Chardin y de Boucher. Obtuvo el Premio de Roma y trabajó entre 1756 y 1761 en la Academia francesa de Roma y estudió la obra de Tiépolo. Comenzó realizando temas religiosos de gran ampulosidad para luego abandonarlos y comenzar con sus temas más conocidos referentes a la vida cortesana de estilo Rococó. Algunas de estas obras son "El columpio", de 1766 y la serie del "Progreso del Amor" por encargo de Mme. du Barry, 1771.
Su pintura se caracteriza por los colores claros, iridizados, con predominio de rosas y celestes, la línea es vibrada y logra un resultado donde la técnica es acorde a los temas representados, un conjunto etéreo de personajes representantes de una época que se acababa.
En 1773 viajó por Italia, Alemania y Austria. La Revolución francesa lo dejó sin protectores y acabó con el arte cortesano. El nuevo arte, el neoclasicismo, estuvo representado por David que llegó a darle trabajo a Fragonard en el servicio de Museos debido a la pobreza en que se encontraba. Murió en París olvidado por completo.

 

7- Italia:

7.1. Giovanni Battista Tiépolo (1696-1770): Fue el último de los grandes decoradores venecianos exponente del Rococó italiano. Sus primeras obras, de paleta baja, tienen influencia de los venecianos del S. XVII. "El Sacrificio de Abraham" (1715-16).
En 1719 se casó con la hermana de Guardi y comenzó a perfilar su estilo suelto y luminoso. Entre 1725 y 1728 realiza la decoración al fresco del Palacio arzobispal de Udine. Los colores son claros, desaturados, el dibujo es muy preciso y junto a las masas de color crea un efecto de amplio pero suave movimiento. Las figuras se encuentran ubicadas en perspectivas arquitectónicas que provocan un efecto de retroceso más allá del plano del cuadro y que fueron realizadas por Mengozzi-Colonna quien trabajó con Tiépolo toda la vida.
Luego de esta obra realizó encargos en palacios e iglesias, frescos, retablos, pintó grandes cuadros de 9 m de altura:
"La recolección del maná", "El Sacrificio de Melquisedec" (1735 -1740). Culmina esta época con los Antonio y Cleopatra, frescos del Palacio Labia, Venecia.
En 1750 se traslada a Alemania, donde realizó varios retablos, frescos en la escalinata, en la Kaisersaal de la Residencia de Würzburg, 1750-1753. Este palacio es un gran ejemplo del Rococó alemán. La combinación de la arquitectura y la pintura es una alegoría sobre la protección del príncipe-obispo que hiciera el encargo y donde incluye además escenas de la historia alemana y de Barbarroja.
En 1755 fue elegido presidente de la Academia de Venecia. En 1761 Carlos III lo invitó a pintar el techo del Palacio Real de Madrid, 1762-1766. En 1767 le encargó siete retablos para Aranjuez. Los últimos años que pasó en España se vieron dificultados por las intrigas de Mengs, representante español del neoclasicismo que consideraba al Rococó como frívolo y superficial. Murió en Madrid.
La gran cantidad de obras que realizó se debe a su manera de trabajar en equipo, él realizaba sus modelli o bocetos que luego ejecutaban sus colaboradores. Se conservan muchos de ellos junto a una gran cantidad de dibujos y aguafuertes.

8- La disolución del estilo cortesano:

El arte cortesano termina con el Rococó. Es un arte distinguido, aristocrático, se trabaja sin un esquema fijo, lo principal es la técnica de la ejecución. Estos elementos de disuelven paulatinamente. Se cambia lo decorativo por lo expresivo.
Hay dos corrientes que disuelven el estilo cortesano:
- Naturalismo e Intimismo.
- Clasicismo de David.
Al finalizar el S. XVIII no queda ningún arte que simbolice a la nobleza. Comienza la revolución del arte burgués, determinada por los cambios sociales internos que se dan tanto en Francia como en Inglaterra. Este proceso comienza durante el reinado de Luis XIV, en los últimos años de su vida el control lo ejerce Mme. de Maintenon. Cuando muere queda el Regente Felipe de Orléans que reaccionó contra los viejos métodos, así el arte se desarrolló lejos de la Corte y el Regente. Trasladó la corte de Versailles a París, el Rey vivió en las Tullerias y el regente en el Palacio Royal, los nobles se ubican en sus palacios y castillos y se divierten en el teatro y en los salones de la ciudad.Trata de formar un consejo con los nobles pero ya habían perdido la habilidad para dirigir asuntos públicos. La aristocracia y la burguesía se funden en una única clase cultural. Los nobles siguieron siendo los únicos que podían acceder a los cargos de la corte, altas dignidades eclesiásticas, ejército, gobernantes y pensiones reales. Al incorporarse a la escala social la burguesía comenzó a no soportar los privilegios de la nobleza. La riqueza del Renacimiento de la burguesía había desaparecido con el absolutismo y el mercantilismo pero en el S. XVIII con la política del laissez-faire recobra su vigencia. Pero contaba con todo, menos con poder real.