Autor: Sheila Morataya,
Colaboradora de Mujer Nueva
Fuente: www.mujernueva.org

Superando barreras y asumiendo retos

Charla Magistral de Sheila Morataya en el III Congreso Mujer y Liderazgo, El Salvador. Enero 2007  

La mujer salvadoreña que es empresaria tiene la responsabilidad moral de que los valores sigan prevaleciendo en nuestra patria. Por lo tanto son, valores que deben ser parte de la impronta que ella deja en su empresa, estos valores deberían ser la gran bandera de su empresa. Cultivar estos valores y defenderlos harán brotar la belleza de nuestro país en la familia y su gente.

Pero, ¿qué son los valores? los valores son esas pautas de conducta de naturaleza espiritual que son y siempre serán permanentes. Los valores son camino. En ese camino hay paradas para revisar el trecho andado y buscar la ruta que se seguirá un día más.

I. Dos importantes valores para la empresaria:

1. La persona humana: principio y fin de la economía

El hombre y sus valores deben ser siempre el principio y el fin de su economía. La mujer empresaria tiene una enorme responsabilidad moral sobre sus hombros, ya que su t area va más allá de dar empleo a ésta o aquella persona, su tarea y su llamada es educar, inspirar y ayudar a descubrir a sus empleados el significado maravilloso de ser persona. A simple vista parecería que esto no es importante y que por ser personas todos saben lo que eso significa, sin embargo hay millones de seres humanos que ignoran el significado profundo de su naturaleza.

2. Autoexigencia: pensamiento riguroso

Todo(a) dirigente debe poseer el arte de pensar con rigor. El (la) dirigente es consciente de que pensar de forma aquilatada no se da en el hombre de modo espontáneo que como el ver, requiere de un ejercicio constante, sistemático y bien dirigido por manos expertas. En el hecho de dominar o bien de ignorar el arte de pensar con rigor se juega el ser o no ser de la vida social en sus estratos más profundos (1).¿Qué tan consciente soy de que el mundo de hoy necesita de mi protagonismo como mujer, esposa, madre y profesional desde ese sitio que en la vida me corresponde? (2)

¿Quién es la mujer? ¿Qué es principalmente lo que esta llamada hacer para su patria y la sociedad? La mujer por vocación originaria ha sido creada para ayudar a cada uno a descubrirse persona en cuanto a naturaleza y gracia y así elevarse como humano y por ende perfeccionar el trabajo(3) […]

II. Valores que definen la personalidad de una mujer empresaria.


1- La cooperación
2- La profundidad
3- El amor que confirma en el ser a los otros.
4- La atención

Cuando una mujer empresaria aplica el ejercicio de auto-observación entonces puede desarrollar una mayor conciencia de su esencia propia femenina y por lo mismo tener menor inclinación hacia las conductas masculinas. Como mujeres cuando pequeñas hemos conocido la mayoría una mujer que nos ha deslumbrado, totalmente femenina, totalmente mujer y es esto precisamente lo que en su día nos ha inspirado para profundizar en nuestra propia feminida d. […]

III. Obstáculos que enfrentamos las mujeres

1. El síndrome de la súper mujer.

Hay mujeres que quieren estar en todo y salir adelante con un sinfín de tareas y obligaciones que muchas veces ella misma se impone. Sin embargo, al hacerlo descuida la esfera más importante de la vida: el matrimonio y la familia. En el norte de Alemania, de cada cuatro parejas se rompen tres. En la zona sur, en Baviera, de cada tres, una. En la capital del imperio ingles, en Londres, de cada tres parejas, dos están rotas; en París, el tema va por el estilo… ¿Qué está ocurriendo?

Lo que ocurre es que la mujer ha descuidado su misión. Para evitar esto la empresaria española Adela Clemente recomienda que sus valores en torno a su vida deben de ser muy claros.

2. Masculinismo en el mundo empresarial

El mundo laboral, hay que decirlo, todavía se encuentra lleno de valores masculinos, hay muchas organizaciones que funcionan y son re -estructuradas desde el mundo masculino. Como escribí anteriormente hemos avanzado mucho sin embargo existen muchos sectores como los relacionados con el mundo de la ingeniería, la banca, la administración pública, y hasta el deporte, en los que la mujer todavía no puede calar hondo con sus valores, por lo tanto es un obstáculo que debemos perseverar en tratar de eliminar. Con una convicción profunda de nuestra misión como mujeres y aplicando el genio femenino muy propio de cada una lo iremos logrando.

3. Auto-limitarse

Al emprender un proyecto laboral, por falta de confianza en sí misma la mujer establece una serie de auto-limitaciones que obstaculizan su crecimiento profesional. La mujer en muchas ocasiones tiende a infravalorarse y a menospreciarse, a creer que sabe menos de lo que sabe. Esto puede afectar mucho a lo hora de ser empresarias y tener que tomar decisiones frente a un hombre. A razón de sentirse con capacidad diferente a la de ellos la muj er se masculiniza. En el mundo empresarial, reducto de la masculinidad, las mujeres empresarias se enfrentan a su identidad, a su propia personalidad, a la educación y transmisión cultural recibida en la familia (4).[…]

IV. Retos

Unos de los principales retos que enfrentan la mujer de hoy es:

1. Tener claro la verdad sobre el matrimonio ya que sobre el se construye la familia. El sentido de la vida se encuentra en el matrimonio y la familia. Cambian los tiempos y los modos de organizar la sociedad y se aceleran los ritmos productivos pero la dignidad y el orden del amor deben permanecer inmutables (5).

2. Hacer un diagnóstico de la propia identidad:

● ¿qué es lo que quiero?; ● a medida en que envejezco, ¿hacia dónde voy?; ● ¿cuál es la belleza real que se ve en mí a mis 35, 40 y más años?

Cuando la mujer se detiene para pensar en su identidad y labor como motor de desarrollo y cre cimiento de la patria puede tomar mejores decisiones, puede recrear a los valores. Y La mujer representa un valor particular como persona humana y , al mismo tiempo, como aquella persona concreta por el hecho de su feminidad; su dignidad es medida en razón del amor, que es esencialmente orden de justicia y de caridad. (6)

3. Cultivar el sentido común
, es decir, la capacidad de percibir la realidad, el buen juicio natural de las personas y que tiene que ver con la sensatez. El mejor complemento al sentido común es el sentido del amor pues esto añade finura al juicio. Ya no se trata de diferenciar lo malo de lo bueno con cierta naturalidad, sino de detectar con rapidez el bien del otro. Hacer esto sensibiliza el corazón. “El sentido común es el primer rasgo del arte del discernimiento, volcado a diferenciar lo bueno de lo malo con llaneza y sencillez” (7)

4. No renunciar a su rol: Edith Stein decía que no se pueden perder los valores y las prioridade s del ser humano para obtener un presunto desarrollo y tecnológico, lo más importante es formar personas. Tus hijos te necesitan.

5. Cultivar la ternura: Una cualidad que nuestra sociedad fría de hoy ha perdido en gran medida. La ternura es necesaria en las relaciones humanas hoy más que nunca. De la ternura brota la sensibilidad, la delicadeza intuitiva, la pureza de sentimiento.

6. Decir sí al reto de transformar la cultura desde su identidad única e irrepetible haciendo a un lado todo lo que la hace parecer masculina y no tener miedo a ello.

Se pueden sintetizar los puntos anteriores en un solo y gran reto: Mujer y empresaria salvadoreña ¡engrandece tu corazón femenino! Al hacerlo llegaremos a ser lo que Peter Drucker afirma: “una sociedad que no tiene miedo al futuro” pues crea y se re-crea cada día con la fuerza de los valores que ha cultivado en su corazón. Si no soy yo, Sheila, o María, Cecilia, Sonia… ¿quién será? Y si no es ahora, ¿cuá ndo?

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Notas
(1) Alfonso López Quintas, Necesidad de Una renovación moral.
(2) Sheila Morataya, Es cuestión de Cuestionarse, 2004 www.sheilamorataya.com
(3) Edith Stein, La Mujer
(4) María Loreto Rodríguez Barrios, Nueva Femineidad y humanización de la cultura.
(5) Juan Pablo II, Carta a las familias.
(6) Juan Pablo II, Discurso a los empresarios.
(7) José Alberto Alarcón, O. P.