Autor: Vida Humana Internacional | Fuente:
www.vidahumana.org
Perdónate a ti mismo y a las personas que te han herido
"¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona"
"El perdón, ciertamente, no surge en el hombre de
manera espontánea y natural. Perdonar sinceramente en ocasiones puede resultar
heroico. Aquellos que se han quedado sin nada por haber sido despojados de sus
propiedades, los prófugos y cuantos han soportado el ultraje de la violencia,
no pueden dejar de sentir la tentación del odio y de la venganza. La
experiencia liberadora del perdón, aunque llena de dificultades, puede ser
vivida también por un corazón herido, gracias al poder curativo del amor, que
tiene su primer origen en Dios-Amor. La inmensa alegría del perdón, ofrecido y
acogido, sana heridas aparentemente incurables, restablece nuevamente las
relaciones y tiene sus raíces en el inagotable amor de Dios." (Juan Pablo
II, l-l-97)
¿Qué significa perdonar?
"Perdonar no es lo mismo que justificar, excusar u olvidar. Perdonar no es lo
mismo que reconciliarse. La reconciliación exige que dos personas que se
respetan mutuamente, se reúnan de nuevo. El perdón es la respuesta moral de
una persona a la injusticia que otra ha cometido contra ella. Uno puede
perdonar y sin embargo no reconciliarse, como en el caso de una esposa
continuamente maltratada por su compañero." ("A definition of forgiveness",
por Robert Enright, "The World of Forgiveness", octubre/noviembre de l996.)
"El perdón permite liberarse de todo lo soportado para seguir adelante. Usted
se acuerda del frío del invierno, pero ya no tiembla porque ha llegado la
primavera".
"El perdón opera un cambio de corazón. Debemos ponerle fin al ciclo del dolor
por nuestro propio bien y por el bien de futuras generaciones. Es un regalo
que debemos proporcionarles a nuestros hijos. Podemos pasar del dolor a la
compasión. Cuando perdonamos, reconocemos el valor intrínseco de la otra
persona".
"El perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad al ofensor por
el daño hecho ni niega el derech o a hacer justicia a la persona que ha sido
herida. Tampoco le quita la responsabilidad al ofensor por el daño hecho...
Perdonar es un proceso complejo. Es algo que sólo nosotros mismos podemos
hacer...Paradójicamente, al ofrecer nuestra buena voluntad al ofensor,
encontramos el poder para sanarnos...Al ofrecer este regalo a la otra persona,
nosotros también lo recibimos."
Nota: Tomado de "Excerpts from the talks at the National Conference on
Forgiveness", Universidad de Wisconsin-Madison, marzo de l995.
¿Por qué debemos perdonar?
Un psicólogo norteamericano, Robert Enright, afirmó que las personas que han
sido profunda e injustamente heridas pueden sanar emocionalmente perdonando a
su ofensor. El insigne fraile dominico Henri Lacordaire dijo: "¿Quieres ser
feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona".
Un discípulo de Jesús le preguntó: "¿Maestro, cuántas veces he de perdonar a
mi hermano? ¿Siete veces?" "Si ete veces no, setenta veces siete", le contestó
Jesús. Perdonar es un don de Dios. La oración sincera, procedente de un
corazón limpio de pecado, ayuda a "desmantelar" la ofensa, a perdonar al que
nos hirió.
Los primeros pasos hacia el perdón
A menudo una mujer que ha sido víctima de maltratos físicos o emocionales
durante mucho tiempo, siente ira contra sí misma por todo lo que permitió que
le sucediera. La primera persona a quien ella debe perdonar es a sí misma.
"Para poder perdonar a su agresor, la víctima debe comprender que lo sucedido
fue una ofensa. Debe reconocer que ella es tan valiosa como todas las demás
personas, y que sus necesidades y sentimientos son importantes. Si intenta
perdonar antes de valorarse, su perdón no será apropiado. Hasta que la víctima
comprenda el valor que tiene como persona, no se respetará a sí misma." ("Forgiveness
and the intrinsic value of persons", Margaret R. Holmgren, "American
Philosophical Quarterly, octubr e de l993.)
"Desde el punto de vista psicológico, según el psiquiatra norteamericano
Richard Fitzgibbon, hay tres formas básicas de lidiar con la ira: l. Negarla.
2. Expresarla de muchas maneras mientras disimulamos que no estamos ofendidos.
3. Perdonar. El Dr. Fitzgibbon y otros psiquiatras y psicólogos, aplican una
terapia que induce al paciente a perdonar, y comprueban que hay una mejoría
considerable. Aquí se ve que la verdadera Ciencia coincide con el Evangelio de
Cristo. Estos son los pasos terapéuticos que ellos recomiendan:
l. Confrontar la rabia interior, la vergüenza, la herida. La persona puede
estar deprimida sin saber por qué, hasta que descubre la causa, oculta por
muchos años o sólo por horas.
2. Reconocer la fuente de la herida, y descubrir el porqué.
3. Elegir perdonar. Aunque haya base para la ira y la venganza, no se elige
eso, sino perdonar. Y no tiene que ser sólo por motivos religiosos, sino
también por instinto de con servación: le va a hacer bien psíquica y
físicamente.
4. Buscar una nueva forma de pensar sobre esa persona que nos ha hecho mal.
Cuando lo hacemos, por lo general descubrimos que es un ser vulnerable,
probablemente con heridas.
"Debemos liberarnos del dominio que la persona que nos ha herido ejerce
todavía sobre nosotros mediante nuestro odio. Perdonar libera la memoria y nos
permite vivir en el presente, sin recurrencias constantes al pasado doloroso.
"Todo insulto recibido puede convertirse en una nueva oportunidad de
crecimiento interior, una gracia que nos envía Dios, porque al perdonar somos
canales de Su misericordia. Pero además, como dice el "Padre Nuestro", la
oración que el mismo Cristo nos enseñó, cuando perdonamos también nosotros
somos perdonados por Dios. Si rabiamos por una ofensa, si planeamos vengarnos
por un insulto, si el odio se aloja en nuestra alma, el adversario (Satanás),
habrá ganado la batalla arrastrándonos al mal mayor."
Nota: Esta información fue tomada del artículo escrito por Dora Amador y
publicado en "El Nuevo Herald", junio 5 de l997.
Descubre tu valor y tu dignidad como hija de Dios
Su Santidad Juan Pablo II dijo: "Si las niñas ya en la más tierna infancia son
marginadas o consideradas menos valiosas, sufrirán en grave menoscabo la
conciencia de su dignidad y se verá comprometido inevitablemente su desarrollo
armónico."
A veces los padres están enfrascados en sus propias batallas, y no se dan
cuenta de que no les están dando a sus hijos el amor y la atención que
necesitan. Existen también infinidad de casos de maltratos físicos, sexuales y
psicológicos que dejan hondas huellas no sólo en el cuerpo sino también en el
alma de los menores.
Quizás en tu infancia no recibiste todo lo que necesitabas para tu desarrollo
psicológico y espiritual. Debido a esto, no te valoras debidamente a ti misma.
Si es así, no sabes poner ciertos límites a las demás personas, y en
particular a tu abusivo esposo o compañero. A veces hasta quizás
inconscientemente llegaste a creer que no merecías un trato mejor.
No culpes a tus padres por los errores que cometieron contigo, pues ellos
también quizás eran personas muy heridas. Los errores que cometen los padres a
veces pasan de generación en generación. Sin embargo no temas, el perdón y el
amor de Dios se extienden hasta las mil generaciones.
Medita sobre el verdadero significado de las palabras de Jesús: "Ama a tu
prójimo como a ti mismo". Esto quiere decir que para poder amar a tu prójimo,
debes amarte primero, aunque no solamente, a ti misma. ¿Cómo vas a poder amar
o valorar apropiadamente a ninguna otra persona, si no te valoras y te amas a
ti misma?
Tampoco dejes que lo que otras personas digan o piensen de ti determine el
valor que te vas a dar a ti misma. El rechazo padecido, la culpabilidad
malsana, la vergüenza y los abusos nos llevan a creer que no tenemos valor
como personas.
Debes "anclarte" en el amor de Dios, que todo lo perdona y todo lo sana.
Cuando comiences a experimentar el amor de Dios por ti, comenzarás a amarte a
ti misma y a sanarte.
Promesa de gran valor pedagógico: "Sólo por hoy"
Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el
problema de mi vida todo de una vez.
Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, seré cortés en mis
maneras, no criticaré a nadie, y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie,
sino a mí misma.
Sólo por hoy seré feliz con la certeza de que he sido creada para la
felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en éste.
Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias sin pretender que las
circunstancias se adapten a mis deseos.
Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura,
recordando que así como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, la
buena lectura lo es para la salud del alma.
Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
Sólo por hoy creeré firmemente - aunque las circunstancias me indiquen lo
contrario - que la paternal providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie
más existiera en el mundo.
Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo a gozar
de lo bello y a dejarme conquistar por la bondad. Puedo hacer bien durante
doce horas; lo que me abrumaría pensar que tengo que hacer durante toda la
vida.
Libros que podrían serte útiles
"Sanación interior", por Mons. Alfonso Uribe Jaramillo y "Perdonar y sanidad
interior" de Betty Tapscott y el Padre Robert DeGrandis, S.S.J. Se pueden
obtener del Centro Carismático El Minuto de Dios en Bogotá, Colombia, Carrera
73 No. 8l-27, Apartado Aéreo No. 56437, Bogotá D.E., Colombia. Tels: 25l3990 y
25l7756. Edición: Editorial Carrera 7a. Calle 23 No. 4-65, Bogotá, Colombia.
Tel: 2839 205.
"Luces en la oscuridad", para los que han sufrido abuso sexual y las personas
que les ayudan. Puede obtenerse por $8.95 de Resurrection Press, tel: (en
EE.UU..): l-800-89books.
"No más codependencia" de Melody Beattie.
"Cómo trabajar los sentimientos", de Miguel Lucas, Librería San Pablo, Calle
l8 No. 69-67, Urbanización industrial Montevideo, Santafe de Bogotá, Colombia.
Tels: 4ll3976 y 4ll40ll.
"Sobreponiéndonos a una pérdida significativa", Darwin Eduardo. Edit..
Católica.
"Amor incondicional", John Powell S.J., Editorial Diana, México.
"El ministerio de sanación", Francisco Muñoz, Publicaciones Kerigma, México.
"Cómo sanar las ocho etapas de la vida", varios autores, Editorial Patria S.A.
de C.V., México.
"La felicidad es una tarea interior", John Powell, S.J., Editorial Diana,
México.
"Perdonar y sanidad interior", varios autores, Centro Carismático "El Minuto
de Dios", Bogotá , Colombia.
"Escuela de Perdón", Diego Jaramillo, ídem.