Diccionario de Patrística

(s. I-VI)

Por César Vidal Manzanares

 

 

C

Cainitas

9; Secta gnóstica de la cual procedía el Evangelio de Judas Iscariote. Ver Gnosticismo.

Calixto

9; Papa (217-222) que decretó la excomunión de Sabelio. A él se le atribuye el denominado por Tertuliano "edicto perentorio," que permitía el perdón de los pecados de adulterio y fornicación a los que hubieran hecho la debida penitencia. Se basaba tal atribución en el hecho de que su autor era denominado "Pontifex maximus" y "episcopus episcoporum," y en su favor se pronunciaron G. B. de Rossi, A. Harnack, P. Batiffol, K. Müller y W. Koehler. No obstante, desde 1914, G. Esser cuestionó tal tesis, siguiéndole tres años después K. Adam, quien afirmaba que los mencionados títulos no iban referidos al papa sino a un obispo africano, quizá Agripino. En el mismo sentido se han definido autores de la talla de P. Galtier, A. Ehrhard y J. Quasten. Hoy por hoy, parece difícil atribuir el "edicto perentorio" a Calixto.

Cándido

9; Autor del siglo II que redactó un tratado sobre el Génesis de contenido anti-gnóstico. Ver Gnosticismo.

Cándido

9; Valentiniano con el que Orígenes mantuvo diversas controversias. Ver Orígenes, Valentín.

Canon eclesiástico

9; Obra perdida de Clemente de Alejandría, también denominada Contra los judaizantes. Ver Alejandro; Clemente de Alejandría.

Cánones eclesiásticos de los Santos Apóstoles

9; Ver Constitución eclesiástica de los Apóstoles.

Cánones de Hipólito

9; Obra basada en la Tradición apostólica cuya redacción debió tener lugar a finales del s. V en Siria. Hasta nosotros ha llegado en una versión árabe y otra etiópica, habiéndose perdido la griega. Ver Tradición apostólica.

Capadocios, Padres

Ver Basilio el Grande; Gregorio Nacianceno; Gregorio de Nisa.

Carpo

9; Ver Actas de los mártires.

Carpócrates

9; Fundador de una secta gnóstica. Si tenemos en cuenta que Marcelina, una de sus discípulas, visitó Roma durante el reinado del papa Aniceto (154-165), podemos deducir que fue prácticamente contemporáneo de Valentín. Según el testimonio de Ireneo, negaban la divinidad de Cristo y sostenían que el mundo había sido creado por ángeles inferiores. Practicaban el culto a las imágenes — de hecho, sostenían que ya Pilato había tenido una imagen de Cristo — en forma sincretista combinando las de personajes bíblicos con las de filósofos. Practicaban asimismo el espiritismo, la hechicería y las artes mágicas. Ver Gnosticismo.

Casiano, Juan

9; Ver Juan Casiano.

Cayo

9; Dirigente montanista. Ver Montano.

Cecilio

9; Presbítero bajo cuya influencia, según el testimonio de Jerónimo (De vir. ill. LXVII), se convirtió al cristianismo Cipriano de Cartago.

Ceferino

9; Papa (198-217) que, según el testimonio de Hipólito de Roma, se definió contra Sabelio. Según Harnack, su declaración "Conozco solamente a un Dios, Jesucristo, y fuera de él no hay otro que fuera engendrado y que pudiera sufrir" es la "definición dogmática más antigua de un obispo de Roma que conozcamos en su texto," si bien el historiador alemán la interpretaba tachando al papa de modalista.

Celestino

9; Vida: Papa (422-432) elegido a la muerte de Bonifacio I. Aplastó inmediatamente a los novacianos confiscando sus iglesias y obligándoles a reunirse en las casas. Su convicción de que Roma podía recibir apelaciones de todas las provincias le llevó a colisionar con la iglesia africana, que no sólo obtuvo un triunfo sobre él sino que lo aprovechó para recordarle su autonomía histórica frente a Roma. Más éxito tuvo en mantener el control sobre Iliria oriental. Antiguo pelagiano, optó por una política de fuerza frente a esta herejía. Por un lado, en relación con las Ga-lias se dirigió a los obispos — cuya sumisión a la sede romana les había recordado apenas unos años antes — apoyando la autoridad de Agustín de Hipona si bien sin definirse sobre aspectos concretos del agustinianismo (431). Por otro, impidió que los obispos italianos condenados por pelagianismo que buscaban el apoyo de Oriente lo obtuvieran. Desde el 428 se vio inmerso en el debate nestoriano, momento que aprovechó Celestino para insistir en la sumisión que Oriente debía a Roma y para condenar en un sínodo romano (430) la herejía nestoriana. Convocado por Teodosio un concilio en Efeso (431) para zanjar definitivamente la cuestión nestoriana, Cirilo — el gran oponente de Nestorio — no esperó a la llegada de los legados papales para iniciarlo (¿un intento de afirmar una vez más la autonomía episcopal frente a las tendencias universalistas del papa?) y proceder a excomulgar a Nestorio. Las actas del concilio no fueron sometidas a Celestino pero éste manifestó su satisfacción por el resultado final.

9; Obras: Son de especial importancia los Capítulos de Celestino enviados a los obispos galos en relación con el tema del pelagianismo (aunque fueron recopilados después de su muerte) y sus cartas.

Teología: La principal aportación teológica de Celestino I fue su insistencia en la autoridad suprema de la sede romana. Aunque existían precedentes de este punto de vista, lo cierto es que — como han señalado J. N. D. Kelly y B. Studer — hasta entonces nunca se había afirmado de una manera tan rotunda semejante principio. En buena medida resulta difícil negar que el pontificado de Celestino I implicó un quebranto considerable para el principio de la colegialidad episcopal en favor de un "monarquismo romano." Ver Agustín de Hipona; Cirilo de Alejandría; Novaciano; Nestorio; Pelagio.

Celestio

9; Vida: Jurista romano y discípulo de Pelagio, fue uno de los difusores principales de la herejía de su maestro. Tras la caída de Roma, huyó a Cartago donde se refugió entre el clero, siendo denunciado en el 411 por Paulino de Milán. Celestio se defendió pero fue condenado, lo que motivó su apelación a Roma. Hacia el 416 estaba en Efeso donde se le admitió en el colegio presbiteral. Condenado por Inocencio I, rehabilitado por Zósimo, tras el concilio de Cartago del 418 es condenado definitivamente por este mismo papa. En 423-424 se intentó una nueva rehabilitación que fracasó.

Teología: Parece ser que la postura de Celestio fue aún más extrema que la de Pelagio, pero las fuentes no permiten, a nuestro juicio, obtener conclusiones definitivas al respecto. Ver Agustín de Hipona; Inocencio 1; Pelagio; Zósimo.

Centones

9; Poema compuesto a base de palabras, hemistiquios o versos tomados de otros poemas con la finalidad de expresar algo nuevo. El mejor de los centones cristianos es el de la romana Petronia Proba, mujer de Clodio Adelfio. Fue redactado en torno al 360.

Cerdón

9; Dirigente gnóstico cuya escuela romana se vio vigorizada por Marción. Ver Gnosticismo; Marción.

Cerinto

9; Dirigente gnóstico al que la Epístola de los Apóstoles atribuye, junto a Simón el mago, la creación de la herejía gnóstica. Ver Epístola de los Apóstoles; Gnosticismo.

Cipriano de Cartago

9; Vida: Nació entre los años 200 y 210 en África, probablemente en Cartago, convirtiéndose al cristianismo gracias al presbítero Cecilio. Poco después de su conversión fue ordenado sacerdote, y en 249 fue elegido obispo de Cartago por aclamación del pueblo. Al estallar la persecución de Decio (250) se ocultó, actitud que no sería bien vista por todos. Poco después del martirio del papa Fabiano se vio compelido a enviar una carta a la iglesia de Roma explicando el porqué de su conducta y aportando los testimonios de otras personas que aseguraban que nunca había abandonado sus deberes de pastor. No fue aquél el único problema derivado de la persecución pues pronto se planteó el relativo a los lapsos o cristianos que habían renegado de su fe. Cipriano era contrario a la inmediata reconciliación de éstos y su actitud provocó la oposición de un sector eclesial en el que destacaba Novato, quien marcharía a Roma a apoyar a Novaciano contra el nuevo papa Cornelio. Cipriano procedió excomulgando a sus opositores y redactando dos cartas pastorales Acerca de los lapsos y Acerca de la unidad de la iglesia. En mayo del 251 se reunió un sínodo que aprobó los principios de Cipriano y las excomuniones decretadas por éste, aceptándose asimismo que todos los lapsos fueran admitidos a la penitencia. Los últimos años de su vida tuvo que enfrentarse a la controversia relacionada con el bautismo de los herejes. Cipriano, siguiendo una tradición africana confirmada por los sínodos de Cartago de 255 y 256, se manifestaba en contra de la validez del mismo. Por el contrario, el papa Esteban advirtió a los africanos contra la adopción de aquella postura que desmentía la tradición eclesial previa. El conflicto se agudizó al promulgar Valeriano un edicto contra los cristianos. En la persecución Esteban murió mártir y Cipriano fue desterrado a Cucubis en el 257. Al año siguiente, fue decapitado cerca de Cartago. Era el primer obispo africano mártir.

9; Obras: A Donato: relata su conversión y el cambio de vida experimentado por la acción de la gracia; Acerca del vestido de las vírgenes: dirigido a las jóvenes cristianas a las que advierte de peligros mundanos como las alhajas, los cosméticos, los baños mixtos y el vestuario lujoso; Acerca de los lapsos: escrita en la primavera del 251, contiene la postura rígida de Cipriano en relación con los apóstatas de la persecución. Fue la base del tratamiento del tema en África; Acerca de la unidad de la Iglesia: dirigido especialmente contra Novaciano, señala que los cismas y herejías son atribuibles al diablo y que todo cristiano debe permanecer en la Iglesia católica, que es la única edificada sobre — Pedro, pues fuera de ella no hay salvación. Problema ligado a esta obra es el de sus famosas “adiciones” acerca del primado de Pedro que, para algunos, son interpolaciones posteriores, mientras que para otros, como Dom Chapman, no son sino revisiones del texto realizadas por el propio Cipriano; Acerca de la oración del Señor: obra de interpretación del Padrenuestro basada fundamentalmente en otra anterior de Tertuliano; A Demetriano: donde defiende a los cristianos de la acusación de ser culpables de los desastres del Imperio; Acerca de la mortalidad: una explicación del valor que el cristiano debe dar al fenómeno de la muerte; Acerca de la obra y de las limosnas: obra que pretende impulsar a la caridad cristiana a los creyentes como agradecimiento a la redención obtenida por la sangre de Cristo; Acerca de lo bueno de la paciencia: basado en el tratado Acerca de la paciencia de Tertuliano; Acerca del celo y de la envidia; Exhortación al martirio dirigida a Fortunato; Tres libros de testimonios A Quirino; Porque los ídolos no son dioses y Cartas (81 en número). Se le han atribuido asimismo trece obras no auténticas de las que las más conocidas son el tratado A Novaciano, Acerca del cómputo de la Pascua y Acerca del rebautismo.

Teología: La principal aportación teológica de Cipriano gira en torno a su eclesiología. Para él fuera de la Iglesia no hay salvación ("Salus extra Ecclesiam non est"), tesis que ilustra comparando a la Iglesia con una madre, con el arca de Noé, etc. El fundamento de la unidad eclesial es la sumisión al obispo (al que aplica globalmente el texto de Mt 16,18) que sólo responde ante Dios. De lo expresado en CSEL III, 1, 436, se desprende que no reconocía una supremacía de jurisdicción del obispo de Roma sobre sus colegas ni tampoco que Pedro hubiera recibido poder sobre los demás apóstoles (De unit. IV; Epist LXXI, 3) y esto explica su oposición al papa Esteban en la cuestión del bautismo de los herejes. Con todo, los derechos reconocidos al papa Cornelio y su carta de autojustificación ante la Iglesia de Roma han hecho pensar a algunos autores que se sentía obligado hacia la sede romana. Al mismo tiempo resulta claro que vio a Pedro como fundamento de la Iglesia (según algunas lecturas de De unit. IV). En relación con el bautismo, Cipriano rechazó el realizado por los herejes y se mostró partidario de administrar el de infantes cuanto antes, incluso con anterioridad a los ocho días. Habla asimismo de un bautismo superior al de agua, que es el de sangre conferido por el martirio. En relación con la penitencia, Cipriano optó por una postura que rechazaba el laxismo de su clero y el rigorismo de Novaciano. Desde una perspectiva actual, su tesis nos resulta muy rígida, pero este aspecto debe situarse dentro de los patrones de conducta de la época. En relación a la Eucaristía, es autor del único escrito anterior a Nicea consagrado exclusivamente a este tema. Su punto de vista es interesante porque incide especialmente en el carácter sacrificial de la Cena del Señor, que es repetición del sacrificio de Cristo (Epist LXIV, 14). Este pasaje de Cipriano es el primero en el que se afirma que la ofrenda son el cuerpo y la sangre del Señor. Este sacrificio tiene un valor objetivo pues se ofrece para el eterno descanso de las almas (Epist I, 2) y en honor de los mártires (Epist XXXIX, 3). Naturalmente carece de toda validez celebrado fuera de la unidad eclesial.

Cipriano Poeta

9; Autor al que se ha atribuido una colección de poemas sobre los libros históricos del Antiguo Testamento, publicados en 1891 por Peiper bajo el nombre de Cipriano Galo. Harnack y Brewer le han atribuido también la Cena de Cipriano.

Cirilo de Alejandría

9; Vida: Nacido en Alejandría en fecha desconocida, en el 403 tomó parte en la destitución de Juan Crisóstomo en el sínodo de la Encina y su inquina hacia este personaje la mantuvo, al menos, hasta el 417. Parece haber sido de un sadismo poco refrenado en sus actuaciones contra judíos y novacianos, lo que le llevó a chocar con Orestes, el prefecto imperial de la ciudad, y explica que se le imputara haber incitado al asesinato de la filósofa pagana Hypatia, despedazada en el 415 en la escalinata de una iglesia por una turba de cristianos. A partir del 428, en que Nestorio fue consagrado obispo de Constantinopla, se opuso activamente a él, procediendo a contradecir sus tesis en una carta pascual (429). Aquel enfrentamiento, que pronto llevó al de las escuelas respectivas de Alejandría y Constantinopla, impulsó a Nestorio y a Cirilo a solicitar la intervención del papa Celestino. Un sínodo celebrado en Roma (430) condenó a Nestorio a la vez que aprobaba la teología de Cirilo. Ante la postura áspera de éste hacia su contrincante — que amenazaba con provocar el cisma en Oriente — el emperador Teodosio II convocó un concilio en Efeso (431) en cuya primera sesión Nestorio fue depuesto y excomulgado. En el curso del mismo se reconoció también el título de madre de Dios (Zeotokos) aplicado a María, si bien su contenido iba más referido a categorías cristológicas (la divinidad de Cristo) que mariológicas (el papel destacado de María). Cuatro días más tarde, la llegada de Juan de Antioquía provocó la convocatoria de un nuevo sínodo en el que se depuso y excomulgó a Cirilo. Teodosio, con vistas a evitar un conflicto, optó por declarar depuestos a Nestorio y a Cirilo y encarcelar a ambos. Posteriormente permitió que Cirilo regresara a su sede mientras Nestorio marchaba a su monasterio de Antioquía. En su afán de perseguir el nestorianismo, Cirilo estuvo a punto de condenar entre el 438 y el 440 a Teodoro de Mopsuestia, que había sido maestro de Nestorio, si bien se declaró, ya en su lecho de muerte, contrario a tal medida. Falleció en el 444.

9; Obras: La primera época de Cirilo está marcada por el enfrentamiento contra los arríanos. Desde el año 428, por el contrario, su foco de atención lo constituye la lucha contra el nestorianismo. Escribió diversos comentarios a los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, en los que se aprecia la utilización del método alegórico. Asimismo fue autor de un Tesoro acerca de la santa y consustancial Trinidad, un tratado Acerca de la santa y consustancial Trinidad, un tratado Contra las blasfemias de Nestorio, otro Acerca de la recta fe, Doce anatemas contra Nestorio, una apología dirigida al emperador Teodosio, unos Escolios acerca de la encarnación del unigénito, un tratado Contra los que no quieren confesar que la Santa Virgen es la madre de Dios, una Apología contra Juliano, el diálogo Porque Cristo es uno, un tratado Contra Diodoro y Teodoro, y varias colecciones de cartas pascuales, sermones y epístolas.

Teología: Se ha atribuido a Cirilo la invención del método escolástico en teología aduciendo en defensa de sus argumentos no sólo el testimonio de las Escrituras sino también el de los Padres. Ciertamente no fue el primero en utilizar este sistema pero sí es verdad que lo hizo con una profusión desconocida hasta entonces. Asimismo usó — como antes que él los arríanos y apolinaristas — las pruebas derivadas de la razón para mantener sus tesis. Su cristología inicial no fue sino un trasunto de la de Atanasio pero el enfrentamiento con Nestorio le llevó a perfilar de manera más sutil su terminología, anticipando — antes que Calcedonia — la dualidad de las naturalezas existentes en Cristo. La calificación de María como Zeotokos o madre de Dios era algo que igualmente derivaba de su cristología. Si el que nació fue Dios, María tenía que ser madre de Dios. Con todo, tampoco en esto fue original Cirilo ya que construía sobre precedentes alejandrinos.

Cirilo de Jerusalén

9; Vida: Desconocemos el lugar y la fecha de su nacimiento, aunque pudo ser el 315 en Jerusalén. En el 348 fue consagrado obispo de esta ciudad. Como consecuencia de su enfrentamiento con los arríanos — cosa curiosa si tenemos en cuenta que cuando se produjo su consagración episcopal se le consideraba filoarriano — fue expulsado de su sede en tres ocasiones. La primera aconteció en el 357 por obra del concilio de Jerusalén, la segunda el 360 por decisión de Acacio y la tercera el 367 por orden del emperador Valente, no pudiendo regresar hasta el 378. En el 381 tomó parte en el concilio ecuménico de Constantinopla. Murió posiblemente en el 387.

9; Obras: Fue autor de 24 Instrucciones catequéticas, una carta al emperador Constancio y de diversas homilías de las que sólo nos ha llegado una íntegra y cuatro fragmentarias.

Teología: Su cristología es totalmente antiarriana, si bien jamás utiliza el "homoousios" niceno. Cabe que tal hecho se deba a su negativa a utilizar términos que no aparecieran en la Escritura así como al temor de una utilización sabeliana del mismo. Considera el bautismo como "rescate para los presos, perdón de las ofensas, muerte del pecado y regeneración del alma" negando la posibilidad de salvación al que no haya recibido el bautismo de agua o de sangre. En relación con la Eucaristía, Cirilo fue el primer teólogo que explicó la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo como consecuencia de un cambio de substancias en los elementos. Este hecho, que ilustra mediante la conversión del agua en vino en las bodas de Cana, lo atribuye a la invocación del Espíritu Santo sobre la ofrenda a través de la epiclesis. De la misma manera, Cirilo desarrolla el carácter sacrificial de la Eucaristía a la que considera "sacrificio espiritual" y "sacrificio propiciatorio."

Claudiano

9; Vida: Nació en Alejandría de Egipto y llegó a Roma el 394. Poeta en la corte de Honorio y panegirista de Estilicón, murió el 404.

9; Obras: Alabado en su época como un nuevo Hornero, aparte de sus obras profanas compuso dos epigramas en griego de quince versos en total, un epigrama irónico, Acerca del salvador y los Milagros de Cristo, si bien esta última obra es cuestionada por la crítica como suya.

Teología: Se ha discutido si efectivamente Claudiano fue cristiano. Birt y Pellegrino afirman su fe cristiana, mientras que otros (Vollmer, Rauschen, Helm, Mazzarino, Cameron, etc.) lo niegan. En nuestra opinión el hecho de que escribiera himnos a dioses paganos parece excluir la posibilidad de que fuera cristiano. De la misma postura fue Agustín de Hipona (De civ. Dei V, 26).

Clemente de Alejandría

9; Vida: Nacido, como Tito Flavio Clemente, hacia el año 150 en Atenas, parece ser que fue educado en esta ciudad. Desconocemos las circunstancias de su conversión. Tras la misma, viajó extensamente por el sur de Italia, Siria y Palestina. En Alejandría quedó asombrado por las clases de Panteno y decidió fijar allí su residencia. Hacia el 200 sucedió a aquél como director de la escuela de catecúmenos y tres años más tarde se vio obligado a huir de Egipto a causa de la persecución de Septimio Severo. Exilado en Capadocia, murió poco antes del 215 sin regresar a Egipto.

9; Obras: Personaje de enormes conocimientos que sobrepasaban el campo meramente teológico, intentó convertir la fe cristiana en un sistema de pensamiento filosófico con una fuerte impregnación de la filosofía helenista. Es en este sentido en el que puede considerársele un auténtico precursor. Entre sus obras principales conservadas destacan El Protréptico o Exhortación a los helenos, cuya finalidad era convencer a sus coetáneos de la futilidad del paganismo, El Pedagogo, una continuación del anterior, en el que realiza una introducción a la fe cristiana, y Los Stromata o Tapices, donde trata una serie de temas relacionados con el cristianismo desde una perspectiva filohelenista que le lleva, por ejemplo, a afirmar que la aportación de la filosofía griega a la revelación es similar a la del Antiguo Testamento. Se han perdido igualmente buen número de sus obras como las Hypotyposeis donde explicaba todas las obras canónicas incluyendo algunas sujetas a controversia como el Apocalipsis de Pedro, un tratado Sobre la Pascua y el Canon eclesiástico o contra los judaizantes.

Teología: La gran aportación de Clemente es la de haber sido el fundador de la teología especulativa. Enemigo de la gnosis paganizante, optó por construir una gnosis cristiana en un intento de armonizar la fe y el conocimiento. Su sistema teológico está dominado por la doctrina del Logos que forma la Trinidad junto con el Padre y el Espíritu, lo que explica su fracaso ya que la teología está dominada por la idea de Dios y no por la de Logos. Eclesiológicamente concibe la jerarquía eclesial en tres estratos: episcopado, presbiterado y diaconado. Considera a la Iglesia como la única Virgen-Madre y afirma que se distingue de las sectas heréticas — a su juicio el mayor obstáculo para la conversión de judíos y paganos por la sensación de división que crean — por su unidad y antigüedad. Declara que el bautismo es un renacimiento y una regeneración (Strom III, 12, 87) pero negó el carácter sacrificial de la Eucaristía (Strom VII, 3 y VII, 6, 32) e interpretó las referencias a la carne y la sangre de Cristo como símbolos del Espíritu Santo y del Verbo (Ped. I, 6,42,3-43, 2). Negaba la posibilidad de perdón para los pecados cometidos voluntariamente después del bautismo, si bien tal postura parece haberse suavizado en él con el tiempo, identificando el "pecado voluntario" sólo con aquel que implica un apartarse deliberadamente de Dios negándose a la reconciliación con El. Consideraba al hombre casado superior al soltero — el matrimonio era un deber para con la patria — si bien se oponía a las segundas nupcias.

Clemente de Roma

9; Vida: Tercer sucesor de Pedro en Roma a juzgar por la lista de obispos romanos citada por Ireneo (Adv. Haer III, 3, 3). Eusebio (HE III, 15, 34) fija el inicio de su pontificado en el año doce de Dominicano (92) y su final en el tercero de Trajano (101). Algunas fuentes afirman que fue consagrado por el mismo apóstol Pedro pero que, por razones de convivencia, habría renunciado en favor de Lino y retomado el puesto tras Anacleto. Los intentos de historiar su vida han resultado vanos hasta la fecha. Orígenes lo identificó con el Clemente mencionado en Filipenses 4,3; las Pseudo-clementinas lo convirtieron en uno de los Flavios, y Dión Casio lo identificó con el cónsul Tito Flavio Clemente ejecutado el 95 ó 96 por ser cristiano. Lo cierto es que no tenemos pruebas a favor de ninguna de estas tesis, como tampoco de su martirio, que es conmemorado por la liturgia romana.

9; Obra: El único escrito que poseemos de él es la Epístola a los Corintios (95-96), el primer escrito cristiano — aparte del Nuevo Testamento — cuyo autor, situación y época conocemos. Informado, al parecer, Clemente de problemas existentes en la iglesia de Corinto, redactó la mencionada obra que es un llamado a la concordia entre los miembros de la misma. Se le ha atribuido también una Segunda epístola (cuyo autor desconocemos) y que contiene un testimonio en favor de la “paenitentia secunda,” dos cartas A las vírgenes — escritas en realidad en el s. III — y las Pseudoclementinas, una novela que nos ha llegado fragmentariamente también redactada en el s. III.

Teología: La carta reviste cierta importancia por cuanto no sólo contiene un testimonio de importancia acerca de la estancia de Pedro en Roma y de la de Pablo en España, sino que, además, aparece en ella la primera declaración expresa sobre la sucesión apostólica (XLIV, 1-3), con todo no afirma el primado de la sede de Roma. La jerarquía cristiana se divide en obispos y diáconos — a los que se denomina con el nombre común de presbíteros en algunas ocasiones (XLIV, 5 y LVII, 1) — cuya misión principal es ofrecer los dones o presentar las ofrendas.

Comodiano

9; Vida: Sin duda es este autor uno de los mayores enigmas de la Patrología. Los interrogantes se acumulan en relación a él. Ha sido situado hacia la mitad del s. III (Dodwell), a mediados del s. V (Brewer), a inicios del s. V (Brisson), etc. Courcelle lo consideró tributario de Orosio, Salviano y el Apocalipsis, mientras que Brisson lo encuadraba en la categoría de donatista africano. De origen pagano y politeísta, cabe la posibilidad de que practicara el judaismo antes de convertirse al cristianismo gracias a la lectura de la Biblia. Parece asimismo que en algún momento se vio sujeto a la penitencia pública.

9; Obras: Fue autor de las Instrucciones y el Canto apologético.

Consencio

9; Destinatario de algunas de las cartas de Agustín de Hipona. Dado que afirma vivir en un ambiente priscilianista y en una isla, se le ha supuesto residente en las Baleares. Parece ser que fue sacerdote y luego obispo. Sí es seguro que consultó a Agustín sobre la licitud de infiltrarse en la secta priscilianista para conocerla mejor desde dentro, posibilidad que el obispo africano rechazó de plano. De todas sus obras sólo nos ha llegado la Epístola 119 a Agustín de Hipona. Ver Agustín; Prisciliano.

Constitución eclesiástica de los Apóstoles

9; Redactada a inicios del s. IV, esta obra constituye una fuente de enorme valor para la investigación relativa al Derecho eclesiástico. Desconocemos al autor y se discute si su origen es egipcio o sirio. Su primera parte es una adaptación de la Didajé a las circunstancias del s. IV, y la segunda constituye un conjunto de normas para la elección de obispos, presbíteros, lectores, diáconos y viudas. El hecho de que nos hayan llegado versiones en latín, siriaco, copto, árabe y etíope muestra el grado de difusión de que disfrutó la obra.

Constitución de la Iglesia egipcia

9; Traducción al copto de la Tradición apostólica de Hipólito. Ver Hipólito de Roma.

Credo de los Apóstoles

9; También conocido como símbolo de los apóstoles, su forma actual en doce artículos posiblemente es anterior al s. VI. El nombre, sin embargo, lo hallamos ya en el s. IV. De hecho, Rufino compuso un comentario Acerca del símbolo de los Apóstoles. Su contenido inicial es posible que pueda retrotraerse a la época apostólica si bien admitiendo adiciones posteriores. Originalmente parece haber sido una fórmula esencial — pero no exclusivamente — trinitaria a la que se fueron agregando elementos cristológicos. Hacia el 150 Justino (Apol i, 61) parece conocer un credo nuclearmente similar, y la Tradición apostólica de Hipólito contiene un credo de nueve artículos en el mismo sentido que ya conocía Tertuliano a finales del s. II. El credo romano del s. V aún difiere de la forma definitiva que aparece por primera vez en Cesáreo de Arles ya durante el s. VI.

Cresconio

9; Donatista defensor de Petiliano al que Agustín respondió en sus cuatro libros Contra Cresconio. Ver Agustín de nipona; Donato.

Cromacio de Aquileya

9; Vida: Natural posiblemente de Aquileya, hacia el 368 formaba ya parte del clero de esta ciudad. Intervino activamente en el concilio de Aquileya, que condenó en el 381 a los obispos arríanos de Iliria. En el 387 fue consagrado obispo por Ambrosio. Intervino ante el emperador Arcadio en defensa de Juan Crisóstomo. Sus últimos años se vieron turbados por la invasión de Alarico. Falleció el 407.

9; Obras: Gracias a las investigaciones de R. Etaix y J. Lemarié han llegado hasta nosotros algunas de las obras de Cromacio, en concreto 43 sermones y 60 homilías sobre el evangelio de Mateo.

Cuadrato

9; El apologista cristiano más antiguo. Los únicos datos que tenemos sobre él se hallan en Eusebio (HE IV, 3, 1-2). Dirigió una Apología a Adriano donde defiende a los cristianos a partir de las obras portentosas realizadas por Cristo, antes y después de la resurrección, de las cuales había aún testigos en la época de la redacción de la obra. La apología pudo ser presentada al emperador hacia el 123-124 o el 129 coincidiendo con un viaje de éste a Asia Menor.

Chenoboskion

9; Ver Gnosticismo.