El predicador del Papa denuncia: La Pasión de Jesús,
sometida a «rentable» manipulación
CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 14 abril 2006 (ZENIT.org).-
Con una denuncia de la especulación, la manipulación mediática y negación a la
que es sometida la Pasión y Muerte de Cristo, inició el predicador de la Casa
Pontificia su homilía de este Viernes Santo ante Benedicto XVI.
El tema es de extrema importancia pues, como recordó, «Dios es amor, y la cruz
de Cristo es la prueba suprema de ello, la demostración histórica».
En la Basílica de San Pedro resonaron las palabras del Apóstol Pablo en boca del
padre Raniero Cantalamessa, ofmcap.: «Vendrá un tiempo en que los hombres no
soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se
harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus
oídos de la verdad y se volverán a las fábulas».
«Esta palabra de la Escritura --sobre todo la alusión al prurito de oír cosas
nuevas-- se está realizando de modo nuevo e impresionante en nuestros días»,
lamentó el predicador del Papa.
«Mientras nosotros celebramos aquí el recuerdo de la Pasión y Muerte del
Salvador, millones de personas son inducidas por hábiles retocadores de antiguas
leyendas a creer que Jesús de Nazaret nunca fue, en realidad, crucificado»,
advirtió.
Citó por ejemplo el «best seller» del momento en los Estados Unidos, «una
edición del “Evangelio de Tomás”, presentado como el evangelio que “nos evita la
crucifixión, hace innecesaria la resurrección y no nos obliga a creer en ningún
Dios llamado Jesús”».
«Personas que jamás se molestarían en leer un análisis serio de las tradiciones
históricas sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús, son fascinadas por
cada nueva teoría según la cual Él no fue crucificado y no murió, especialmente
si la continuación de la historia incluye su fuga con María Magdalena hacia La
India... [o hacia Francia, según la versión más actualizada]…», alertó el padre
Cantalamessa citando palabras del estudioso bíblico Raymond Brown.
«Estas teorías demuestran que cuando se trata de la Pasión de Jesús, a pesar de
la máxima popular, la ficción supera la realidad y frecuentemente, se pretenda o
no, es más rentable», prosigue la cita del biblista.
«Se habla mucho de la traición de Judas, y no se percibe que se está repitiendo
--denunció el padre Cantalamessa--. Cristo sigue siendo vendido, ya no a los
jefes del Sanedrín por treinta denarios, sino a editores y libreros por miles de
millones de denarios».
Igualmente alertó de que esta «ola especulativa» no tiene freno y de que incluso
«registrará una crecida con la inminente salida de cierta película».
Reconoció –en la Basílica vaticana, en plena celebración de la Pasión y Muerte
del Señor-- que estos temas «no merecerían tratarse en este lugar y en este
día».
«Pero no podemos permitir --manifestó-- que el silencio de los creyentes sea
tomado por vergüenza y que la buena fe (¿o la necedad?) de millones de personas
sea burdamente manipulada por los medios de comunicación sin levantar un grito
de protesta en nombre no sólo de la fe, sino también del sentido común y de la
sana razón».
Las «fantasías» citadas tienen, según dijo el predicador de la Casa Pontificia,
una explicación: «Estamos en la era de los medios de comunicación, y a los
medios más que la verdad les interesa la novedad».