Masada (del hebreo, Metsada; ‘fortaleza’), antigua fortificación en la cumbre de una montaña en el desierto, a unos 48 km al sureste de Jerusalén, escenario de la última resistencia llevada a cabo por los zelotes judíos en su revuelta contra el dominio del Imperio romano (66-73 D.C.). En el siglo I a.C. el rey judío Herodes el Grande construyó dos palacios fortificados. Tras la muerte de Herodes, Masada fue ocupada por una guarnición romana hasta que los zelotes la capturaron en el 66 D.C. Cuando Jerusalén fue tomada por los romanos en el 70, los últimos rebeldes que quedaban (unas mil personas, entre las que se contaban incluso mujeres y niños) se retiraron a la remota cumbre de la montaña. Bajo el mando de su líder, Eleazar ben Jair, resistieron un sitio de más de dos años por parte de la X Legión Romana, suicidándose antes de rendirse en el 73.