Autor: Heriberto Haber
Fuente:
www.dialogoreligioso.org
Etapas en la vida judía
Ceremonias religiosas judías del nacimiento, Bar Mitzva, casamiento y entierro
Dedicaremos este trabajo
a explicar brevemente las distintas etapas en la vida judía, basándonos en
el libro de Heriberto Haber “Fiestas y tradiciones Judías”.
Estas son:
1) Nacimiento (Berit Mila, Pidion Haben)
2) Bar Mitzva
3) Matrimonio
4) Entierro
1) Nacimiento
Vinculados con el nacimiento del varon judío
hallamos dos rituales:
a) Berit Mila (pacto de la circunsición): Se
cumple con el niño a los ocho días de nacido, tal como lo prescribe la Torá.
“Dijo Dios a Abraham: “Guarda, pues, mi alianza, tú y tú posteridad: Todos
vuestros varones seran circuncidados. Os circuncidaréis la carne del
prepucio, y eso será la señal de la alianza entre yo y vosotros. A los ocho
días será circuncidado entre vosotros todo varón, de generación en
generación...” (Gen.17, 10-14).
Cuando razones de salud del bebé lo impiden, la
circunsición puede postergar se hasta que el médico dé el visto bueno para
realizarla. Mohel se llama el especialista que la ejecuta, tras pronunciar
las bendiciones del caso, y sandak, la persona (generalmente un pariente
cercano del niño: su padre, abuelo, tío) que sostiene al niño en sus brazos
durante la operación, sentado en una silla especial que se denomina Kise
shel Eliahu, “silla (del profeta) Elias”. Después del Berit Mila se suele
servir un agasajo a todos los presentes.
b) Pidion Haben: El “rescate del hijo”
primogénito. Porque el primer hijo de la madre, cuando es varón debe ser
consagrado a Dios (Exodo 13,2). Luego en el libro de los Números, la ley
indica que “todo primogénito que se presente a Yahveh de cualquier especie,
hombre o animal, será para ti (para los sacerdotes). Pero harás rescatar al
primogénito del hombre... Los harás rescatar al mes de nacidos, valorándolos
en cinco siclos de plata, en ciclos del santuario, que son de veinte
óbolos”. (Num.18,15)
Cuando se cumple un mes y un día de nacido, se
realiza esta ceremonia en la cual el padre coloca al hijo delante de un
cohen o sacerdote, para dar cumplimiento a dicha ley. Y luego por una moneda
de plata o una suma de dinero que varía según las diversas costumbres y
países, lo rescata y obtiene de vuelta.
El Pidion Haben suele realizarse dentro del marco de
una comida festiva, pero no en sábado o día de fiesta, por el aspecto del
dinero que interviene en la ceremonia, en tal caso se lo posterga hasta el
primer día hábil siguiente. Y quedan eximidos del “rescate” los hijos de los
mismos sacerdotes o de los levitas.
2) Bar Mitzva y Bat Mitzva
Ceremonia que se realiza al cumplir los trece años
los varones y doce las niñas. Literalmente significa “Hijo del Mandamiento”,
pero la intención del término denota “sujeto al mandamiento”, vale decir
“obligado a cumplirlo”. Desde este día, rigen para el joven judío todos los
deberes que la religión impone pa ra los adultos: ha dejado de ser un niño
que quedaba exento de ellos.
Como expresión pública de lo primero está la
obligación de colocarse tefilin o filacterias (durante la plegaria matutina
de los días hábiles, también suele ponerse el talit “manto ritual” aunque en
algunas comunidades comienza a usarlo despues de su casamiento) y la
manifestación de sus derechos consiste en que ya se lo cuenta como hombre
adulto para el minian (el minimo de diez varones necesario para la oración
pública) y puede ser llamado a la Tora los sábados y días de fiesta.
La segunda etapa tiene lugar el sábado siguiente: el
joven es llamado por primera vez a la Torá, envuelto en su talit. Ademas de
leer la Torá, también se acostumbra que el joven recite despues la Haftara o
capítulo de los profetas del sábado en cuestión.
Otro elemento que queda a cargo del joven es el
discurso o derasha, que generalmente aprende de memoria: allí expone algún
tema bíblico tomado del texto qu e acaba de leer, subraya la importancia
para él y su familia, agradece a sus maestros, etc. Finalmente, se festeja
junto con su familia, de acuerdo a las posibilidades de cada uno, ya sea en
la misma sinagoga o en un lugar preparado para la ocasión. Se le entregan
regalos.
En el caso de las niñas, la Bar Mitzva es una
costumbre muy reciente en el pueblo judío, motivo por el cual no estan
totalmente establecidas las tradiciones. Y debido a que las mujeres no
participan en la conducción de un servicio sinagogal, no se ha desarrollado
ninguna ceremonia tradicional para marcar el momento en que una niña se
convierte en Bat Mitzvá. Muchas veces suele celebrarse en forma colectiva,
juntas todas las niñas de la comunidad que cumplieron sus doce años.
3) El matrimonio
Las ceremonias matrimoniales judías consisten en dos
partes:
a) Desposorio o Santificación (Kidushín),
durante el cual la novia es prometida al novio al colocarle el anillo en su
dedo a la vez que le dice:
“He aquí que tú eres santificada (prometida) a mí,
con este anillo, según la Ley de Moíses y de Israel”. Con esta declaración,
y con el consentimiento de la novia, ésta se transforma en su esposa. Esta
parte exige la presencia de dos testigos idóneos.
b) Matrimonio (Nisuín) es la consumación de
la promesa. Queda simbolizada por la novia y el novio parados bajo el palio
(jupá), en tanto se recitan las Siete Bendiciones (Sheva Berajot). La
recitación de estas bendiciones exige la presencia de un minyán.
Las bendiciones apropiadas para estas dos partes de
la ceremonia las pronuncia el oficiante frente a una copa de vino. La novia
y el novio beben del vino.
Ademas se firma y se lee en público un documento
matrimonial, la ketuba o ketuva, donde constan las obligaciones que el
hombre toma sobre sí como esposo, y la indemnización que deberá pagar a la
mujer en el caso de que alguna vez quiera divorciarse de ella. Firman dos
testigos de la ceremonia.
Es costumbre romper un vaso cuando finaliza la
ceremonia matrimonial, para recordar así la destrucción del antiguo Templo
de Jerusalén por los romanos en el año 70 DC. "Romper un vaso" y prácticas
semejantes en otras ocasiones fueron ordenadas por la Mishná para recordar
la destrucción.
4) Entierro o Kevura
Previo al entierro, y como recuerdo de la costumbre
de tiempos antiguos en que los deudos solían desgarrar sus ropas como
expresión de dolor por el fallecimiento ocurrido se ejecuta hoy la Keria
(“rotura”), un tajo que se da en la ropa exterior de los familiares mas
cercanos.
Hasta la sepultura, debe dejarse que los enlutados
dejen aflorar su aflicción y dolor, y no se deben ofrecer condolencias.
En el recinto en el que se encuentra el cuerpo se
deben encender dos velas que se mantendrán encendidas hasta la salida del
ataúd.
Las personas deben leer Salmos dedicados al alma del
fallecido, mencionar las virtudes y las buenas obras que realizó, y mantener
un ambiente de circunspección y sobriedad. No se debe comer, fumar o
mantener conversaciones sin importancia en la habitación en que se encuentra
el fallecido.
Exhibir al muerto se considera deshonroso y falto de
respeto. Por consiguiente, durante el velatorio el cuerpo permanece
cubierto. En lo concerniente al envío de flores, éste es un procedimiento
que no se acostumbra en el judaísmo. Las flores o coronas de flores que por
ventura fuesen enviadas para honrar al fallecido (principalmente por
personas no judías) deben ser aceptadas, pero no se las debe colocar sobre
el cajón ni llevar al cementerio; deben ser colocadas en una sala próxima al
lugar del velatorio.
Asistir a un funeral y acompañar los restos mortales
hasta el cementerio es una de los mayores preceptos de la religion judia.
Acompañar al cortejo fúnebre (Levaiá) y llevar al muerto a su úl tima morada
es un deber tan sagrado que incluso permite, en algunos casos, interrumpir
el cumplimiento de otros preceptos religiosos.
Preparación del difunto para el entierro:
Primero, se debe realizar la preparación ritual del cuerpo, conocida como
Tahará (purificación). Esta consiste en lavar el cuerpo y luego vertir sobre
él un flujo de agua en símbolo de purificación.
El respeto por el difunto y por la dignidad humana
exigen que los restos descansen en un estado de profunda limpieza física.
Después de la Tahará se viste al difunto con los
Tajrijim, (mortajas blancas) y para un hombre, se coloca sobre los tajrijim
el talit (manto de oraciones) que usó en vida. Las mortajas señalan la
igualdad absoluta que existe entre todos los seres humanos en el momento de
la muerte. De este modo, no se perciben diferencias entre ricos y pobres en
el momento de despedirse de nuestro mundo.
Luego es llevado hacia la tumba, acompañado por el
séquito que integran sus familiares, amigos, etc. Una vez allí se lo
sepulta. Y al pie de la tumba, vuelta a cerrar, el hijo o algun familiar
cercano (varón) pronuncia el kadish, o plegaria especial para esta ocasión.
Antes de salir del cementerio, los avelim,
(enlutados) deben recibir el primer consuelo, como símbolo del comienzo del
período de shiva.
Los dolientes se sientan en un banco bajo, mientras
los asistentes pasan delante de ellos y pronuncian las palabras de consuelo
tradicional: “Que Dios les de consuelo junto a los dolientes del Pueblo de
Israel y no sepan más de dolor”.
A la salida del cementerio, en cualquier ocasión,
debe procederse al lavado de manos ritual, (Netilat Iadaim). Se llena un
vaso o una jarra con agua y se la vierte primero sobre la mano derecha y
después sobre la mano izquierda, tres veces sucesivamente hasta vaciar la
jarra. De este modo se aleja simbólicamente la impureza creada por el
contacto con la muerte.
< br />Para la familia comienza la shiva, o semana
de luto en la casa.
Al volver del cementerio, los familiares de luto se
sacan los zapatos y se sientan en sillas bajas o en el piso. La primer
comida de los deudos, debe ser proporcionada por sus vecinos o amigos y no
debe componerse de alimentos que se encuentren en la casa de quien está de
duelo.
Los parientes y amigos acostumbran a preparar una
comida liviana, para que quienes están de duelo coman algo a la vuelta del
cementerio. De hecho, la preparación de esta Seudat Havrahá (comida) es una
mitzvá importante y una obligación religiosa.
Al cabo de treinta días vuelven a reunirse para la
Azkara (recordación) o Sheloshim, junto a la tumba, sobre la cual ya se
colocó una lápida fúnebre con el nombre del difunto. Luego continúa el duelo
por once meses para los familiares, período en el cual se sigue recitando el
Kadish.
Conclusión:
En un sentido cristiano, podemos des tacar cómo la
Sagrada Familia, se sometió a todas las prescripciones de la Ley judía,
desde la circuncisión de Jesús (Lc.2,21), la purificación de la madre y el
rescate del primogénito (Lc. 2,22) sin tener necesidad de ello si miramos a
quienes lo realizaron, Jesucristo y la Virgen María.
Pero quizo Nuestro Señor vivir bajo la Ley “para
rescatar a los que estaban bajo la Ley”, y para perfeccionar la Antigua Ley,
con la Nueva que apunta a la conversión del corazón. Por eso San Pablo
escribe en su carta a los romanos: “Pues no está en el exterior el ser
judío, ni es circunsición la externa, la de la carne. El verdadero judío lo
es en el interior, y la verdadera circunsición, la del corazón, según el
espíritu y no según la letra.” (Rom. 2, 28)
Finalmente todos estos actos se llevaron a cabo en
el Templo de Jerusalén, como preludio del mayor sacrificio del Cordero
Pascual cuando derramaría Su Sangre y se ofrecería sin defecto ni mancha
como el primogénito, el Hijo de Dios en remisión de los pecados del mundo.