Catequesis sobre la Eucaristía
Autor: Arquidiócesis de Guadalajara
Fuente: Catholic.net
TEMA 18
Eucaristía, escuela de servicio y solidaridad
OBJETIVO
Comprender que la Eucaristía es entrega y servicio supremo de Jesucristo a
su Iglesia, para vivirla como punto de partida y llegada en la
construcción de una sociedad más humana, cristiana y solidaria.
NOTAS PEDAGOGICAS
Ayudar a recuperar el sentido o dimensión social de la Eucaristía.
Hacer comprender que la Eucaristía es celebración de toda la vida del
cristiano. Que los esfuerzos por servir y ser solidarios con los demás,
tienen su sentido, proyección y celebración en la Eucaristía.
Muchos de nuestros fieles separan la vida y la fe. La fe cristiana no se
proyecta en la vida social.
VEAMOS
En muchas comunidades de nuestra diócesis (parroquias, capellanías,
centros de culto) se notan logros y vacíos de servicio y solidaridad en la
celebración eucarística.
Hechos positivos (logros):
Eucaristías bien organizadas en los distintos servicios: lecturas,
ofrendas y hasta moniciones en domingo, en base a un equipo litúrgico.
En algunas comunidades se va educando a los fieles en una verdadera
participación litúrgica; ensayando el canto, ofreciendo guías,
comprendiendo las partes de la Misa.
Muchos sacerdotes preparan su homilía adecuada a la realidad de la
comunidad, cultivan la comunicación efectiva con la asamblea, se esfuerzan
por superar el ritualismo y la rutina usando la riqueza de la liturgia
para los distintos momentos de la celebración (acto penitencial, anáforas,
ofrendas específicas, saludo, etc.).
¿Qué otros hechos denotan actitud de servicio y solidaridad en la
celebración de la Eucaristía en tu comunidad?.
Hechos negativos (vacíos):
Muchos de nuestros fieles van a la Eucaristía sólo para oír Misa, otros
por requisito u obligación, otros por compromiso social.
En muchas comunidades no existe un equipo de Liturgia que organice los
distintos servicios y éstos se realizan de una manera muy pobre o no se
realizan. La asamblea permanece pasiva o con muy poca disposición para
participar en las ofrendas, colecta, lecturas, etc.
En muchas comunidades se carece del sentido social del servicio y
solidaridad para con los más pobres. En la Eucaristía las homilías son
poco iluminadoras de la vida social y la celebración se reduce a un simple
ritualismo.
¿Qué otros hechos denotan vacíos de servicio y solidaridad en la
celebración de la Eucaristía?
PENSEMOS
Eucaristía, celebración del Misterio Pascual de Cristo y su dimensión de
servicio.
Queremos reconocer que toda la vida de Jesús es un estilo de servicio y
solidaridad para con los hombres. Servicio y solidaridad llevados hasta la
entrega suprema de su vida por la salvación de la persona humana. Por
nosotros Jesucristo se encarnó y nació (ver Jn 1, 14), padeció, murió y
resucitó (ver Lc 24, 5-8). Y esto es lo que celebramos en Misa.
Por solidaridad con el género humano, “ha sido probado en todo igual a
nosotros, a excepción del pecado” (Heb 4, 15). Así la Eucaristía es la
celebración memorial del Misterio Pascual de Jesucristo, es decir, de la
obra de salvación realizada por la vida, muerte y resurrección de Cristo y
que se hace presente en la acción litúrgica (ver CIC 1409).
En la Eucaristía, Cristo mismo, Sumo y eterno Sacerdote de la Nueva
Alianza, es quien por el ministerio o servicio de los sacerdotes ofrece el
Sacrificio Eucarístico(ver CIC1410).
Eucaristía, escuela de servicio y solidaridad.
La Iglesia, como Cuerpo Místico de Cristo, está llamada a vivir el
servicio y la solidaridad (ver 1Cor 12, 12-16), y celebrarlo en la
Eucaristía de tal manera que la Misa sea centro y cumbre de la vida
cristiana (ver SC 10), y entendida como punto de partida y llegada en los
esfuerzos por construir una sociedad más humana, cristiana y solidaria, a
ejemplo de las primeras comunidades cristianas (ver Hech 2, 42-46).
La Celebración de la Eucaristía ha de ser vivencia de servicio y
solidaridad. El Concilio Vaticano II señala que “en las celebraciones
litúrgicas, cada cual, ministro o fiel, al desempeñar su oficio, hará todo
y sólo aquello que le corresponde por la naturaleza de la acción y las
normas litúrgicas” (SC 28). Así una celebración eucarística ha de ser
organizada con el desempeño de los distintos y necesarios servicios
litúrgicos: servicio de lectura, colecta, ofrendas, orden, moniciones,
canto, etc.; todo en una actitud de verdadero servicio y solidaridad.
ACTUEMOS
Teniendo en cuenta que en la Eucaristía celebramos el Misterio Pascual de
Cristo, es decir, de la entrega y servicio de su vida realizada a través
de su pasión, muerte y resurrección; y de que en la celebración cada
participante ha de hacer todo aquello y sólo aquello que le es propio por
razón de orden u oficio, en pequeños grupos trabajemos las siguientes
preguntas:
- ¿Cuáles serán las causas de que muchas veces nuestra Eucaristía sea un
simple ritualismo y promueva poco o nada las actitudes de servicio y
solidaridad?
- ¿Qué podemos hacer, en los distintos momentos de la celebración
eucarística, para que sea una verdadera escuela de servicio y solidaridad?
CELEBREMOS
Organicemos y realicemos una celebración de la Palabra que tenga las
siguientes partes, y en las que se subraye que en ella aprendemos a ser
serviciales y solidarios con los demás.
- Canto inicial “Somos tus hijos que en torno a tu altar”
- Oración de invocación
- Lectura del texto: Hech 2,42-46
- Reflexión compartida (breve)
- Peticiones espontáneas en favor de las necesidades más sentidas de la
comunidad.
- Padre Nuestro.
- Canto final “En tu banquete divino nos uniremos a ti”.
Organícese de tal manera que haya o se nombren responsables para cada
momento de la celebración: desde quien preside, quien dirige el canto,
etc., hasta quien proclame la Palabra de Dios, para que la celebración sea
una vivencia de servicio y solidaridad.