Catequesis sobre la Eucaristía
Autor: Arquidiócesis de Guadalajara
Fuente: Catholic.net
 

 

TEMA 14

La Liturgia Eucarística:

mesa del sacrificio y banquete para la vida
 


 

OBJETIVO

Tomar conciencia de que en la tercera parte de la Misa, la Eucaristía es considerada como sacrificio eucarística y como banquete.

NOTAS PEDAGOGICAS

Que queden claros cuatro conceptos:

- Nos ofrendamos a Dios y Dios nos regala su ofrenda

- La Misa es memoria del sacrificio de Cristo.

- La Misa es un Banquete Pascual en el que se recibe a Cristo que se ofrece por nosotros.

- Jesucristo es el Pan de vida que nutre al creyente.

Necesitaremos las cuatro frases anteriores en pliegos de papel, cada una como ambientación del lugar en donde se realiza la reflexión. También se puede utilizar la siguiente frase: “Cada persona da lo que en su vida ha recibido”.

VEAMOS

Analizar la frase “Cada persona da lo que en su vida ha recibido”. Puede ser por pequeños grupos o en el grupo en general. Si es por pequeños grupos, elegirán un modelo de dar, según como el grupo lo elija. Por ejemplo ¿Qué da: una mamá, un rico, un pobre, un empresario, etc.?

Se dice que muchas personas tratan a los demás como fueron tratados. Dan a los demás lo que recibieron de sus padres, maestros o quienes tuvieron alguna forma de autoridad. Otras personas eligen ser diferentes y optan por cambiarlo lo que marcó su pasado. Lo importante es que se da de lo que se tiene.

PENSEMOS

Cada Eucaristía es un triángulo de ofrendas, de regalos.

Nuestra ofrenda es el primer lado del triángulo. El ser humano, abierto a Dios y generoso por el amor que le une a su Señor, le eleva y le ofrenda lo que tiene: su persona y sus cosas.

El segundo lado del triángulo es Dios, que acoge nuestra ofrenda y nos devuelve un regalo mayor: su vida, su ser, su esencia que será acogida como encuentro anhelado; así se enriquecerá la existencia humana, transformándose en unidad con la divinidad. Y el tercer lado del triángulo es la personificación de Dios, hecho humano y permaneciendo divino. Es Jesús que se entrega a nosotros como Pan de vida que nutre al creyente en este Banquete Pascual. Dios y la humanidad se encuentran.

Leer Jn 17, 9.17- 26. Leer por pequeños grupos y sacar las frases que se relacionan con ofrenda, regalo y comunión.

Jesús se nos da libremente como ofrenda. El gran deseo es la perfecta unión para que el mundo crea.

CIC 1357: “Cumplimos este mandato del Señor celebrando el memorial de su sacrificio. Al hacerlo, ofrecemos al Padre lo que El mismo nos ha dado: los dones de su Creación, el pan y el vino, convertidos por el poder del Espíritu Santo y las palabras de Cristo, en el Cuerpo y la Sangre del mismo Cristo: así Cristo se hace real y misteriosamente presente”.

CIC 1365: “La Eucaristía es también un sacrificio. El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las palabras mismas de la institución: ‘Este es mi Cuerpo que será entregado por vosotros’ y ‘Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que será derramada por vosotros’ (Lc 22, 19-20). En la Eucaristía, Cristo da el mismo Cuerpo que por nosotros entregó en la cruz, y la Sangre misma que ‘derramó por muchos para remisión de los pecados’ (Mt 26,28)”.

CIC 1369: “Toda la Iglesia se una a la ofrenda y a la intercesión de Cristo...”

La Liturgia Eucarística

Las partes que componen esta tercera parte de la Eucaristía son:


a) La presentación de las ofrendas:
En los primeros siglos, cada uno llevaba como ofrenda un pan y una jarrita de vino; algunos, además, llevaban lana, cera, plata, oro, aceite, frutas, o lo que más estimaban. Lo que se necesitaba para el sacrificio era el pan y el vino, lo demás se guardaba para sustento de los pobres y uso de la Iglesia.

Nuestra ofrenda significa que a la Misa vamos a ofrendarnos. Tanto mayor amor tenemos a alguien si le regalamos lo más valioso de nosotros mismos. ¿Qué ofrecemos a Dios?

b) La plegaria Eucarística
, que es una oración de acción de gracias y de consagración. La plegaria Eucarística es la oración central de la Misa, y está estructurada en los siguientes momentos:

- El prefacio: la Iglesia da gracias al Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo, por todas sus obras, por la creación, la redención y la santificación. Toda la asamblea se une con la aclamación del “santo”.

- La epíclesis: la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo sobre el pan y el vino para que se conviertan, por su poder, en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un solo espíritu.

- El relato de la institución: se repiten las palabras que Jesús pronunció en la última Cena sobre el pan y el vino.

- La anámnesis: “la Iglesia hace memoria de la pasión, de la resurrección y del retorno glorioso de Cristo Jesús; presenta al Padre la ofrenda de su Hijo que nos reconcilia con El” (CIC 1354).

- La Plegaria concluye con una oración de intercesión y comunión
con la Iglesia de los bienaventurados, con los vivos y difuntos, y con las comunidades cristianas de todo el mundo.

c) La comunión, que viene precedida por la oración del Padre Nuestro y la fracción del pan.

ACTUEMOS

Elegir algunas de estas preguntas o repartirlas por grupos. Se escuchan las respuestas de algunos equipos y se definen dos compromisos.

- ¿Qué debo hacer para participar mejor en esta parte de la Misa?

- ¿Me siento un regalo valioso para Cristo?

- ¿Me ofrezco a él con generosidad como Él se me ofrece a mí?

- ¿Cómo podemos hacer vida o irradiar el haber recibido a Jesús Sacramentado?

- ¿Soy consciente de que en cada Eucaristía se actualiza la Cena Pascual?.

CELEBREMOS


En ambiente de oración reflexionamos en nuestra capacidad de ofrecer y recibir. Y sintiendo nuestra vida muy valiosa, nos ponemos en comunicación con Dios, quien vive en nuestro interior, presente, amigo, ofrendado a nuestra capacidad de recibir y dar.

Ante El nos preguntamos:

- ¿Qué es lo que yo más necesito?
- ¿Qué es lo que me debo de regalar a mí mismo?.
- ¿Qué espero que Dios me regale?
- ¿Cómo acepto sus regalos?.
- ¿Qué estoy dispuesto a ofrecerle a Dios?.

Después de un rato de oración personal, cantamos: “Todo lo que tengo te lo vengo yo a ofrecer”.