Autor: Mujer Nueva
Fuente: Mujer Nueva
Diez razones para no legalizar la prostitución
La legalización o despenalización de la prostitución aumenta la demanda de esta
práctica y no protege a las mujeres que están en la prostitución
Los
argumentos que se exponen a continuación van dirigidos a todas las formas de
prostitución avaladas o respaldadas por el Estado, incluyendo la legalización
(pero no limitándose a ella) de los prostíbulos y del proxenetismo, la
despenalización de la industria del sexo, la regularización de la
prostitución, a través de leyes que establezcan controles de salud
obligatorios para las mujeres que están en la prostitución, o cualquier
sistema que reconozca que la prostitución es un trabajo o la defienda
considerándola una elección laboral.
Teniendo en cuenta que algunos países están considerando legalizar y
despenalizar la industria del sexo, creemos importante que reflexiones sobre
las razones por las cuales la legitimación de la prostitución como un trabajo
no supone un mayor poder de las mujeres que están en la prostitución, sino que
supone un fortalecimiento de la industria del sexo.
1. La legalización / despenalización de la prostitución es un reg alo para los
proxenetas, los traficantes y la industria del sexo.
2. La legalización / despenalización de la prostitución y de la industria del
sexo promueve el tráfico sexual.
3. La legalización / despenalización de la prostitución no supone un control
de la industria del sexo. La expande.
4. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la
prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle.
5. La legalización de la prostitución /y la despenalización de la industria
del sexo promueve la prostitución infantil.
6. La legalización / despenalización de la prostitución no protege a las
mujeres que están en la prostitución.
7. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la demanda de
la prostitución. Incentiva a los hombres a comprar a las mujeres por sexo en
un entorno social más permisible y de mayor aceptabilidad.
8. La legalización / despenalización de la prost itución no promueve una
mejora de la salud de las mujeres.
9. La legalización / despenalización de la prostitución no aumenta las
posibilidades de elección de las mujeres.
10. Las mujeres que están dentro de la prostitución no quieren que se legalice
o despenalice la industria del sexo.
Los argumentos
1. La legalización / despenalización de la prostitución es un regalo para
los proxenetas, los traficantes y la industria del sexo.
¿Qué supone la legalización de la prostitución o la despenalización de la
industria del sexo? En Holanda, la legalización supone la autorización de
todos los aspectos de la industria del sexo: las mujeres mismas, los llamados
´´clientes´´ y los proxenetas, quienes bajo el régimen de la legalización se
han convertido en hombres de negocios del sector servicios y en legítimos
empresarios sexuales.
La legalización / despenalización de la prostitución también convierte a los
prostíbulos , clubes, salones de masaje y a los otros lugares donde se ejerce
la prostitución en locales legítimos donde se permite que el comercio del sexo
prospere de forma legal y con pocas restricciones.
Hay personas que creen que defendiendo la legalización o la despenalización de
la prostitución están dignificando y profesionalizando a la mujer que está en
la prostitución. Pero dignificar la prostitución como un trabajo no supone
dignificar a la mujer, ya que simplemente dignifica la industria del sexo. La
gente a menudo no se da cuenta de que la despenalización supone la
despenalización de toda la industria del sexo, no sólo la de las mujeres.
La CATW aprueba la despenalización de las mujeres que están en la
prostitución. Ninguna mujer debería de ser penalizada por su propia
explotación. Pero los estados nunca deberían despenalizar a los proxenetas, a
los clientes, a los prostíbulos u otros establecimientos sexuales.
2. La legalización / despenalización de la pros titución y de la industria
del sexo promueve el tráfico sexual.
La industria de la prostitución legalizada y despenalizada es una de las
causas clave del tráfico de mujeres con fines de explotación sexual. Uno de
los argumentos para la legalización de la prostitución en Holanda era que la
legalización iba a ayudar a terminar con la explotación de las desesperadas
mujeres inmigrantes que eran traficadas para entrar en la prostitución. El
informe realizado por el grupo gubernamental ´´Budapest´´ muestra que el 80
por ciento de las mujeres de los prostíbulos en los Países Bajos son
traficadas desde otros países (Grupo Budapest, 1999: 11). En 1994, la
Organización Mundial sobre la Inmigración (IOM) declaró que, sólo en los
Países Bajos, el 70 por ciento de las mujeres traficadas provenían del centro
y del este de Europa (OIM, 1995: 4).
El Gobierno de Holanda se presenta a sí mismo como el defensor de los
programas y las políticas que luchan contra el tráfico, mientra s que al mismo
tiempo, y de una manera cínica, ha eliminado todos los impedimentos legales
dirigidos al proxenetismo y a los prostíbulos. En el año 2000 el Ministerio de
Justicia holandés abogó por una cuota legal para ´´trabajadoras sexuales´´
extranjeras, ya que el mercado de la prostitución holandés demandaba variedad
de ´´cuerpos´´ (Dutting, 2001:16). También en el año 2000 el Gobierno holandés
solicitó y obtuvo una sentencia de la Corte Europea en la que se reconocía que
la prostitución era una actividad económica. Esta sentencia permite que las
mujeres de la UE y de los países que formaban parte de la antigua Unión
Soviética obtengan un permiso de trabajo como ´´trabajadoras sexuales´´ en la
industria del sexo de Holanda, si prueban que se dedican al auto empleo. Las
ONG de los Países Bajos han declarado que los traficantes están sacando
provecho de esta ley y la están utilizando para introducir a mujeres en la
industria de la prostitución holandesa, enmascarando el hecho de qu e estas
mujeres han sido traficadas y enseñándoles cómo probar que son ´´inmigrantes
trabajadoras del sexo´´ autoempleadas.
Durante un año, desde que se levantó la prohibición de los prostíbulos en
Holanda, las ONG han informado que ha habido un aumento de las víctimas del
tráfico o que, en el mejor de los casos, el número de victimas procedentes de
otros países no ha variado (Bureau NRM, 2002: 75). 43 municipios de Holanda
quieren poner en marcha una política que prohíba los prostíbulos, pero el
Ministerio de Justicia ha dicho que la prohibición de la prostitución dentro
de un municipio podría entrar en conflicto con el ´´derecho a la libre
elección de trabajo´´ que garantiza la Constitución federal o el Grondwet
(Bureau NRM: 2002).
En enero de 2002 se estableció la prostitución en Alemania como un trabajo
legitimo, después de que durante 5 años estuviera legalizada en las llamadas
zonas ´´eros´´ o zonas de tolerancia. Ahora, en Alemania es legal la promoción
de la prostit ución, el proxenetismo y los prostíbulos. En 1993, después de
que se hubiera dado el primer paso para la legalización, se reconoció (incluso
por parte de los defensores de la prostitución) que el 75 por ciento de las
mujeres que en Alemania estaban dentro de la industria del sexo eran
extranjeras que procedían de Uruguay, Argentina, Paraguay y otros países de
Sudamérica (Altink, 1993: 43). Después de la caída del Muro de Berlín, los
dueños de los prostíbulos informaron que 9 de cada 10 mujeres que estaban
dentro de la industria del sexo en Alemania procedían de los países del Este
de Europa y de otros países que pertenecieron a la antigua Unión Soviética.
El elevado número de mujeres extranjeras que están dentro de la industria del
sexo en Alemania -algunas ONG estiman que se eleva a un 85 por ciento- pone en
duda el hecho de que tal porcentaje de mujeres haya podido entrar en Alemania
sin ningún tipo de ayuda. Al igual que en Holanda, las ONG alemanas señalan
que la mayoría de las mujeres extranjeras han sido traficadas. Hay que tener
en cuenta que es casi imposible para las mujeres pobres hacer frente al
proceso migratorio, a los costes del viaje y a la tramitación de los
documentos. También es muy difícil que puedan establecerse dentro del
´´negocio´´ sin ninguna ayuda externa.
El Informe Estatal sobre las Prácticas de los Derechos Humanos (Country Report
on Human Rights Practices) de 1999, elaborado por el Departamento de Estado de
EEUU y emitido por el Departamento para la Democracia (Bureau of Democracy),
reconoció el vínculo entre la legalización y el tráfico en Australia. En el
informe sobre Australia, se puso de manifiesto que, en el Estado de Victoria,
en el cual se había legalizado la prostitución en la década de 1980, ´´el
tráfico de mujeres procedentes del este asiático y dirigido al mercado del
sexo es un problema que va en aumento. En Australia..., las leyes negligentes
-incluida la legalización de la prostitución en algunas zonas del pa ís- hacen
que sea difícil el trabajo de hacer cumplir la ley contra el tráfico´´.
3. La legalización / despenalización de la prostitución no supone un
control de la industria del sexo. La expande.
En contra de lo que afirmaban las reivindicaciones que señalaban que la
legalización y la despenalización de la prostitución iban a regular la
expansión de la industria del sexo e iban a suponer un control de dicha
industria, la industria del sexo representa ahora un 5 por ciento de la
economía de Holanda (Daley, 2001:4). Durante la ultima década, después de que
el proxenetismo y los prostíbulos se despenalizasen en Holanda en el año 2000,
la industria del sexo se ha expandido un 25 por ciento (Daley, 2001:4). A
cualquier hora del día, mujeres de todas las edades y razas son expuestas, y
puestas en venta para el consumo masculino, en los conocidos escaparates de
los prostíbulos y clubes de Holanda. La mayoría de las mujeres provienen de
otros países (Daley, 200 1:4) y probablemente han sido traficadas.
Actualmente existen en Holanda asociaciones, oficialmente reconocidas, de
empresarios del sexo y de clientes de la prostitución que son consultadas por
el Gobierno, con el que colaboran, para fomentar sus intereses y promover la
prostitución. Entre estas asociaciones están la Asociación de Empresarios de
los Negocios de Relajación y Hombre / Mujer y la Fundación de la
Prostitución´´. Esta última está compuesta por un grupo de hombres que, con
regularidad, utilizan los ´´servicios´´ de la industria del sexo. Entre sus
objetivos específicos, destacan ´´conseguir que la prostitución y su uso sean
más aceptados y abiertamente discutidos´´ y ´´proteger los intereses de los
clientes´´ (NRM Bureau, 2002:115-16).
Frente al hecho de que hay muy pocas mujeres que quieran ´´trabajar´´ en el
sector legal de la industria del sexo, el Reportero Nacional de Holanda en
temas de tráfico afirmó que una solución para el futuro podría ser ´´ofrecer
[al mercado] prostitutas procedentes de países que no pertenezcan a la UE/AEE,
y que voluntariamente elijan trabajar en la prostitución...´´. Se les
concedería ´´un acceso controlado y legal al mercado holandés´´ (NRM Bureau,
2002). Como la prostitución se ha convertido en ´´trabajo´´ y los proxenetas
en ´´empresarios´´, esta posible ´´solución´´ convierte al tráfico en ´´una
inmigración voluntaria para trabajar en la industria del sexo´´. Holanda está
mirando al futuro, destinando a las mujeres inmigrantes pobres al mercado
internacional del sexo con el fin de remediar las insuficiencias del libre
mercado de los ´´servicios sexuales´´. A través de este proceso, se refuerza
la normalización de la prostitución como una ´´opción para las pobres´´.
La legalización de la prostitución en el Estado australiano de Victoria ha
supuesto una expansión de la industria del sexo. En 1989 había 40 prostíbulos
legales en Victoria, y en 1999 la cifra se había elevado a 94, junto con 84
que ofrecía n servicio de acompañante. Otras formas de explotación sexual
tales como el strip-tease, los centros de esclavitud y disciplina, los sex
shops, los teléfonos eróticos y la pornografía son más rentables ahora
(Sullivan and Jeffrys: 2001).
La prostitución se ha convertido en un suplemento legítimo del turismo y del
auge de los casinos en Victoria. Actualmente, se pueden utilizar las fichas y
los bonos de la ruleta de la fortuna de los casinos patrocinados por el
Gobierno en los prostíbulos (Sullivan and Jeffreys: 2001). La mercantilización
de la mujer se ha intensificado de una manera considerable y cada vez es más
visible.
Los prostíbulos en Suiza se han duplicado después de la legalización parcial
de la prostitución. La mayoría de estos prostíbulos están libres de impuestos
y muchos son ilegales. En 1999, el periódico Blick de Zurich afirmaba que
Suiza era el país de Europa con mayor densidad de prostíbulos y que los
ciudadanos se sentían invadidos por los locales dedicados a la prostitución,
al mismo tiempo que experimentaban un constante crecimiento de las zonas
destinadas a la prostitución (Daley, 2001:A1).
4. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la
prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle.
La legalización, supuestamente, iba a sacar a las mujeres prostituidas de la
calle. Muchas mujeres no quieren registrarse ni someterse a revisiones
médicas, tal y como lo requiere la ley en ciertos países en los que se ha
legalizado la prostitución. Por lo tanto, la legalización a menudo las conduce
a la prostitución de la calle. Además, muchas mujeres eligen la prostitución
de calle porque quieren evitar ser controladas y explotadas por los nuevos
´´hombres de negocios´´ de la industria del sexo.
En Holanda, las mujeres que están en la prostitución señalan que la
legalización y despenalización de la industria del sexo no acaba con el
estigma sino que, al contrario, hace a las mujere s más vulnerables frente al
abuso ya que, al tener que registrarse, pierden el anonimato. Así que la
mayoría de las mujeres que están en la prostitución, a pesar de todo, eligen
proceder de manera ilegal y clandestina. Los miembros del parlamento que en un
principio apoyaron la legalización de los prostíbulos, basándose en el
supuesto de que esto iba liberar a las mujeres, están viendo ahora cómo la
legalización refuerza la opresión de las mujeres (Daley, 2001:A1).
Los argumentos que defendían que la legalización iba a terminar con los
elementos criminales de la industria del sexo han fracasado. El aumento de la
prostitución en Australia desde la legalización se ha dado en el sector
ilegal. Desde la llegada de la legalización en Victoria, los prostíbulos se
han triplicado y se han expandido, y la mayoría de ellos no tiene licencia
aunque se anuncien y operen con total impunidad (Sullivan and Jeffreys: 2001).
En New South Wales (Nueva Gales del Sur), los prostíbulos fueron descri
minalizados en 1995. En 1999, el número de prostíbulos en Sydney había
aumentado de manera exponencial a 400-500. La mayoría no tiene licencia. Para
terminar con la endémica corrupción policial, el control de la prostitución
ilegal pasó de estar en manos de los policías a estar en manos de los
ayuntamientos locales. Pero los ayuntamientos no tienen ni el dinero ni el
personal para poner investigadores en los prostíbulos y acabar con los
empresarios ilegales y procesarlos.
5. La legalización de la prostitución y la despenalización de la industria
del sexo promueve la prostitución infantil.
Otro de los argumentos que defendía la legalización de la prostitución en
Holanda era que iba a ayudar a acabar con la prostitución infantil. La
realidad, en cambio, ha mostrado lo contrario, ya que la prostitución infantil
en Holanda ha aumentado dramáticamente durante la década de 1990. La
Asociación de Ámsterdam ChildRight estima que la cifra ha aumentado de 4.000
ni ños en 1996 a 15.000 en 2001. Esta asociación estima que al menos 5.000 de
los niños que están en la prostitución provienen de otros países, de los
cuales un número importante son niñas nigerianas (Tiggelove: 2001).
La prostitución infantil ha aumentado dramáticamente en Victoria en
comparación con los otros estados de Australia donde la prostitución no ha
sido legalizada. De todos los estados y territorios de Australia, el mayor
número de informes en torno a la prostitución infantil proviene de Victoria.
El estudio dirigido por ECPAT (End Child Prostitución and Trafficking - Acabar
con el tráfico y la prostitución infantil) en 1998, y realizado para la
´´Australian National Inquiry on Child Prostitución´´ (Centro de Investigación
Nacional de Australia sobre la Prostitución Infantil), mostró que existía un
aumento del comercio organizado de prostitución infantil.
6. La legalización / despenalización de la prostitución no protege a las
mujeres que están en la prosti tución.
La Coalición Internacional contra el Tráfico de Mujeres (CATW) ha realizado
dos estudios importantes sobre el tráfico sexual y la prostitución,
entrevistando a casi 200 víctimas de la explotación del comercio sexual. En
este estudio, las mujeres que estaban en la prostitución indicaban que, tanto
si se encontraban en establecimientos de prostitución legales como si estaban
en ilegales, éstos hacían muy poco para protegerlas a ellas. ´´En caso de
proteger a alguien, protegen a los clientes´´.
Un estudio de la CATW realizado en 5 países, en los cuales se entrevistó a 146
víctimas de tráfico internacional y de la prostitución local, muestra que el
80 por ciento de las mujeres entrevistadas sufrieron violencia física por
parte de los proxenetas. También muestra que todas ellas sufrían similares y
múltiples consecuencias de salud derivadas de la violencia y de la explotación
sexual (Raymond et al: 2002).
La violencia que sufrían las mujeres era una parte intrínseca de la
prostitución y de la explotación sexual. Los proxenetas utilizaban la
violencia por diferentes motivos y con diferentes propósitos. La violencia era
utilizada para iniciar a algunas mujeres en la prostitución y para
derrumbarlas y vencerlas con el objetivo de que realizaran los actos sexuales.
Después de la iniciación, en cualquier momento, la violencia era utilizada con
el fin de gratificar a los proxenetas, como una forma de castigo, para
amenazarlas e intimidarlas, para ejercer la dominación de los proxenetas, para
exigir conformidad, para castigar a las mujeres por presuntas ´´infracciones´´,
para humillar a las mujeres y para aislarlas y recluirlas.
Las mujeres que señalaron que los establecimientos sexuales les ofrecían
alguna protección matizaron añadiendo que ningún ´´protector´´ estaba nunca
con ellas en la habitación, donde cualquier cosa podía ocurrir. Una mujer que
estaba en la prostitución que funciona a través de llamadas telefónicas
declaró que ´´ el conductor es como un guardaespaldas. Se supone que tienes
que llamarle una vez entras para confirmar que todo va bien. Pero no se quedan
junto a la puerta mientras tú estas allí, así que puede ocurrir cualquier
cosa´´.
Los estudios realizados por CATW hallaron que, incluso cuando se utilizaban
cámaras de vigilancia en los establecimientos, el objetivo era proteger el
establecimiento. La protección de las mujeres de los abusos era secundaria o
no importaba.
7. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la demanda
de esta práctica. Incentiva a los hombres a comprar a las mujeres por sexo en
un entorno social más permisible y de mayor aceptabilidad.
Con la llegada de la legalización en los países que han despenalizado la
industria del sexo, muchos hombres que no se habrían arriesgado a comprar una
mujer para tener sexo, ahora ven la prostitución como algo aceptable. Cuando
las barreras legales desaparecen, también desaparecen las s ociales y éticas
con respecto al hecho de tratar a las mujeres como productos. La legalización
de la prostitución supone enviar el mensaje a las nuevas generaciones de
hombres de que las mujeres son productos sexuales, y de que la prostitución es
una forma de diversión sin riesgo.
Como los hombres tienen un exceso de oferta de ´´servicios sexuales´´, las
mujeres tienen que competir en la oferta de servicios dedicándose al sexo
anal, sexo sin condón, relaciones de esclavitud y dominación y otras
tendencias demandadas por los clientes. Cuando se legaliza la prostitución,
todos los controles están prohibidos. Por ejemplo, las capacidades
reproductivas de las mujeres se convierten en productos, actos para la venta.
Todo un grupo nuevo de clientes encuentra excitante el embarazo y demanda
leche de pecho en sus encuentros sexuales con mujeres embarazadas. Existen
prostíbulos que ofertan servicios a hombres discapacitados y los cuidadores
contratados por el Estado, que en su mayoría so n mujeres, están obligadas a
llevar a estos hombres a los prostíbulos si ellos lo desean (Sullivan and
Jeffreys: 2001).
Las autopistas de Victoria están llenas de anuncios que ofertan a mujeres como
objetos sexuales y enseñan a las nuevas generaciones de hombres a tratar a las
mujeres como subordinadas. Se anima a los hombres de negocios a que tengan sus
reuniones de empresa en los clubes donde hay mujeres que sirven las mesas
desnudas durante la hora de comer y del té o café.
El dueño de un prostíbulo de Melbourne declaró que la mayoría de los clientes
eran ´´hombres profesionales bien educados, que acuden durante el día y
después van a sus casas a reunirse con sus familias´´. Las mujeres que desean
relaciones más igualitarias con los hombres se encuentran con que, a menudo,
sus compañeros visitan los prostíbulos y los clubes sexuales. Tienen la opción
de aceptar que sus parejas masculinas están comprando mujeres a través
transacciones sexuales comerciales, pueden negarse a reconocer lo que sus
parejas están haciendo, o pueden romper con la relación (Sullivan and
Jeffreys: 2001).
El proyecto de ley del Gobierno Sueco (1997/98:55 sobre la Violencia Contra
las Mujeres) prohíbe y penaliza la compra de ´´servicios sexuales´´. Es un
enfoque innovador que se centra en la demanda de la prostitución. Suecia cree
que, ´´prohibiendo la compra de los servicios sexuales, la prostitución y sus
efectos perjudiciales pueden contrarrestarse de una manera más efectiva que la
que ha existido hasta ahora´´. Y lo que es más importante, esta ley claramente
afirma que ´´la prostitución es un fenómeno social no deseable´´ y que es ´´un
obstáculo para el actual desarrollo hacia una igualdad entre hombres y
mujeres´´.
8. La legalización / despenalización de la prostitución no promueve una
mejora de la salud de las mujeres.
Un sistema basado en la legalización de la prostitución en el que se obligue a
las mujeres, y no a los clientes, a chequ eos y certificados de salud es
descaradamente discriminatorio para las mujeres. Los chequeos de salud que son
´´sólo para mujeres´´ no tienen ningún sentido a nivel de salud pública porque
controlar a las mujeres prostituidas no las protege del SIDA o de las ETS, ya
que los hombres pueden transmitir, y en un principio son los que transmiten,
las enfermedades a las mujeres.
Se argumenta que los prostíbulos legalizados u otros establecimientos de
prostitución ´´controlados´´ ´´protegen´´ a las mujeres a través de políticas
dirigidas a imponer la obligación de usar condón. En un estudio de la CATW que
se realizó en Estados Unidos, las mujeres entrevistadas que estaban en la
prostitución declararon lo siguiente: El 47 por ciento afirmó que los hombres
esperan tener sexo sin condón; el 73 por ciento declaró que ofrecen pagar más
para tener sexo sin condón; el 45 por ciento de las mujeres dijo que sufrirían
abusos si insistieran en que los hombres usaran condón. Algunas mujeres dijero
n que ciertos establecimientos puede que tengan normas que establezcan que los
hombres tienen que usar condón, pero que, en la realidad, los hombres siguen
intentando tener sexo sin condón. Una mujer afirmó: ´´La regla dice que hay
que utilizar condón en la sauna, pero es negociable entre las partes´´. La
mayoría de los hombres piden felaciones sin condón (Raymond and Hughes: 2001).
En la realidad, la imposición de las políticas en torno a la utilización del
condón se deja en manos de las mujeres que están en la prostitución, y la
oferta de dinero extra es una presión insistente. Una mujer afirmó: ´´Sería
una mentirosa si dijera que siempre uso condón. El condón desaparece cuando
hay dinero extra en juego. Estaba mirando al dinero extra´´. Muchos factores
juegan en contra del uso del condón: la necesidad de las mujeres de ganar
dinero; la disminución del atractivo de las mujeres mayores para los hombres;
hacer frente a la competencia de los lugares donde no exigen condón; la pre
sión de los proxenetas para que las mujeres tengan sexo sin condón y ganen más
dinero; la necesidad de tener dinero por ser adictas a alguna droga o para
pagar al proxeneta y la falta de control que en general tienen las mujeres que
están en la prostitución sobre sus propios cuerpos.
Las denominadas ´´políticas de seguridad´´ en los prostíbulos no protegieron a
las mujeres de los abusos. Incluso cuando los prostíbulos supuestamente
controlaban a los ´´consumidores´´ y utilizaban ´´gorilas´´, las mujeres
afirmaron que fueron lesionadas por los compradores y, algunas veces, por los
dueños de los prostíbulos y por sus amigos. Incluso cuando alguien intervenía
para controlar el abuso de los compradores, las mujeres vivían en un clima de
terror. Aunque el 60 por ciento de las mujeres dijo que algunas veces se había
impedido que los compradores abusasen de ellas, la mitad de estas mujeres
contestaron que en algún momento habían sentido que podrían haber sido
asesinadas por alguno de s us ´´clientes´´ (Raymond et al: 2002).
9. La legalización / despenalización de la prostitución no aumenta las
posibilidades de elección de las mujeres.
La mayoría de las mujeres no entraron en la prostitución a través de una
decisión racional. No se sentaron un día y decidieron que querían ser
prostitutas. Mejor dicho, es preferible llamar a esas ´´elecciones´´
´´estrategias de supervivencia´´. Más que consentir, una mujer prostituta
accede a la única opción que está a su alcance. Su conformidad deriva del
hecho de tener que adaptarse a las condiciones de desigualdad que son
establecidas por el consumidor que le paga a ella para que haga lo que él
quiera.
La mayoría de las mujeres que fueron entrevistadas por los estudios realizador
por la CATW señalaron que la elección de entrar en la industria del sexo sólo
puede discutirse dentro de un contexto donde no existen otras posibilidades.
La mayoría enfatizaron que las mujeres que están en la prostituci ón tenían
muy pocas alternativas. Muchas hablaron de la prostitución como la última
opción, o como una manera involuntaria de finalizar un ´´camino´´. En un
estudio, el 67 por ciento de los miembros de la policía que la CATW entrevistó
expresaron la opinión de que las mujeres no entraron voluntariamente a la
prostitución. El 72 por ciento de los trabajadores sociales que la CATW
entrevistó no creían que las mujeres voluntariamente eligieran entrar en la
industria del sexo (Raymond and Hughes: 2001).
La distinción entre prostitución forzada y voluntaria es precisamente lo que
la industria del sexo está promoviendo porque, si se puede utilizar esta
distinción para legalizar la prostitución, el proxenetismo y los prostíbulos,
la industria del sexo conseguirá más estabilidad y seguridad legal. Las
mujeres que presenten cargos contra los proxenetas o contra cualquier persona
tendrán que presentar la carga de la prueba y demostrar que fueron
´´forzadas´´. ¿Cómo van a poder demostrar l a coerción las mujeres marginadas?
Si las mujeres tienen que demostrar que se utilizó la fuerza para reclutarlas
o que la utilización de la fuerza forma parte de las condiciones de trabajo,
muy pocas mujeres que están en la prostitución tendrán recursos legales y muy
pocos culpables serán procesados.
Muchas mujeres que están en la prostitución tienen que mentir constantemente
sobre sus vidas, sus cuerpos y sus respuestas sexuales. Mentir es una parte de
la definición de su trabajo cuando un cliente pregunta: ´´¿Te ha gustado?´´.
Algunas supervivientes de la prostitución han señalado que, después de haber
dejado la prostitución, les costó mucho tiempo darse cuenta de que la
prostitución no fue el resultado de una libre elección, porque negar su propia
capacidad de elección era negarse a sí mismas.
No hay duda de que un número pequeño de mujeres dice que ellas eligen ser
prostitutas, sobre todo si se encuentran en contextos públicos organizados por
la industria del sexo. De l a misma manera, algunas personas eligen tomar
drogas peligrosas como la heroína. Sin embargo, incluso cuando las personas
eligen tomar drogas peligrosas, reconocemos que el consumo de dicha droga es
perjudicial para ellos, y la mayoría de las personas no piden la legalización
de la heroína. En esta situación, el perjuicio o daño lo sufre la propia
persona, no el consentimiento de la persona.
Incluso un informe de 1998 de la organización ILO (Organización Internacional
del Trabajo de las Naciones Unidas) que sugería que la industria del sexo
fuera tratada como un sector económico legítimo, encontró que ´´la
prostitución es una de las formas de trabajo más alienadas; la investigación
(realizada en 4 países) demostró que las mujeres trabajaban sufriendo,
sintiéndose forzadas, o estaban llenas de remordimientos y tenían una
identidad negativa sobre sí mismas. Un número significativo de ellas afirmó
que, si pudieran, dejarían el trabajo sexual (LIM, 1998: 213)´´.
Cuando una muj er continúa en una relación abusiva con una pareja que le
maltrata, o incluso cuando ella le defiende a él, no decimos que esa mujer
está ahí de manera voluntaria. Reconocemos la complejidad de su conformidad.
Al igual que las mujeres maltratadas, las mujeres en la prostitución muchas
veces niegan los abusos si no se les ofrecen verdaderas alternativas.
10. Las mujeres que están dentro de la prostitución no quieren que se
legalice o despenalice la industria del sexo.
En un estudio realizado por la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y
financiado por la Fundación Ford, la mayoría de las 146 mujeres entrevistadas
afirmaron de forma rotunda que la prostitución no debería ser legalizada ni
considerada un trabajo legitimo. Estas mujeres opinaban que la legalización
supondría aumentar los riesgos y los daños que actualmente ya sufren las
mujeres por parte de los proxenetas (Raymond et al, 2002). ´´Me niego. No es
una profesión. Es humillante y es una forma de violencia masculina´´. Ninguna
de las mujeres entrevistadas quería que sus hijos, familia o amigos tuvieran
que ganar dinero a través de la industria del sexo. Una afirmó que ´´la
prostitución despoja de la vida, de la salud, de todo´´.
Conclusiones
Los legisladores se suben al tren de la legalización porque creen que es lo
único que funciona. Sin embargo, un comisario de Scotland Yard ha afirmado que
´´hay que tener cuidado cuando se legaliza algo sólo porque crees que lo que
estás haciendo no tiene éxito´´.
Se oye hablar muy poco del rol que tiene la industria del sexo en la creación
de un mercado global del sexo sobre los cuerpos de las mujeres y los niños y
niñas. En cambio, oímos hablar mucho sobre el hecho de conseguir que la
prostitución se convierta en un trabajo con mejores condiciones para las
mujeres a través de la regularización o legalización, a través de los
sindicados denominados ´´trabajadoras del sexo´´ y a través de campañas que
proporcionan condones a las mujeres que están en la prostitución pero que no
les ofrecen ninguna alternativa. Oímos hablar mucho sobre cómo mantener a las
mujeres en la prostitución pero muy poco sobre cómo ayudarlas a salir de ella.
Los gobiernos que legalicen la prostitución tendrán muchos intereses
económicos en la industria del sexo. Consecuentemente, aumentará la
dependencia de los gobiernos sobre la industria del sexo. Si se contabilizan
las mujeres que están en la prostitución como trabajadoras, los proxenetas
como empresarios, y los compradores como clientes de los servicios sexuales
-legitimando y considerando toda la industria del sexo un sector económico-
los gobiernos abdicarán de la responsabilidad de conseguir trabajos adecuados
y lícitos para las mujeres.
En vez de sancionar la prostitución, los Estados podrían centrarse en la
demanda y penalizar a los hombres que compran mujeres para tener sexo, y
podrían apoyar el desarrollo de alternativas para las mujere s que están en la
industria del sexo. En vez de beneficiarse de los impuestos recaudados de la
industria del sexo, los gobiernos podrían embargar los bienes de la industria
del sexo e invertirlos en el futuro de las mujeres que están en la
prostitución proporcionando recursos económicos y alternativas reales.