Brujería

Por Melvin Aldana.

Brujería son aquellas operaciones sobrenaturales y misteriosas que realizan hombres o mujeres que se cree tienen pacto con el diablo. En realidad es difícil distinguir claramente entre brujería, hechicería y magia... Estas prácticas utilizan medios ocultos que no son de Dios para producir efectos mas allá de los poderes naturales del hombre. La brujería se adapta a los tiempos modernos y se prolifera aun en los libros populares para niños, como lo es la serie de Harry Potter. Es muy común en nuestras ciudades ver centros de brujería y es tan “natural” que se anuncian por radio y televisión como vender cualquier otro producto.

La brujería es perversa porque recurre a espíritus malignos. Implica un pacto o por lo menos una búsqueda de la intervención de esos espíritus. El ser brujo (a) se obtiene por vínculos satánicos en los que se entra por una "dedicación", muchas veces dentro de la familia. La brujería implica la creencia en una realidad invisible a la que el practicante queda atado. Las Sagradas Escrituras enseñan que se trata de una entidad diabólica.

¿Por qué se recurre a la brujería?
Para hacer daño a quien se odia; para atraerse la pasión amorosa de alguien; para invocar a los muertos; para suscitar calamidades o impotencia de los enemigos rivales u opresores reales o imaginarios; para resolver un problema el cual se ha convertido en obsesión y ya no importa por qué medio se resuelve.

Tanto en la brujería como en la magia se encuentran estos elementos:
1-La realización de rituales o de gestos simbólicos, 2- El uso de sustancias y objetos materiales que tienen significado simbólico,
3- Pronunciamiento de un hechizo , 4- Una condición prescrita del que efectúa el rito.

La brujería consta de rituales para hacer sus hechizos (ejercer un maleficio o atadura sobre alguien), algunos de los cuales requieren hierbas particulares. También hay palabras de conjuro o hechizo que pueden ser escritas para obtener un mayor poder. Quién realiza el rito debe desear su propósito con todas sus fuerzas para obtener mayores efectos y algunas veces debe ayunar por 24 horas antes de realizar el rito para purificar el cuerpo.

¿Es real el poder de la brujería?
Puede ser real, pero en muchos casos puede ser también sugestión de la mente, es decir pura mentira. En ambos casos está actuando el demonio, príncipe de la mentira. Los males que sufre la humanidad son fruto de su apertura al demonio por el pecado. Una forma extrema de esa relación es la brujería. Se llega a pactar con satanás y buscar su intervención. La Biblia nos enseña que la brujería es real y digna de condenación. Jesucristo vino para vencer y atar al demonio. Con frecuencia se enfrentó directamente con él para reprimir su actividad sobre sus víctimas. El tiempo entre la primera y segunda venida del Señor son de gran batalla espiritual que envuelve a todos.
Por muchos siglos y en muchas naciones la ignorancia, la crueldad y falta de justos procesos judiciales llevaron a terribles persecuciones, falsas acusaciones y la matanza de muchos acusados de brujería. Hechos injustificados y deplorables. En la actualidad hemos caído en el extremo opuesto: se niega la realidad de la actividad satánica y por ende la brujería.
Como cristianos debemos seguir el camino de Jesucristo quién rechaza el pecado pero ama al pecador. La enseñanza de Jesús en el caso de la mujer sorprendida en adulterio se aplica también a la brujería como a cualquier pecado. El camino de Jesús no es la condenación al estilo de los que se proponían apedrearla. Tampoco es el la actitud de los que hoy pretenden que no existe el pecado. El camino de Jesús es el amor que defiende de la crueldad y llama a una vida nueva, libre de pecado. El mal no se vence matando sino ayudando con amor y verdad a salir del pecado. El Señor nos enseña a amar a nuestros enemigos. El amor de Dios es más fuerte que la maldición de todos los brujos del mundo. Una gotita de su Preciosa Sangre tiene poder para disipar el más enfurecido ataque diabólico.
Cuando una persona visita un centro de brujería le da terreno legal al diablo para que tome parte en su vida, pero para eso ha venido Jesucristo, para deshacer las obras del diablo. Si al leer este artículo tu recuerdas que has visitado, practicado o simplemente curiosiado el mundo de la brujería y el ocultismo, entonces es tiempo que cambies de rumbo y le pidas perdón a Jesucristo por haberlo hecho, debes buscarlo a El y pedirle con todo tu corazón que te limpie de las influencias del diablo, y dice la Biblia que El lo hará. Hay un verso en la Escritura que dice: Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

Tomado de la Revista Cristiana Desafio