BAUTISMO DE NIÑOS, ¿POR QUÉ?

  

José Arcieri P.

 



 

SACRAMENTO DEL BAUTISMO.

En la actualidad es común escuchar dos ideas erróneas acerca del bautismo, una es que no se deben bautizar los niños y otra es que sólo por inmersión es válido el bautismo.

Estas dos ideas se refieren, la primera a quien se puede bautizar y la segunda cómo se debe bautizar.

Algunos predican que para bautizarse es necesaria la fe personal y como los niños son incapaces de hacer un acto de fe, por eso no pueden ser bautizados. Esa es la forma en que interpretan el texto de Mc 16,16, “el que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea se condenará”.

Nosotros los católicos, también afirmamos que la fe es necesaria para poder recibir el sacramento del  bautismo, pero interpretamos el texto de Marcos como una regla para los adultos, y para el caso de los niños, afirmamos que la fe de los padres es suficiente para que el niño reciba el bautismo.

La pregunta en este caso sería ¿pueden los padres prestarle su fe a su hijo? ¿Es bíblica esta afirmación?

Veamos como fue la actitud de Nuestro Señor al respecto cuando Jairo le pidió que resucitara a su hija, como leemos en Mc 5,22-23, y en los versículos 35-43, encontramos esta afirmación de Jesús cuando los de la casa de Jairo llegaron diciendo que la niña había muerto: “no tengas miedo, cree solamente”. En este caso fue la fe del padre de la niña lo que hizo posible la sanación, no la fe de la niña, y en otro texto de Mc, otro padre le pide a Jesús sacar un demonio de su hijo (Mc 9,17-27). En el vers. 22b, leemos que el padre del niño le dice a Jesús “así que si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. Jesús le dijo ¿cómo que si puedes? ¡Todo es posible para el que cree!, entonces el padre del muchacho grito: Yo creo, ayúdame a creer mas.”

En estos pasajes vemos claramente que Jesús actuó por la fe de los padres, no por la fe de los niños, y de igual forma, por la fe de los padres Jesús da las gracias sacramentales del bautismo a los niños.

Hay otro cuestionamiento y es el siguiente: ¿para qué se bautizan los niños si ellos no tienen pecados? Esta errónea idea no tiene en cuenta que los niños desde que comienzan a existir en el seno de la madre tienen el pecado original, heredado de nuestros primeros padres, Adán y Eva. “mira que nací culpable. Pecador me concibió mi madre” Sal 51,5 (50), Es claro que el pecado original no es un pecado que hayamos cometido conscientemente, pero no por eso dejamos de padecer sus consecuencias.

Ahora, en ninguna parte de la Biblia se prohíbe el bautismo de los niños. Examinemos lo que dice la Biblia al respecto del bautismo de los niños, que aunque no habla directamente del bautismo de los niños si contiene indicios de que los niños eran bautizados.

El día de Pentecostés (Hch 2,39), después del discurso de Pedro la gente preguntó, “¿Qué hemos de hacer?”, él les dijo que debían bautizarse, y les explicó: “pues la promesa es para ustedes y sus hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor”.

En el Nuevo Testamento se habla de familias enteras que fueron bautizadas, y cuando se habla de familias enteras se entiende que también los niños hacían parte de esas familias, ya que en las costumbres griegas y en el lenguaje griego, que fue en el que se escribió el N.T., el término “familia” incluye a los niños, y ejemplos de ello tenemos en Hch 16,15, la familia de Lidia; 16,33, la familia del carcelero; 1 Cor 1, 16, la familia de Estefanás.

Pablo afirma en Col 2, 11-12, que el bautismo reemplaza a la circuncisión  y ésta se practicaba normalmente a los ocho días de nacido (Lv 12, 3), y si San Pablo al comparar el bautismo con la circuncisión quisiera excluir a los niños, lo hubiera expresado taxativamente. Y finalmente Jesús dijo que nadie puede entrar al Reino de los Cielos sino no nace de nuevo del agua y del Espíritu Santo (Jn 3,5), y esto se aplica a cualquiera capaz de tener derecho a su Reino, incluidos los niños, ya que El dijo, que el Reino de los Cielos es de los niños (Mt 19,14).

Otro de los cuestionamientos o mejor de las afirmaciones de los protestantes es que sólo es valido el bautismo por inmersión, ya que así fue como se bautizó Jesús en el río Jordán (Mt 3,13).  Debemos recordar que el bautismo de Juan era sólo un símbolo externo de conversión, no como el bautismo cristiano que sería instituido por Jesús (Mt 28, 18-20), ya que Pablo bautizó de nuevo a gente que había sido bautizada por Juan el Bautista, (Hch 19,25), y como la Biblia no se puede interpretar al pie de la letra, porque de lo contrario sólo serían válidos los bautizos en el río Jordán, y que sean bautizados por el mismo Juan.

A esto le podemos agregar que San Pablo fue bautizado en casa de Ananías, y esto nos indica que no se bautizó por inmersión, pues en la casa de Ananías no pasaba un río ni había alberca o piscina para ello. (Hch 9, 17-19), lo mismo podemos afirmar de los bautismos hechos en la cárcel, a el carcelero y todos los suyos (Hch 16,33)

  Acerca del Bautismo, podemos confrontar los textos de Jn 3, 5; Hch 2,38; 8,38-39; 9,18; 10,47-48; Mt 28 18-19; Mc 16,15-16)