Autor: P Antonio
Rivero LC
Fuente: Catholic.net
33a. sesión. Carta a los Romanos
El primer ensayo de gran envergadura en la historia de la teología cristiana.
I. INTRODUCCIÓN
¿Quién iba a pensar que el mensaje cristiano iba a llegar y a calar en el
Imperio romano? Cristo también entró en el entramado de esa gran urbe
imperial.
San Pablo escribió esta carta cuando consideró que ya había finalizado su
tarea en Asia, Macedonia y Acaya, y decidió abrir un nuevo frente misionero
hacia occidente, proponiéndose evangelizar España (cf. Rm 15, 23-24).
No se conocen los orígenes de la comunidad cristiana de Roma. Se sabe que
desde mucho tiempo antes existía una importante comunidad judía en la capital
del Imperio. Las catacumbas judías y las inscripciones sepulcrales dan
testimonio de que se trataba de un grupo muy numeroso, entre los que había
personas que desempeñaban altos cargos. Pero no se tiene noticias de la forma
en que llegó el cristianismo. El edicto del emperador Claudio (año 49),
ordenando la expulsión de los judíos de Roma por los tumultos provocados por
culpa de un tal Cresto124 , es interpretado por
muchos en el sentido de que en esa fecha ya había judíos-cristianos en Roma,
que entrarían en conflicto con los demás judíos por causa de “Cristo”. No hay
noticias ciertas sobre la fecha de la llegada de san Pedro a Roma y la carta a
los romanos no da indicios de que este apóstol ya se encontrara allí.
Roma había sido evangelizada por otros y san Pablo tenía por principio no
edificar donde otro ya había edificado (cf. 15, 20). Pero para ir hacia España
era necesario pasar por Roma, por eso se atreve a escribir esta carta, la
única escrita a una comunidad no fundada por él. Lo hace con el fin de
anunciarles su visita y pedirles colaboración para realizar la nueva misión
evangelizadora.
II. OBJETIVO DOCTRINAL: Conocer la carta a los Romanos, como una de las
cartas más importantes del Nuevo Testamento.
III. OBJETIVO VIVENCIAL: Incentivar a leer con detención esta carta y a
vivir su contenido.
IV. TESIS: La carta a los Romanos ha jugado un papel excepcional en la
historia del pensamiento cristiano, por ser el primer ensayo de gran
envergadura en la historia de la teología cristiana. En la exégesis bíblica ha
ocupado un lugar privilegiado y ha sido un baluarte en momentos decisivos de
la historia de la Iglesia: en el siglo V, cuando tuvieron lugar la crisis
pelagiana y las grandes controversias sobre la gratuidad de la gracia; y en el
siglo XVI, en tiempos de la Reforma protestante 125.
V. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:
1. Autor, fecha y destinatarios
Esta carta fue escrita por san Pablo, en la primavera del año 58, una vez que
han pasado las tormentas que revela su segunda carta a los corintios y gozando
de una cierta calma y tranquilidad.
Dirige esta carta a los cristianos romanos, procedentes del paganismo, con el
fin de preparar su llegada a esa floreciente Iglesia que él no ha fundado,
pero cuya fe es celebrada en todo el mundo y a la que saludan todas las
iglesias de Cristo. Pablo entiende que ha llegado el momento de ensanchar
horizontes y acometer más ambiciosos proyectos. Así que decide llevar el
evangelio hasta los confines de occidente, hasta España. Pero en el camino,
como escala obligatoria, está Roma, la ciudad imperial.
2. Características literarias
A pesar de su densidad doctrinal, Romanos tiene rasgos propios de una carta.
3. División y contenido temático
El esquema general de la carta se aprecia con facilidad:
Introducción: 1
Una
sección básicamente doctrinal: 2-11: Hemos sido justificados y salvados por la
fe en Jesucristo.
Una
sección exhortativa: 12-15: Si hemos sido justificados, llevemos una vida
digna (deberes y obligaciones del cristiano).
Conclusión: 16
4. Contenido teológico y espiritual
Fin de la carta: presentar las ideas claves del evangelio de Cristo, sobre
todo con respecto a los puntos más controvertidos y más propensos a crear
dificultades en el seno de las nacientes comunidades cristianas. Presentar
estas ideas a la comunidad de Roma que está llamada a ser un magnífico símbolo
del carácter universal de la Iglesia cristiana. Roma, corazón del paganismo,
es para Pablo no sólo un nuevo centro geográfico; es sobre todo, un nuevo
centro teológico y eclesial.
Contenido teológico-espiritual: tres grandes líneas:
a) La fuerza salvadora de Dios actúa en el hombre por medio de la fe en
Jesucristo. Es lo que llamamos la justificación por medio de la fe; y no tanto
por las obras mandadas por la Ley mosaica, como decían los judíos126
. Todos somos pecadores, pero si acogemos con fe a Jesús y su gracia,
quedaremos justificados, es decir, salvados, redimidos, lavados. Y esa fe en
Jesucristo la conseguimos mediante el bautismo, mediante el cual morimos al
hombre viejo pecador y resucitamos al hombre nuevo justificado en Cristo, hijo
de Dios. Esta justificación no es sólo remisión de los pecados, sino también
la santificación y renovación del hombre interior 127.
b) El fruto más precioso de la salvación es la vida sobrenatural. El
proceso liberador y salvador de Cristo desemboca en una vida nueva en la que
distinguimos cuatro dimensiones fundamentales:
Una
trinitaria: mediante el bautismo participamos de la vida íntima de las Tres
Personas divinas; es decir, participamos del cielo.
Otra
sacramental: mediante el bautismo podemos recibir los demás sacramentos que
nos santifican. Esta santidad exige del cristiano un esfuerzo por
identificarse con Jesucristo y reconducir hacia Dios todo.
Otra
moral: el cristiano santificado ha de brillar por las virtudes de la humildad,
sencillez, caridad con todos, sinceridad, obediencia, pureza, etc.
Y,
finalmente, escatológica. Esta justificación y santificación está orientada a
hacer que toda la creación, que gime con dolores de parto, logre ser liberada
de la corrupción y llegue así a Dios.
c) El proyecto salvador de Dios alcanzará también al pueblo de Israel.
A esta vida nueva están llamados todos. Esta vida nueva es la moral
preconizada por Pablo, que no es una moral estática, inoperante y pasiva, sino
algo dinámico, en constante progreso y en incesante combate.
VI. CONCLUSIÓN: Por esta carta podemos darnos cuenta de que san Pablo
tiene conciencia de que su predicación es rechazada por muchos, de que su
persona no es aceptada por todos y de que corren versiones distorsionadas de
su enseñanza. Por eso, opta por exponer detalladamente “su evangelio”, es
decir, la forma en que él anuncia el mensaje de Cristo, para que los romanos
tengan una versión autorizada de lo que predica entre los paganos. Acaba su
carta exhortándonos a tener un mismo sentir en Cristo Jesús, para que con un
solo corazón y una sola voz, podamos dar gloria a Dios, Padre de Nuestro Señor
Jesucristo
VII. ORACIÓN: Señor, gracias por habernos salvado. Que llevemos una
vida digna de Ti. De esta manera nuestra fe en ti se complementa con nuestras
obras, que tienen que reflejar fielmente esa fe, hecha vida. Amén.
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“Claudio hizo expulsar de Roma a los judíos, que excitados por un tal Cresto provocaban disturbios” (Suetonio, Vida de los XII Césares, Claudio, XXV). Este tal Cresto es para nosotros Cristo.
Juntamente con la carta a los Gálatas, la carta a los Romanos ha constituido el principal punto de referencia en la polémica entre católicos y protestantes, hasta el punto de que podría decirse que la Reforma protestante ha hecho de Romanos el texto sagrado por antonomasia
Esta verdad paulina fue tomada por Lutero, para quien nuestras obras no valen nada en orden a la salvación. Esta verdad de san Pablo “la salvación viene por la fe en Cristo”, se completa, después, con otra verdad “la fe sin obras es una fe muerta”, que Dios inspirará a Santiago en su carta, como vimos ya cuando explicamos dicha carta.
Así lo dijo el concilio de Trento: “La justificación no es sólo la remisión de los pecados, sino también la santificación y renovación del hombre interior por la voluntaria recepción de la justicia y los dones, de donde el hombre se convierte de injusto en justo, y de enemigo en amigo, para ser heredero, conforme a la esperanza de la vida eterna” (Dz 799).
TEMA DE DISCUSIÓN EN EL FORO
1. La lectura de esta carta no es fácil, pero su mensaje es claro. Dirige
palabras confortanes a la comunidad romana y a nosotros, como cuando no
sabemos hacer oración: "El Espíritu ora por nosotros....(Romanos 8, 28-38) Lee
esta cita y ¡olvida tus miedos en la oración! ¿Qué te quiere decir el apóstol
San Pablo acerca de tu oración?
2. Nuestra salvación no es una recompensa por ser buenos, sino una gracia, un
don del amor gratuito de Dios. ¿Qué tan abierto estás a la gracia de Dios para
reforzar tu fe? ¿Qué tanto te apoyas en ella para vivir el Evangelio?