La Astrología

 

¿Ayuda, Engaño o Daño?

 

 

A fin de desentrañar cualquier confusión posible sobre lo que es la astrología, me gustaría comenzar estableciendo lo que NO es.

 

Primero, la astrología NO es una ciencia, a pesar de que muchos de sus adherentes afirman lo contrario.

 

Tal vez algunos de ustedes me preguntaran...

 

¿Cómo puedo hacer una declaración tan fuerte?.

 

Consideren los siguientes puntos.  

 

La Astrología, basa los horóscopos en el momento del nacimiento, no en el momento de la concepción cuando, de hecho, las características genéticas son fijadas.

 

Ignoran las fuerzas gravitatorias de los cuerpos que no pertenecen al sistema solar, por ejemplo, el efecto de gravedad del obstetra sobre el recién nacido es unas seis veces más grande que la de Marte, trata a las distintas fuerzas nucleares, magnéticas y gravitacionales ejercidas por los cuerpos del sistema solar, por ejemplo, el sol, los planetas, las lunas, los asteroides, los cometas, etc., como si fueran de la misma magnitud.

 

En realidad, las diferencias de varios órdenes de magnitud fueron verificado mucho tiempo atrás por la investigación.

 

Ignoran cuerpos significativos del sistema solar, por ejemplo, Urano, Neptuno, Plutón, asteroides, cometas.

 

No toma en cuenta la fuerza de las mareas y tampoco las diferencias gravitatorias que resultan de la forma irregular de algunos cuerpos del sistema solar.

 

Ignoran el movimiento del sol respecto de otras estrellas y respecto del centro de la galaxia.

 

Ignoran el bamboleo del eje de rotación de la tierra, que a esta altura ha desplazado los signos astrológicos del sol en una o dos constelaciones, lo cual hace de un Leo típico un Géminis, en la realidad, omite dos constelaciones a lo largo de la eclíptica.

 

El “CAMINO” de los planetas y otros cuerpos en nuestro sistema solar.

 

No proveen evidencia concluyente de un vínculo directo causal entre las posiciones o “ASPECTOS” celestes y la personalidad y las interacciones humanas.

 

“Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten”. Isaías 47:13-14.

 

Por estas y muchas otras razones, 186 de los principales astrónomos y físicos firmaron una declaración en una edición de 1975 de la revista Humanista denunciando a la astrología como “SIN NINGÚN FUNDAMENTO CIENTÍFICO”. 

 

En segundo lugar, la astrología no puede ser considerada un pasatiempo inofensivo.

 

Decir esto es un error tan grande como considerarlo una disciplina científica.

 

La astrología ciertamente produce algunos efectos en las vidas de sus devotos, y las profecías que genera pueden ser ocasional o parcialmente acertadas.

 

Para algunos individuos, sus perfiles de personalidad pueden parecer bastante precisos también.

 

Cuando se evidencia un poder real, es sobrenatural, sin embargo, no puede ser considerado bueno, ni siquiera neutro.

 

¿Por qué no?.

 

Considera estos puntos, tanto desde el punto de vista bíblico como desde los estudios seculares.  

 

Muchos pronósticos astrológicos se “AUTO CUMPLEN”, la gente es tentada a hacer que se cumplan por sus decisiones y acciones.

 

Así, los individuos se abren a la influencia de una “FUERZA”, en realidad una mente o una personalidad fuera de su razón y de su conciencia.

 

Cuando esta fuerza contradice lo que es real, o correcto, o lo mejor, pueden ocurrir y ocurren conflictos dañinos. 

 

A medida que los individuos consienten en recibir revelaciones y orientación por medio de un astrólogo o un médium, se colocan cada vez más bajo el control de ese médium.

 

Pueden ser tentados para que se conviertan en un médium.

 

En cualquier caso, numerosos estudios muestran que el impacto último de involucrarse en la astrología incluye la pérdida de la capacidad de confiar y preocuparse por otros, ataques repetidos y severos de depresión suicida, y un temor debilitante. 
 

“Habló Yahweh a Moisés, diciendo: Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo”. Levítico 20: 1, 6.

 

Los individuos que se abren a la influencia de la astrología se exponen no sólo a las consecuencias descritas más arriba sino también al juicio de Dios, pronunciado claramente en la Biblia contra aquellos que consultan a los médium. 

 

Trágicamente, los individuos que aceptan la influencia de la astrología en sus vidas se pierden las bendiciones y los beneficios de una relación con el Dios del universo, una relación establecida mediante Jesucristo solamente. 

 

A diferencia de las revelaciones de los astrólogos, las revelaciones de Dios en Su Palabra son 100 por ciento acertadas.

 

La dependencia de Dios y de Su Palabra conduce a un amor, un gozo, una paz, una fe, una esperanza y otras cualidades cada vez mayores además de las incontables delicias de la eternidad con Él.  

 

Dado que las Escrituras ponen en claro que la ira de Dios caerá sobre cualquiera que practica la astrología o escucha seriamente a los astrólogos.

 

¿Qué ocurre con el cristiano que se involucra en esto?.

 

Muchos cristianos que conozco han escuchado a astrólogos o han jugado con la astrología en su ignorancia, sin darse cuenta que estaban coqueteando con el mal.

 

Cuando descubrieron la verdadera naturaleza de la astrología, inmediatamente repudiaron su participación anterior.

 

Dios perdona por completo a tales individuos y los protege de cualquier consecuencia posterior.  

 

Para el cristiano que, a pesar de los mandatos bíblicos, se rehúsa a renunciar a la astrología, tenemos las palabras de Jesús en Mateo 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro...”. 
 

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yahweh cualquiera que hace estas cosas...”. Deuteronomio 18:10-12.

 

Pablo reitera esta advertencia en 1 Corintios 10:21 “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios...”.

 

En otras palabras, hay razón en cuestionar el compromiso de una persona con Cristo y, por lo tanto, la salvación de esa persona, si se rehúsa a cortar por completo toda conexión con la astrología. 

 

Para el creyente que se rebela en este asunto, Pablo dio una advertencia más específica en 1 Corintios 10:9 “Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes”.

 

Ananías y Safira, sirven como ejemplos en el Nuevo Testamento de la severidad de la disciplina de Dios. (Hechos 5:1-11) 

 

“A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne”. Judas 22,23.