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Ascesis es palabra que indica ejercicio; en este caso, ejercicio de auto-dominio, disciplina, e incluso, de penitencia.

Suele verse al ascetismo como parte integral de la vida cristiana por tres razones importantes:

(1) Cada uno de nosotros tiene el deber, con la ayuda de la gracia divina, que no faltará, de extirpar sus vicios y cultivar las virtudes. Esto no se logra sin algún esfuerzo, y sin la perseverancia.

(2) En general, el mundo no ayuda a fomentar los valores del Evangelio ni es un aliado en la escucha y obediencia a la Palabra de Dios. Esto hace que ser cristiano implique a menudo una especie de batalla permanente que requiere de nosotros entrenamiento y resistencia.

(3) Cristo mismo nos dijo que cada quien debe tomar su cruz, para ser discípulo suyo. Aunque hay diversos modos de interpretar qué es esa cruz, lo que queda claro es que no es un pastel de delicias, sino que traerá consigo privación, contradicción o dolor, y para eso es preciso tener un corazón entregado en la generosidad y la abnegación, sin por otra parte caer en vanidad o dureza con el prójimo.