“el anuncio del Evangelio estará siempre bajo el signo de la cruz: esto es lo que los discípulos de Jesús han de aprender una y otra vez en cada generación. La cruz es y sigue siendo el signo del ‘Hijo del hombre’: a fin de cuentas, la verdad y el amor no tiene otra arma en su lucha contra la mentira y la violencia que el testimonio del sufrimiento”